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La petición de perdón de México a España: las claves del choque diplomático

La carta enviada por López Obrador al Rey y la falta de respuesta han hecho que las relaciones entre ambos países estén en su nivel más bajo en décadas

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en una rueda de prensa este lunes. Foto: Mario Guzmán (EFE) | Vídeo: EPV
Elías Camhaji

La historia de desencuentros en la relación política entre México y España escribió este lunes un nuevo capítulo. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, insistió en que la Corona española debe pedir disculpas por los abusos cometidos durante la Conquista. “Todavía seguimos esperando”, dijo la mandataria en su conferencia de prensa diaria. “Bueno, vamos a ver”, agregó cuando un periodista le preguntó sobre el interés de la princesa Leonor de visitar el Museo Nacional de Antropología e Historia y el Bosque de Chapultepec, en Ciudad de México.

Las declaraciones de Sheinbaum llegan después de los puentes que se levantaron por medio de la cultura en las últimas semanas, con la entrega de dos premios Princesa de Asturias —al Museo de Antropología y a la fotógrafa Graciela Iturbide— para honrar el legado indígena en el país latinoamericano y el desembarco esta semana de la mayor exposición de arte precolombino que ha llegado a España. Si bien los gestos han sido bien recibidos y las señales de deshielo en ambos lados del Atlántico han sido reales, aún queda trecho para normalizar los contactos diplomáticos. Estas son las claves del choque entre ambos países.

El origen de la polémica

En marzo de 2019, Andrés Manuel López Obrador, entonces presidente de México, envió una carta a Felipe VI, cuyo contenido fue adelantado por EL PAÍS, en la que le instaba a pedir perdón por los excesos cometidos por los colonizadores españoles durante la Conquista de América. No fue la Corona quien respondió, sino el Ejecutivo español. El Gobierno de Pedro Sánchez lamentó “profundamente” la publicación de la misiva y rechazó “con firmeza” el contenido de la misma. Desde entonces, la relación política entre ambos Gobiernos se enfrió, aunque ha seguido funcionando con normalidad en el resto de áreas: desde el comercio y el turismo hasta los intercambios culturales y educativos. Sánchez visitó a López Obrador en México en enero de ese año, dos meses antes de la polémica. Fue la última vez que los mandatarios de los dos países se reunieron.

¿Cuáles son los argumentos del Gobierno de México?

“La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz”, aseguró López Obrador en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter, en el que explicaba las motivaciones detrás de la carta. Sus argumentos se hacen eco de la historiografía oficial del país latinoamericano, en la que la colonización tiene múltiples lecturas. Es a veces el relato del “encuentro de dos culturas” (aunque México cuenta en la actualidad con 68 etnias indígenas) y del mestizaje, un elemento ineludible de la identidad nacional que se construyó tras la Independencia. Otras veces se reseña como “una invasión” y “una masacre”: el ocaso de grandes y avanzados imperios, el expolio colonial, la destrucción sistemática de una herencia milenaria... Han pasado cinco siglos desde la llegada de Hernán Cortés al actual territorio mexicano, pero los debates persisten y los esfuerzos por arrojar luz sobre el proceso histórico y sus implicaciones, también.

“No lo entendieron, era un acto para cerrar heridas, de reconciliación e iniciar una etapa nueva”, dijo el expresidente en mayo de 2024, su último año de mandato. “Sí, fueron otros tiempos, se dieron muchas circunstancias, eso lo entendemos, pero se sometió y reprimió a pueblos, el mismo Cortés lo acepta en sus escritos”, agregó. López Obrador recordó que su Gobierno se disculpó en 2021, el 500º aniversario de la caída de Tenochtitlan, por “los actos autoritarios y el exterminio” de habitantes originarios después de la Independencia. “¿Por qué no ofrecer una disculpa?”, cuestionó.

Las reacciones en España

“La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, respondió el Gobierno de Sánchez en marzo de 2019. En un comunicado, las autoridades españolas pidieron a la Administración de López Obrador mirar hacia adelante, “afrontar con una visión compartida los retos futuros”, e “intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes entre nuestros dos países”.

En España, la petición de disculpas de López Obrador ha sido rechazada por algunos sectores que ven en la carta un intento de “falsear la historia”, como declaró el exdirigente de Ciudadanos Albert Rivera, o de alimentar la “leyenda negra” sobre la conquista española de América. “España no ha de pedir perdón por su histórica gesta civilizatoria”, señaló el ultraderechista Vox el año pasado. Podemos, en cambio, aseguró que el dirigente mexicano “tenía mucha razón” y se posicionó a favor de un “proceso de recuperación de la memoria democrática”.

El tono de la misiva y de las declaraciones de López Obrador también ha sido blanco de críticas en la prensa española. Algunos medios han interpretado la petición de perdón como una confrontación innecesaria con la Corona y como un intento de hacer un uso político de la historia para desviar la atención de los problemas de México.

“España no va a presentar esas extemporáneas disculpas que se piden, parece un poco raro que en este momento se plantee pedir disculpas sobre acontecimientos ocurridos hace 500 años, de la misma manera que no vamos a pedir a la República Francesa que presente disculpas por lo que hicieron los soldados de Napoleón”, declaró Josep Borrell, entonces ministro de Exteriores español, un par de días después de que se filtró la carta. Borrell calificó la iniciativa de “desafortunada” y defendió después la decisión de no dar una respuesta oficial para no provocar una “escalada de la confrontación”.

Otro de los argumentos que han dado fuentes diplomáticas para justificar la ausencia de una respuesta del Estado español es que la petición de disculpas no siguió los cauces institucionales ni diplomáticos formales. Según esta versión, la carta fue entregada por una funcionaria menor, sin el conocimiento en un inicio de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

¿Hay una ruptura diplomática?

“Con España se tienen relaciones, no se ha roto ninguna relación”, dijo Sheinbaum el lunes. La presidenta afirmó que el problema de fondo es la manera cómo reaccionaron las autoridades españolas a la solicitud de disculpas. “Nunca estuvimos de acuerdo con la manera en que respondieron”, señaló. La mandataria aseguró también que hubo “una campaña” contra López Obrador en España, después de que el PP, Vox y Ciudadanos ridiculizaran los argumentos de la misiva y criticaran con severidad a su predecesor y mentor político.

La relación bilateral vivió horas bajas después de que Felipe VI no fuera invitado a la toma de posesión de Sheinbaum en octubre del año pasado. El Ministerio de Exteriores calificó la exclusión del Rey como “inaceptable” y el Gobierno de Sánchez decidió no tener representación oficial en el acto. Antes, en febrero de 2022, López Obrador anunció una “pausa diplomática” en las relaciones con España. La “pausa”, sin embargo, no es una figura reconocida por el derecho internacional y no supuso una ruptura de las relaciones.

Los pasos hacia una reconciliación

Los reconocimientos al Museo de Antropología e Historia y a Iturbide no han sido los únicos gestos para reconocer los vínculos que unen a ambos países. España, por ejemplo, fue el país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más grande de habla hispana, el año pasado. La Feria se celebró poco más de un mes después de la toma de posesión de Sheinbaum y de la polémica por la exclusión del Rey. El ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, y su homóloga mexicana Claudia Curiel se reunieron en la víspera de la inauguración como emisarios autorizados por ambos Gobiernos para acercar posturas, contaron fuentes diplomáticas a este diario.

Otras fuentes han confirmado en distintos momentos que desde la llegada de Sheinbaum —con un perfil más mesurado que el de su predecesor— ha habido un esfuerzo en ambos lados del Atlántico por superar las diferencias y seguir adelante. Son esos contactos los que han derivado en la exposición de piezas precolombinas en cuatro sedes en Madrid.

Con todo, la presidenta mexicana cuenta en su libro Diario de una transición histórica que fue suya la decisión de no invitar al Rey a su toma de posesión, pese a que Sánchez le insistió directamente para que lo hiciera. La mandataria deja claro que la petición de disculpas sigue siendo un escollo en la relación bilateral. “La ofensa del rey de España no fue solo contra el titular del Ejecutivo, lo cual ya era inaceptable, sino también contra el pueblo de México”, escribe.

¿Qué otros países han pedido perdón?

López Obrador envió una carta también al Vaticano, que fue respondida por el papa Francisco. “En diversas ocasiones tanto mis antecesores como yo mismo hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”, reconoció Jorge Mario Bergoglio en una misiva divulgada en 2021.

Otros Estados han pedido disculpas a los pueblos originarios. En 2020, la monarquía belga lamentó por primera vez los abusos cometidos en Congo. En 2023, el rey Guillermo Alejandro se disculpó por el pasado colonial de Países Bajos y su papel en el tráfico de personas esclavizadas. Ese mismo año, Carlos III pidió disculpas a Kenia por los “aberrantes e injustificables actos de violencia” del Reino Unido. En septiembre pasado, la primera ministra danesa pidió perdón a miles de mujeres en Groenlandia a las que sometió a esterilizaciones forzosas entre 1960 y 1991.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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