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La autora de ‘Andar por andar’: “El paisaje urbano debe reverdecer y el asfalto, herborizarse”

Adriana Herreros publica ‘Andar por andar’, un libro en el que la autora transforma lo improductivo en un toda una revolución

Adriana Herreros
Marita Alonso

La primera entrada de la newsletter de la periodista Adriana Herreros, Campo Visual, se llama ‘Andar por andar’, data de 2021 y comienza con una cita de Charlotte Brönte, de Jane Eyre. “Al principio, andaba deprisa para entrar en calor, pero reduje la marcha y empecé a disfrutar y a analizar la índole de placer que la hora y el entorno hacían germinar dentro de mí”. La autora asegura que escribir “un boletín con muchos paseos y dedicado al paseo como forma esencial de desplazamiento” le ha llevado a conocer algunas curiosidades y, sobre todo, a hacerse unas cuantas preguntas.“También a convertirme en una radical del espacio público, de la necesidad de espacio público para todas. El libro nace de una generosa petición editorial, para que vertiera ahí todas estas cuestiones, mis intuiciones y divagara sobre todo lo que implica esta sencilla actividad, caminar, y su relevancia en la actualidad”, señala al hablar del libro Andar por Andar (ENDEBATE, 2025), que recoge reflexiones sobre lo que implica caminar sin tener en mente la cárcel de los 10.000 pasos diarios.

Portada de 'Andar por andar' (Serie ENDEBATE), de Adriana Herreros.

Muy al contrario, el escrito es una oda a deambular en tiempos en los que importa más el trayecto que el destino. “En el libro abandono las propuestas de recorridos concretos y abordo un acercamiento más sociológico, puede ser, a las implicaciones —individuales y colectivas— del paseo: históricas, feministas, artísticas, comunitarias, urbanas, rurales, políticas. También me esmero en una defensa total del paseo sin pretensiones. Del merodeo al servicio de la nada. De la ruta a pie feliz e improvisada. Del remoloneo improductivo”, explica a S Moda.

Resulta imposible leer su escrito sin tener la necesidad de levantarse de la silla, abrir la puerta y salir a… Andar, cómo no. “Al andar, el cuerpo se calibra con la tierra, y el paso se convierte en la unidad de medida del desplazamiento y de la forma en la que se aprecia el mundo. La dimensión humana. Ralentizada, entrañable y detallada. En planos cortos y de forma lenta. Con cierta ligereza, como la de los sueños buenos. Deambulas con deleite y degustas bellas imágenes de la existencia a la vez que sientes, a cada paso, el desequilibrio y la aspereza del universo”, escribe.

Rebecca Solnit y Eva Morell defienden en sus últimas obras la necesidad de echar el freno y andar lento, algo casi inconcebible en un mundo que teme “perder el tiempo”. “También justo por eso, o como reacción a este ahora tardocapitalista acelerado, existen voces defensoras teóricas incluso de decrecer en algunas situaciones o deal menos, bajar el ritmo. Igual suene a contracorriente, pero por mi parte, en Andar por andar defiendo tener esa conversación”, explica. “En ocasiones, no producir nada, ni tan siquiera expectativas, y dedicar el tiempo que se necesite a sosegarse en barbecho es una decisión bastante inteligente. Me gusta la idea de estar en barbecho, como los campos, en uno o varios ciclos vegetativos”, comenta entre risas.

Lo cierto es que la defensa de deambular va en contra de la obsesión de la sociedad por cumplir objetivos y ser funcionales, y es precisamente explicar esa importancia —o la que para ella tiene— el que asegura es el objetivo inicial del libro. “El mundo se desentraña también paseando, a pie. Un paseo conectado con las circunstancias que nos rodean nos fusiona con el mundo vivo y nos proporciona un conocimiento crítico necesario, bastante verdadero. Además, caminando la ciudad te vinculas al territorio. Te implicas. Se genera cohesión social, ciudadanía”, asegura. Pese a que hay quienes diferencian entre andar y pasear -que encierra privilegios-, la autora emplea ambos términos como sinónimos. “Me interesaba más teorizar sobre dos tipos ideales, prototípicos, de vagabundeo: un caminar muy conectado, vinculado con el presente, y de un caminar ensimismado, que lo rehúye”, asegura.

Pero andar por según qué zonas y sobre todo, a según qué horas, puede ser peligroso, problemático o delicado (o todas las opciones anteriores) siendo mujer. Aunque por descontado todo el mundo tiene derecho a andar, el género o ser parte del colectivo LGTBIQA+ hace que esos paseos no sean tan tranquilos para todo el mundo…

“Yo no puedo dejar de pensar ni de escribir desde mi experiencia como mujer. Y por eso, le dedico un capítulo a este asunto, a cómo es caminar sola siendo una chica. ¿Puede una chica pasear sola y tranquila al mismo tiempo? Pues, muchas veces no. Y analizo la inseguridad en el espacio público. Hay algunas cifras que, de verdad, me han dejado muy intranquila”, explica. “En 2023, un estudio del Observatorio Vasco de la Juventud que analizaba algunos indicadores de la situación que vivían las mujeres jóvenes en Euskadi concluyó que su miedo a andar por la calle en solitario y de noche se había incrementado de forma muy notable respecto a los años anteriores: se había duplicado entre 2016 y 2022, pasando del 34,2 % al 72,1 %. Necesitamos alcanzar el pleno derecho de todas las niñas, mujeres, colectivo LGTBIQA+ a las calles, a pulular en total libertad por veredas, prados y avenidas. Al espacio público es de todas”, asegura.

Herreros considera que muchas ciudades y sus gestores le han dado la espalda a los vecinos, siendo necesario disponer de urbes naturalizadas y más humanas. “El paisaje urbano debe reverdecer y el asfalto, herborizarse. Pienso en la necesidad de una ciudad pacificada, y de nuestro derecho a su disfrute siempre. Incluso en verano”, dice. “Para desplazarte caminando has de contar con la fortuna de la salud, pero también con el privilegio del tiempo. Desde luego. Por eso, la afición por el paseo y su práctica diaria siempre estuvo más arraigada entre las clases desocupadas. Así que es normal que en momentos no productivos, de descanso, en el periodo estival, los paseos sean más habituales, más largos, más ¿memorables? Pero, a la vez, vivimos en un contexto desasosegante de emergencia climática. ¿Son nuestras ciudades caminables a 40 grados sin apenas árboles aliviando el trayecto diario? Pues no”, dice de forma tajante.

Herreros también recomienda cuatro libros de autoras que le han acompañado “más o menos siempre” por sus diferentes intereses y cuyo trabajo emplea ahora para explicar o justificar algunas de sus tesis. “O directamente, me apoyo en sus aportaciones para ahondar algunos de los apartados del libro”, matiza. “Me debo a una extensa y magna genealogía de pensadoras, escritoras, artistas, antropólogas que han reflexionado mucho antes que yo sobre el acto de ir a pie y sus circunstancias a lo largo de los siglos”, asegura la autora.

Inspiran sus pasos

MUERTE Y VIDA DE LAS GRANDES CIUDADES, JANE JACOBS

“Pensadora, activista y visionaria urbana. Publicó su obra clave, Muerte y vida de las grandes ciudades, hace más de sesenta años. Sus postulados y su idea de ciudad se siguen al pie de la letra en este ensayo”, asegura.

'Muerte y vida de las grandes ciudades', Jane Jacobs. Obra clave de la activista, refleja sus postulados y sus ideas.

MIDDLEMARCH, DE MARY ANNE EVANS

“Mary Anne Evans, la autora de Middlemarch que firma entre 1871-1871 bajo el seudónimo de George Eliot), saca a sus mujeres protagonistas de paseo, a diario, con profusión. Y las refugia, a solas, en bellos parajes silvestres”, explica.

'Middlemarch', de George Eliot (seudónimo de Mary Anne Evans). Las protagonistas se refugian en el paseo diario.

DIARIO RURAL, DE SUSAN FENIMORE COOPER

“Naturalista, escritora, minuciosa observadora de su entorno y precursora del interés por la ecología, es autora de esta obra pionera del nature writing, escrita durante los años 1848 y 1849”, comenta.

'Diario rural: Apuntes de una naturalista. Otoño-Invierno', de Susan Fenimore Cooper. Precursora del interés por la ecología y pionera del 'nature writing'.

WANDERLUST, DE REBECCA SOLNIT

“Indudablemente, esta obra está en el origen de mi aproximación al acto de caminar de forma consciente y muy meditada”, explica.

'Wanderlust', de Rebecca Solnit. Sobre la necesidad de caminos alternativos, de pensar y actuar diferente.

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Sobre la firma

Marita Alonso
Redactora especializada en cultura pop y estilo de vida. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. 
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