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El documental que retrata la lucha de los jóvenes sudaneses por la democracia: “Los militares quieren que el pueblo olvide las grandes cosas que hizo”

‘Soudan, souviens-toi’, de la periodista y documentalista Hind Meddeb, repasa los años previos a la guerra que asola actualmente Sudán a través de las vidas de los revolucionarios

Documental ‘Soudan, souviens-toi’
Silvia Laboreo Longás

En 2016, la periodista y documentalista Hind Meddeb (Francia, 47 años) conoció a un grupo de sudaneses que se encontraban acampados en las zonas próximas a la plaza de Stalingrado de París. Eran unas de los miles de personas de distintas partes del mundo que, tras haber huido de su país, ahora tenían que enfrentarse a la burocracia francesa para lograr una cita con la que solicitar asilo. Uno de ellos, un joven de Darfur llamado Suleymane, y sus poemas, fueron el hilo conductor de lo que acabaría convirtiéndose en 2019 en un documental: Paris Stalingrad. Poco después del estreno del filme en el festival Cinéma du réel, el dictador sudanés Omar al Bashir, que llevaba en el poder 30 años, cayó derrocado. “Y mis amigos sudaneses me dijeron: nos grabaste durmiendo en las calles de París y siendo humillados. Ahora tienes que ir a nuestro país y entender de dónde venimos”, recuerda la directora por videollamada desde Tarifa, donde se encontraba para asistir al festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger (FCAT), celebrado recientemente.

“Me pidieron que trajera imágenes de su revolución, porque ellos no podían volver a Sudán. Estaban en medio del proceso de asilo y la mayoría de ellos habían arriesgado su vida para llegar allí”, explica. “Te vamos a ayudar”, le prometieron. Un mes después, el 16 de mayo, Meddeb aterrizó en Jartum, una ciudad que estaba viviendo, como recuerda la directora, el “sueño de la democracia”. A ese primer viaje a la capital en 2019 le siguieron otros en los años posteriores. Visitas en las que Meddeb captó con su cámara la lucha por la democracia de la juventud sudanesa, en un momento en el que todo parecía posible, y también cómo la represión militar y la inestabilidad política amenazaban esos deseos de libertad. De esos viajes nace el documental Soudan, souviens-toi (Sudan, remember us en inglés y Sudán, acuérdate en español), premio del público en el FCAT. Una película que presenta un recorrido poético y fragmentado a través de una revolución aplastada por un golpe de Estado y una guerra que continúa hoy en día.

“Imagina si de verdad hay una democracia”

Cuando Meddeb llegó a Jartum se encontró con miles de personas acampadas en los alrededores del barrio administrativo de la capital, exigiendo al ejército una transición democrática tras la caída del dictador. Rodado cámara en mano, el documental acompaña a algunos de los rostros de esta revolución, muchos de ellos jóvenes sudaneses que, por primera vez en su vida, intuyen la posibilidad de un cambio político. “Gobierno del pueblo, sí, sí, sí. Gobierno militar, no, no, no”, gritan en las calles. “Ha llegado el momento de recuperar nuestro país”, dice una joven a cámara. “Los jóvenes sudaneses no nos moveremos hasta que no claudiquen y acepten nuestras peticiones”, explica otro. “Imagina si de verdad hay una democracia”, se preguntan.

Mientras filmaba, pensaba que ese país podía convertirse en una inspiración para todos nosotros

“Había personas provenientes de todo el país, de diferentes grupos étnicos e idiomas, que pedían vivir juntos con todas sus diferencias. No queremos la guerra, queremos paz, libertad y dignidad, decían. Exigían derechos básicos: una escuela pública, un hospital público. Eran políticamente muy conscientes, y tenían claras sus demandas”, recuerda Meddeb. “Estaban muy bien organizados. Había una biblioteca, también un hospital de campaña, porque a veces las milicias atacaban la sentada. Tenían una escuela para los niños de la calle y todo un sistema para llevar comida, porque era Ramadán. La gente cocinaba en casa y la traían a la acampada”, añade.

La directora Hind Meddeb en el Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger (FCAT), el viernes 30 de mayo

Para la directora, hija de madre argelina-marroquí y de padre tunecino, documentar este movimiento fue una forma de compartir las esperanzas que su familia siempre tuvo para sus propios países. “Desde que era pequeña, mis padres soñaban con lo mismo para Túnez, Marruecos y Argelia”, cuenta. Meddeb recuerda cómo su madre, la lingüista Amina Maya Khelladi, le hablaba de su juventud en Marruecos, en una ciudad donde la policía irrumpía en los dormitorios universitarios y se llevaba a los estudiantes. Su padre, el escritor tunecino Abdelwahab Meddeb, tuvo que exiliarse durante el gobierno de Habib Burguiba. Y cuando era niña en París, su hogar se convirtió en refugio para escritores y poetas argelinos perseguidos. Con todos esos recuerdos, Meddeb sintió una conexión profunda con Sudán y su gente. “Mientras filmaba, pensaba que ese país podía convertirse en una inspiración para todos nosotros”, confiesa. Y añade: “Mi sueño para África es la Madaniya, que también es el del pueblo sudanés”. Esta palabra, que proviene de Madani, que significa ciudadanos en árabe, fue el grito con el que se reclamaba un gobierno civil en medio de los levantamientos.

Sin embargo, el 3 de junio, ese sueño democrático sufrió un nuevo golpe. Esa madrugada, las milicias atacaron la acampada. Una masacre que el documental narra con imágenes que los propios militares colgaron en sus redes sociales. Tras ese día, Meddeb tuvo más claro que nunca que tenía que continuar grabando. “Sigo sin creerme que lo que pasó fuera verdad. Gente que protestaba fue quemada viva. Cuerpos en el Nilo. Imposible saberlo. Atacaron la milicia, sin previo aviso”, narra la película.

Cuando reconstruyas el país, acuérdate de mí

Soudan, souviens-toi contrasta escenas llenas de belleza y esperanza, como aquellas en las que los protagonistas se reúnen en un bar clandestino para debatir sobre el futuro de Sudán, con otras de lucha e incertidumbre, como esas en las que esos mismos jóvenes salen a manifestarse tras el golpe de Estado de octubre de 2021 y se preguntan qué será de su país. También está lleno de poesía y de canciones, que solo se dejan de oír en los momentos en los que el documental retrata la violencia y la represión. “No elegí hacer eso [introducir poesía y canciones], estaba ahí, solo filmé lo que estaba viendo”, explica la directora. “Es como si los sudaneses recitasen poesía mientras respiran, es parte de su cultura, es natural, como si no hicieran ningún esfuerzo”, añade.

Precisamente, el documental empieza con el conflicto actual, iniciado en abril de 2023, y acaba con un poema. “Da voz a un joven que murió en la manifestación. Va sobre alguien que está en el cielo y habla desde allí a sus amigos. Y dice: cuando llegue la paz, recuérdame. Cuando reconstruyas el país, acuérdate de mí. Cuando plantes un árbol y te dé frutos dulces y los pruebes, acuérdate de mí”, explica la directora.

Esta película se hizo para recordar la revolución, porque hacerlo significa ser dueño de tu propia historia. La memoria es muy importante de cara al futuro
Hind Meddeb, directora de 'Soudan, Souviens–toi'

“Por eso llamé a la película Sudan, Remember Us. ¿Quiénes son esos nosotros? Son todas las personas que murieron por la libertad. Es esa idea de no morir en vano. Estos jóvenes que murieron a los 20 años lo hicieron porque creían en un futuro mejor para su país. Esa es la razón del documental: no olvidar nunca. Desde la perspectiva de los militares, tan pronto como comienzan la guerra y matan, y matan, y matan, lo que quieren es aterrorizar y hacer que el pueblo olvide las grandes cosas que hizo. Tratan de matar la idea de que la libertad es posible", añade.

Para Meddeb, la actual guerra en el país, que ha convertido a Sudán en la mayor crisis humanitaria mundial, “no es una guerra civil, sino una entre dos hombres, [el general Abdel Fattah] Al Burhan y [el líder de los paramilitares, Mohamed Hamdan Dagalo, alias] Hemedti”. “Y la razón es detener la revolución, destruir la sociedad civil, seguir robando a Sudán y arrebatando el país a los suyos”. “Esta película se hizo para recordar la revolución, porque hacerlo significa ser dueño de tu propia historia. La memoria es muy importante de cara al futuro. Porque la paz va a volver. La gente va a reconstruir el país”, finaliza.

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Sobre la firma

Silvia Laboreo Longás
Redactora de Planeta Futuro tras pasar por el equipo de Redes Sociales. Antes, formó parte del departamento de vídeo de Domestika, fue redactora en la revista PlayGround y también trabajó en comunicación. De Zaragoza, estudió periodismo en la Universidad de Zaragoza.
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