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Vacunación
Tribuna
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Necesitamos alianzas innovadoras para hacer frente a futuras pandemias

Si no garantizamos a todos los países los recursos que necesitan para identificar nuevos brotes y darles una respuesta rápida, todos estaremos en peligro

Hellen Akullo, una auxiliar de enfermería prepara una jeringuilla con una dosis de vacuna contra la malaria en el Hospital General de Apac durante una campaña masiva de vacunación contra el paludismo, en el distrito de Apac, Uganda el 8 de abril de 2025.

La crisis de la covid-19 dio al mundo lecciones fundamentales sobre la importancia de la cooperación mundial en la lucha contra las enfermedades. Pero esa cooperación, y las condiciones necesarias para mantenerla, están bajo presión. La financiación de la salud y la ciencia está cuestionada, y la reducción de la ayuda al desarrollo de algunos donantes tradicionales pone en duda nuestra capacidad para prevenir enfermedades infecciosas y responder a ellas en los países más frágiles del mundo.

Para garantizar la resiliencia futura frente a pandemias a nivel global, hay que subsanar estas lagunas. La clave del éxito está en la formación de nuevas alianzas sólidas e innovadoras entre organizaciones multinacionales, instituciones de los sectores público y privado y la sociedad civil. Ya sabemos por la experiencia reciente que esta receta funciona. Hace cinco años, conseguimos superar el nacionalismo de las vacunas para formular una respuesta mundial a la covid-19.

GAVI, una alianza mundial de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil, se asoció con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), brazo financiero de la Unión Europea perteneciente a sus 27 Estados miembros, para movilizar 600 millones de euros en donaciones para la iniciativa COVAX. Sin estos fondos, COVAX no habría podido actuar con la velocidad y escala que permitió proveer casi dos mil millones de dosis de vacunas. Más de cien países, en su mayoría pobres, se beneficiaron de esta respuesta cooperativa a la pandemia.

Pero los beneficios trascendieron de este grupo de países. Hay que recordar lo que tanto se dijo en la pandemia: “Nadie está a salvo, hasta que todos estén a salvo”. Cuarentenas más amplias y prolongadas hubiesen provocado más trastornos en las cadenas de suministro y la economía mundial. Cuanto más rápido pudiéramos proporcionar acceso a tecnologías de diagnóstico, seguimiento y rastreo de contactos, mayor sería nuestra capacidad para detectar nuevas variantes del virus y adaptar la respuesta. Técnicos de laboratorio en Sudáfrica fueron los primeros en identificar la famosa variante “ómicron” y alertar sobre ella.

Si no garantizamos a todos los países los recursos que necesitan para identificar nuevos brotes y darles una respuesta rápida, todos estaremos en peligro

Conscientes del imperativo de mejorar la preparación para la próxima pandemia, seguimos trabajando sobre la base de este éxito. El BEI está proporcionando a GAVI mil millones de euros en liquidez para acelerar el acceso a vacunas contra virus con potencial pandémico (por ejemplo el ébola) y apoyar la vacunación rutinaria contra enfermedades evitables como el sarampión, la malaria y el virus del papiloma humano (VPH), una de las principales causas de cáncer de cuello uterino. Gracias a este apoyo, es posible que estemos cerca de obtener una nueva vacuna contra la tuberculosis.

Este enfoque innovador ha sido inspirador para otros actores y catalizador de sus esfuerzos. Por ejemplo, las instituciones de financiación del desarrollo del G-7, junto con el BEI, MedAccess y la Corporación Financiera Internacional, están trabajando en un nuevo instrumento de financiación de emergencia para movilizar vacunas, tratamientos, kits de diagnóstico y otros equipos médicos que los países de renta media y baja necesitarán para responder a futuras pandemias.

Reforzar la producción regional de vacunas es una prioridad fundamental. África alberga el 20% de la población mundial, pero solo produce el 0,1% del suministro mundial de vacunas. Generar capacidad de fabricación de vacunas en el continente es un elemento clave de cualquier estrategia para fortalecer la preparación general frente a pandemias.

En este ámbito, las innovaciones del BEI en materia de alianzas y financiación están cambiando las reglas del juego. El Acelerador Africano de Fabricación de Vacunas de GAVI (un proyecto con un presupuesto de 1.200 millones de dólares respaldado con más de 750 millones de euros de gobiernos europeos y de diversas instituciones, entre ellas el BEI) está diseñado para eliminar barreras a la producción local de vacunas. Para ayudar a África a lograr la soberanía en esta materia, el BEI también proporciona financiación directa a centros de producción en Ghana, Sudáfrica y Senegal a través del Instituto Pasteur de Dakar.

Invertir en alianzas internacionales innovadoras en el área de la salud pública es nuestra mejor defensa contra el próximo gran brote de una enfermedad

Mediante la experiencia combinada, la alianza entre el BEI y GAVI ayuda a los países a fortalecer sus sistemas de salud y mejorar su capacidad para responder a pandemias y salvar vidas. Como líderes de organizaciones motivadas por una misión, sabemos que para proteger la salud mundial se necesitan acciones firmes. Invirtiendo en innovación y garantizando que los recursos lleguen a quienes más los necesitan, podemos reducir el riesgo de futuros brotes, proteger a las comunidades y crear un mundo en el que las crisis sanitarias ya no destruyan vidas y medios de subsistencia.

Los virus no saben nada de política, visados, aranceles o guerras. Pero responden a sistemas inmunitarios resistentes y a vacunas eficaces. Si no garantizamos a todos los países los recursos que necesitan para identificar nuevos brotes y darles una respuesta rápida, todos estaremos en peligro. Sin cooperación internacional, no habrá protección para nosotros, nuestros seres queridos y nuestras economías. Invertir en alianzas internacionales innovadoras en el área de la salud pública es nuestra mejor defensa contra el próximo gran brote de una enfermedad y traerá grandes beneficios al mundo en términos de estabilidad y seguridad.

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