La demolición de la Ciudad de las Artes para construir un estadio de fútbol genera indignación en Nayarit

Una bailarina con un delicado tutú negro ejecuta movimientos de ballet en medio de la destrucción. La chica se mueve con gracia y elegancia mientras detrás de ella una excavadora Caterpillar destripa con sus afilados dientes de metal una estructura de concreto. La máquina se mueve constante sobre una pila de escombros mientras la bailarina alza sus brazos al cielo en un último intento de denuncia para evitar que se destruya la Ciudad de las Artes, un complejo cultural en Tepic, la capital del Estado de Nayarit, al oeste de México. Los trabajadores avanzan a marcha potente para despejar el área, donde hasta hace poco estuvo un anfiteatro. Su misión es permitir que se pongan las bases para la construcción de un estadio de fútbol impulsado por el gobernador Miguel Ángel Navarro, integrante del oficialista Morena.

La intervención de la bailarina es una de las iniciativas que colectivos de artistas, activistas ambientales y organizaciones sociales impulsan para denunciar la destrucción del complejo cultural, construido hace más de una década y donde se han invertido más de 500 millones de pesos de dinero público. La llamada Ciudad de las Artes contaba hasta hace poco con el anfiteatro, bibliotecas, escuelas de música y espacios para exposiciones, donde también se impartían talleres de pintura, oratoria y escultura. Hay áreas para deporte y zonas arboladas. “No se trata solo de una demolición: es una regresión jurídica, ambiental y social. Se están destruyendo bienes públicos y culturales sin sustento legal”, dice Carlos Lara, especialista en derechos culturales y representante del despacho jurídico Artículo 27, que presentará el lunes un amparo para frenar la demolición.

Lara, en entrevista con este periódico por videollamada, explica que el proyecto del estadio no ha sido consultado con el Ayuntamiento de Tepic y que es impulsado “por sus pistolas” por el gobernador Navarro. Este periódico solicitó información a Rocío González García, secretaria general del Gobierno estatal, pero no respondió. También a Yannick Alonso Cruz, de vinculación institucional del Estado, quien prometió hacer gestiones para conversar con el gobernador, pero hasta la noche del viernes tampoco había una respuesta.

El activista ambiental Isaac Cárdenas explica que la construcción del nuevo estadio implicará la destrucción del parque aledaño al complejo cultural. Las autoridades de Nayarit han informado en un comunicado que garantizan la reubicación “segura” de cerca de 200 árboles “como parte del compromiso ecológico del proyecto”, que llevará el nombre de Nicolás Álvarez Ortega, un reconocido deportista del Estado. “Decirle a la ciudadanía que no se van a secar estos árboles, no los vamos a dejar morir”, dijo la directora de la Comisión Forestal de Nayarit, Gabriela Arias Saldaña, en un comunicado oficial. “Ya cuando esté el estadio vamos a hacer una mega reforestación de árboles”, prometió.

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Activista en Nayarit

El proyecto del nuevo estadio comenzó en 2009, pero no avanzó por problemas financieros. Fue el gobernador Navarro quien retomó la obra y en mayo pasado, en una ceremonia oficial, dio por iniciada la construcción. La nueva estructura tendrá capacidad para 12.600 personas, contará con espacios comerciales y las autoridades han prometido que en su sótano albergará la Escuela Estatal de Bellas Artes, que está aún en la Ciudad de las Artes. El Gobierno actual considera que el antiguo complejo es una “obra fallida”, construida bajo el mandato del gobernador Roberto Sandoval Castañeda, del Partido de la Revolución Institucional (PRI), quien fue detenido y acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) del delito de “operaciones con recursos de procedencia ilícita” y que estuvo al menos tres meses prófugo de la justicia, en 2021. El juez del caso había considerado que tanto el exgobernador como su hija, Lidy Alejandra, también detenida, habían realizado una cantidad “desmesurada” de operaciones “en detrimento económico de las finanzas públicas de Nayarit”.

“La Ciudad de las Artes se ejecutó hace dos sexenios con la idea de convertirlo en la punta cultural dentro de Nayarit. Se hizo una inversión muy grande, con una sala de música, un foro cultural y también cuenta con el Parque de la Dignidad, nombrado así por las luchas sociales para conservar estos espacios. Hemos estado cuidando y reforestando esas áreas durante diez años”, explica el activista Cárdenas. El Congreso local, afirma, ha declarado al complejo como zona cultural estatal. Para Cárdenas, el nuevo estadio es una “revancha política” del actual gobernador contra la anterior Administración.

Lissette Álvarez Cazola, gestora cultural de Tepic, denuncia que las autoridades han sacado también a los estudiantes de la Escuela de Música para iniciar su demolición. “Hay una serie de requisitos que tienen que presentar, entre ellos un permiso por parte del Ayuntamiento, porque ninguna obra se puede hacer si no se tiene ese permiso. A la población aledaña al complejo tampoco se la ha consultado ni informado de qué se va a construir ni cómo esto les va a cambiar la vida. Hay comercios que pagan impuestos y llevan años allí y ya los cerraron. Es una atrocidad tras otra. Y nuestra forma de protestar es con arte, con artistas tocando en medio del derrumbe”, denuncia Álvarez.

Las organizaciones reunidas para evitar la demolición del complejo presentarán el lunes un amparo ante la justicia para denunciar lo que consideran la violación al derecho de acceso a la cultura. Además, solicitarán a las autoridades la suspensión inmediata de las obras, la restitución de los espacios culturales demolidos y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación discuta este caso. “Hay un interés legítimo de la sociedad, porque hay gente que ha dejado de asistir a clases, afecta el acceso a la cultura y el ejercicio de los derechos culturales y además esto atenta contra la política cultural del actual Gobierno, que pone el acento en la educación artística para todos”, explica el abogado Lara, del despacho jurídico Artículo 27, que ha participado en casos emblemáticos, como acciones legales contra el controvertido Tren Maya.

Los activistas esperan que haya eco nacional para que atraiga el interés del Gobierno federal, que el pasado otoño inauguró, con participación de la presidenta Claudia Sheinbaum, la Ciudad de las Artes Indígenas, en el centro de Tepic, “diseñada para promover la formación, producción, exhibición y enseñanza del arte de las comunidades indígenas y como centro de fomento y proyección artística y cultural”, según la información oficial. La obra tuvo un costo de 498 millones de pesos y fueron intervenidos 32.321 metros cuadrados de terreno. Los activistas, que no se oponen a este proyecto, afirman que ambos complejos pueden estar activos en Nayarit. “La Ciudad de las Artes puede y debe recuperarse para la cultura. No para el cemento. No para el negocio. Esta lucha es por el presente y futuro de Nayarit”, han afirmado.