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Parálisis operativa y facturas sin poder cobrar: la interminable deuda de más de 21.000 millones de dólares de Pemex con sus contratistas

La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros asegura que los continuos impagos de la paraestatal ha ocasionado la pérdida de 15.000 empleos directos


El adeudo asciende a más de 404.000 millones de pesos.
Karina Suárez

Las alertas sobre la cuenca petrolera de México se han encendido una vez más por la falta de recursos de la petrolera estatal, Pemex. El laberinto financiero de la paraestatal con una deuda total de más de 100.000 millones de dólares pasa también por el impago millonario de casi 20.000 millones a contratistas y proveedores, un lastre derivado del atraso de pagos hasta por más de un año a una diáspora de firmas, principalmente, en los Estados de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) ha denunciado esta semana, además, que además de la deuda reconocida en sus estados financieros, Pemex les debe al menos otros 2.600 millones de dólares por trabajos ya realizados, pero que no han podido facturar. Al filo de esta crisis, el organismo advierte de que si no se les comienza a pagar a estas empresas, el sector caerá en una parálisis en julio próximo.

Rafael Espino de la Peña, presidente de la Amespac, señala que el problema central es la falta de seriedad y certidumbre de los pagos a las empresas proveedoras, lo que les impide planear en el mediano y corto plazo. El boquete abierto por Pemex, según esta organización, ya ha provocado el despido de 15.000 personas. “Hay muchos trabajos que ellos (Pemex) ya recibieron y no están ni siquiera registrados. No se ha atendido como debiera esta situación con la proveeduría y lo que estamos tratando de evidenciar es que no se están manejando cifras precisas. Antes se pagaba, cuando mucho, a los seis meses, ahora están tardando en liquidar más de nueve meses”, refiere.

Sin liquidez, los grandes jugadores recurren a financiamientos externos, mientras que las pequeñas y medianas empresas optan por la suspensión temporal de actividades. De acuerdo con la Amespac, de los 59 equipos de perforación activos el año pasado, ahora solo están encendidos 26 equipos por falta de recursos. Los cálculos de la organización, que aglutina a empresas como Grupo México, Baker Hughes, Halliburton, solicita al Gobierno la liberación de las facturas de los servicios prestados y certificados en el 2024; el pago puntual de los servicios de este año, así como el diseño de un programa de pagos para liquidar los adeudos históricos. La constelación de firmas, que le brindan desde servicios de perforación hasta medicamentos para su personal, aguarda la respuesta del Ejecutivo.

El millonario impago con los contratistas petroleros comenzó a gestarse a mediados del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Los atrasos en el pago de facturas empezaron a ser una constante en el sector. Pese a las constantes inyecciones de capital que ha recibido la petrolera por parte de la Secretaría de Hacienda, Pemex está haciendo frente a los millonarios adeudos con empresas proveedoras y contratistas que lastra desde el año pasado a cuentagotas. En este Gobierno, y pese a la promesa de la presidenta Claudia Sheinbaum de que se regularizaría el pago a empresas proveedoras de servicios, las deudas se siguen acumulando. Al primer trimestre del año este adeudo asciende a más de 404.000 millones de pesos, equivalente a unos 20.000 millones de dólares.

La actual Administración entró con la promesa de la austeridad presupuestal bajo el brazo, la reorganización interna de Pemex y la revisión de los contratos a proveedores. En noviembre pasado, la paraestatal dio a conocer una “suspensión temporal” de las contrataciones con nuevos proveedores debido a un análisis de eficiencia operativa y presupuestal. La petrolera más endeudada del mundo hace este anuncio en medio de una serie de protestas de prestadores de servicios en el Estado de Tabasco, quienes acusan que la paraestatal tiene hasta un año sin pagarles por servicios ya realizados en la exploración y explotación de hidrocarburos.

Luis Miguel Labardini, experto en temas energéticos, advierte de que los contratistas no logran hacerse visibles, y son una parte fundamental del sector energético. “Muchas empresas están cerrando, suspendiendo o quebrando. Los contratistas no están pudiendo facturar porque la bóveda electrónica de Pemex no ha podido recibir las facturas de los contratistas”, indicó. El especialista detalla que las capitalizaciones de Hacienda a Pemex se han destinado a otros rubros, por ejemplo, al área de refinación o sanear su deuda financiera.

Los proveedores son el último eslabón de la cadena productiva golpeada por la apremiante situación financiera de la petrolera estatal. La declinación productiva en los pozos existentes y el adeudo de sexenios anteriores han puesto a la otrora joya de la corona petrolera en América Latina contra las cuerdas. Pemex produjo en abril solo 1,6 millones de barriles diarios, una caída de 8,8%, respecto al mismo periodo del año pasado. Los contratistas señalan que el plan de austeridad implementado por esta Administración atenta contra la producción futura de petróleo en México, aun cuando Sheinbaum aseguró que al final de su mandato el país rebasará los 1,8 millones de barriles diarios de crudo. El impago a contratistas complica, hasta el momento, el alcanzar dicha promesa presidencial.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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