Los ‘gobernadores Montessori’ de Morena

En 2024, los museos de México recibieron 3 millones de visitas más que en 2023. Una noticia halagüeña en tiempos raros. La gente manifiesta con los pies su demanda de cultura, ¿la izquierda gobernante escucha ese llamado? Si vemos a Nayarit, para nada.

Los museos recibieron un total de 51,5 millones de visitantes el año pasado, según las cifras dadas a conocer a mediados de mayo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La no tan buena noticia es que la mitad (26,1 millones visitas) fueron en la Ciudad de México.

Tiene lógica: la capital cuenta, también según el Inegi, con 135 de los 1.111 museos del país. Eso sin entrar al terreno cualitativo: el Castillo de Chapultepec, el Munal o Antropología no tienen comparación, por ejemplo, con muchísimos recintos de otras entidades.

Cabe decir, sin embargo, que la segunda entidad con más visitas es Nuevo León y para nada es la entidad que le sigue a la CDMX en número de recintos: el Estado norteño tiene 45, mientras que Puebla tiene 57 y el Estado de México 66. Algo habrán hecho bien los regios.

Al fondo de la tabla aparece, no con demasiada sorpresa, pues su vocación turística es notable, Baja California Sur: tiene 7 museos. Luego, Quintana Roo: 10. Y finalmente, Nayarit con 11 recintos museísticos.

Puede que sea buena idea, entonces, que las tres entidades con menos museos se pongan las pilas y agreguen espacios culturales a su oferta de playa, tanto para disfrute del público local, como de foráneos. Salvo que Nayarit parece caminar en sentido opuesto.

El gobernador de esa entidad, Miguel Ángel Navarro, emprendió desde mayo pasado la demolición de la llamada Ciudad de las Artes de Tepic, recinto construido en 2009. En su lugar, qué gran idea, se construirá un estadio de futbol.

La comunidad artística nayarita denuncia al mandatario de Morena por: el madruguete (a las horas de un sorpresivo y escueto anuncio se inició la demolición, que según activistas rápidamente alcanzó el 70 por ciento del inmueble); la opacidad —¿hay de repente más de 300 millones de pesos para un nuevo estadio en una entidad sin equipo en primera o de como se llame hoy la segunda división del futbol mexicano?—, y la cerrazón de no querer tomar tan fundamental decisión en el espacio público sin escuchar a la comunidad, incluidos legisladores de su partido, y sin mostrar documentación y permisos.

“La Ciudad de las Artes es un espacio público y ciudadano. ¿Cómo es que permitimos proyectos que solo tienen un render? ¿Por qué no existe un proyecto técnico formal que se haya presentado? ¿Cómo es que no alcanzamos a ver que nos cambian lo público por lo privado?”, preguntó en Facebook Andrea Navarro, diputada de Morena por Nayarit, el 20 de junio.

No fue la primera vez que la legisladora se manifestaba al respecto.

El 13 de junio ya había publicado que “la Ciudad de las Artes no debió, ni se debe seguir demoliéndose. Se trata de un espacio público para ejercer el Derecho Humano Fundamental a la Cultura, que también cuenta con áreas verdes, destruidas casi en su totalidad. A través de este conducto, y como diputada federal por Tepic, hago un llamado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para mediar el diálogo entre las autoridades estatales y la sociedad civil frente a este tema tan importante”.

En esa red social, Andrea Navarro publicó fotos de los “trabajos de nivelación” del terreno que son muy gráficas al describir la prepotencia de la decisión demoledora, que pone en entredicho la palabra del gobernador, quien asegura que dentro de lo que será la nueva construcción deportiva habrá aulas para el arte.

El futbol, popularmente conocido como pambol, no tiene la culpa. Ojalá quienes en Nayarit se dediquen a él, de forma amateur o profesional, cuenten con las instalaciones debidas y los apoyos del caso.

Pero que un gobierno de izquierda ponga por encima de un centro de arte público a un estadio privado que además la comunidad ni pidió ni agradece, es un tema aparte.

El tema ha escalado y la presidenta Sheinbaum ha pedido diálogo y que la secretaría de Gobernación se involucre. Me corrijo. El tema ha llegado a la mañanera, y no mucho ha cambiado. O nada.

Si con Vicente Fox decíamos que había un gabinete Montessori, en referencia a que cada secretario hacía lo que les venía en gana (mala caricatura del método Montessori, pero ahí queda la referencia sexenal), los gobernadores guindas le dicen a los foxistas quítate que ahí te voy.

Tan es así que esto no es una discusión de puros dimes y diretes: en Tepic se ha denunciado presunto acoso de cuerpos policiales en contra de algunos manifestantes, y Lorena Hernández, periodista y promotora cultural, ha recibido amenazas por difundir las protestas.

Miguel Ángel Navarro se va del gobierno nayarita en cosa de dos años. Detrás de él quedará el registro de que fue un gobernador enemigo de la Ciudad de las Artes y amigo de un apresurado proyecto, quién sabe si fallido, de un estadio de futbol. Muy de izquierda todo.

Ojalá en el país pronto haya más museos fuera de Ciudad y el Estado de México. Ojalá la gente visite cada año más recintos de ese tipo. Ojalá haya algún día más en Baja California Sur y Quintana Roo. Porque en Nayarit, con Miguel Ángel Navarro, pura cosa de la patada, nada de ideas, arte o museos.