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Balean e incendian la casa de la alcaldesa de Queréndaro, en Michoacán

Diana Caballero no estaba en la vivienda y no se han comunicado víctimas

Incendio en la casa de Diana Caballero, en Queréndaro, Michoacán.
Carmen Morán Breña

El pueblo michoacano de Queréndaro sufrió en la noche de este viernes un aparatoso ataque contra una de las viviendas de la zona centro, la que pertenece a la familia de la alcaldesa, Diana Caballero, sin víctimas documentadas. La casa fue tiroteada y se desató también un incendio de enormes llamas. Los vecinos escucharon las detonaciones, que algunos medios adjudican a individuos fuertemente armados y otros también a drones que soltaron explosivos. Las autoridades no han dado grandes detalles, apenas comenta la Secretaría de Seguridad que atendieron en el lugar la alarma de los lugareños y que solicitaron apoyo a las autoridades estatales. Otros reportes de medios locales señalan que no fue la única vivienda afectada, también la de un síndico municipal fue vandalizada.

El diario La Jornada recoge declaraciones de algunos habitantes que señalaron que la alcaldesa no se encontraba en la vivienda porque ha trasladado su residencia a la capital del Estado, Morelia, acosada por las amenazas de muerte que recibe. El mismo diario asegura que los bomberos rescataron de las llamas a la madre de Diana Caballero.

El incendio y los balazos con armamento pesado impactaron también en vehículos cercanos y en un hotel colindante, al que le alcanzaron las llamas. Como en otras ocasiones, el atentado ha sido atribuido a carteles que pelean entre ellos los negocios ilegales, en esta ocasión se menciona al Grupo X, liderado por Alán Martínez, el Primo, que ha desatado su particular guerra contra sus anteriores socios, el poderoso Cartel Jalisco Nueva Generación. Estas bandas han sembrado el terror en varios municipios michoacanos, un Estado ya de por sí caliente, estratégicamente situado en el mapa del narcotráfico, que nunca se libra de la violencia.

Esta localidad ya conoce otros graves episodios de inseguridad emanados de las peleas entre bandas armadas o entre estas y la policía, como el ocurrido el 6 febrero, cuando un grupo criminal atacó a los uniformados y las heridas ocasionadas acabaron con la vida de tres de ellos. Secuestros y torturas completan el cuadro violento que vive la región. Dos agentes de la Fiscalía General de la República perdieron su vida tras ser torturados y sus cadáveres abandonados, también en el mes de febrero. Hay toda una maraña de cárteles y grupos que se cruzan en esas tierras por intereses distintos, como Los Blancos de Troya, cuyo cabecilla, Gerardo Valencia, alias La silla, fue detenido aquel mes.

Incendio en el domicilio de la alcaldesa de Queréndaro.

Michoacán es uno de los Estados clave en la lucha contra la violencia que vive México. El combate contra estos grupos armados por todo el país está ocasionando revueltas que incendian los territorios. Es el resultado del acoso policial contra ellos, que en los últimos meses se ha cobrado numerosas detenciones, laboratorios desarticulados y drogas decomisadas. A cambio, el narco se revuelve con fiereza y deja en su camino poblaciones enteras sumidas en el miedo que tienen que alterar sus formas de vida para hacer frente a la inseguridad. Es lo que ocurre también, con especial gravedad, en Sinaloa, ahora bajo el fuego cruzado entre los Chapitos y la Mayiza, antaño socios, descendientes de dos de los grandes capos mexicanos, el Chapo Guzmán e Ismael el Mayo Zambada, ambos encarcelados en Estados Unidos.

En crimen organizado es una hidra de mil cabezas difícil de combatir. Cuando se tira contra los jefes, los subordinados o herederos se organizan para hacerse con la plaza, ocasionando múltiples combates que desordenan la vida social y dejan numerosas víctimas.

En este sexenio, la lucha contra estas bandas se ha recrudecido a instancias de Estados Unidos, que lo ha puesto como condición para retirar los aranceles comerciales con los que amenazaba. Las autoridades están siguiendo ese mandato con éxitos, pero las llamas de hoy son fuego para mañana.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.
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