Un coche bomba estalla frente a la sede de la policía comunitaria de Coahuayana y deja, al menos, cinco fallecidos
El ataque contra las instalaciones de seguridad de este municipio en Michoacán se ha saldado también con seis lesionados en pleno proceso de “pacificación” del Estado


Un coche bomba ha estallado este sábado frente a las instalaciones de la policía comunitaria de Coahuayana, en Michoacán, y ha dejado, al menos, cinco fallecidos y cinco heridos, entre los que hay menores de edad, según ha podido saber este periódico. El ataque contra la sede de la comandancia municipal se ha dado en pleno proceso de “pacificación” del Estado, la estrategia implementada por la presidenta Claudia Sheinbaum después del brutal asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en un evento público.
El estallido se ha registrado a las 11.40 horas en la avenida Rayón, en el centro de la localidad. Justo cuando pasaba una camioneta con plátanos por la puerta de la comandancia, ha explicado a EL PAÍS el líder de las autodefensas de Coahuayana, Héctor Zepeda, el llamado comandante Teto. La FGR ha confirmado que el conductor de la camioneta que ha explotado es uno de los fallecidos, junto a otras dos personas que estaban en el hospital regional. La onda expansiva del artefacto ha dañado al centro médico y también a las viviendas, vehículos particulares y comercios cercanos.
La Fiscalía de Michoacán está coordinando la investigación del ataque, en la que también participan la Secretaría de Defensa, de Marina y de Seguridad, así como la Guardia Nacional. El nuevo secretario de Seguridad de Michoacán, José Antonio Cruz, que entró tras el homicidio de Manzo, ha informado de un operativo conjunto en la zona entre las fuerzas federales y estatales.
Esta tierra productora de plátanos, con más de 7.000 hectáreas de plantaciones, siempre ha estado asediada. Primero fue por los Caballeros Templarios y, en los últimos tiempos, el enemigo es el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Situada en la zona de la costa de Michoacán, es un territorio en disputa, debido a su potente industria bananera, su cercanía con la mina de Aquila (en Colima) y con los laboratorios de metanfetamina de la sierra.
Cerca de Coahuayana hay bases del Ejército y la Guardia Nacional, pero los pobladores llevan años advirtiendo de sus omisiones. Por esa razón, hace un año, en una entrevista para este periódico, el comandante Teto se confesaba agotado: “Estoy cansado, pero más decepcionado con el Gobierno. ¡El Gobierno nos sigue mirando con desconfianza! No estamos en contra de ellos, estamos en contra de que apoyen a los otros”.
Con información de Pablo Ferri.
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