Los aliados de Ucrania se comprometen a elevar la presión económica y militar para forzar a Putin a negociar
Zelenski advierte en Londres de que el Kremlin está llevando a su país a un “desastre humanitario”


El invierno se acerca, Ucrania necesita más que nunca ayuda militar y financiera en su guerra contra Rusia y Vladímir Putin se resiste a sentarse a negociar. La llamada coalición de voluntarios, el grupo de países aliados de Ucrania impulsado por Francia y el Reino Unido, se ha reunido este viernes en Londres (aunque la mayoría de los líderes participantes lo han hecho a través de videollamada) para coordinar un mensaje de fuerza y presión contra Moscú. La imposición por parte del estadounidense Donald Trump de sanciones a dos grandes petroleras rusas, los primeros castigos al Kremlin de calado de esta Administración, para ahogar la financiación del esfuerzo bélico, ha sido celebrada por la coalición.
“Hemos acordado un plan para el resto del año”, ha anunciado el primer ministro británico, Keir Starmer, en la rueda de prensa con la que ha concluido el encuentro. “Vamos a actuar para sacar tanto el petróleo como el gas ruso de los mercados globales (…). Vamos a avanzar en el esfuerzo por utilizar los activos rusos congelados para liberar miles de millones y destinarlos a financiar la defensa de Ucrania. La factura de su destrucción debe ser pagada por Rusia. Vamos a reforzar la defensa aérea de Ucrania para proteger a sus ciudadanos y sus infraestructuras. Y vamos a incrementar la presión sobre Putin aumentando las capacidades de largo alcance de los ucranios”, ha detallado el dirigente británico.
Zelenski ha encontrado desde un primer momento en el Reino Unido un fuerte aliado emocional, militar y político al que se ha aferrado en los momentos más complicados, aunque el presidente ucranio también valore como fundamental y crítico el intenso apoyo que ha recibido durante todo este tiempo de la UE. Valora sobre todo el simbolismo desplegado por Londres cuando el dirigente se ha visto contra las cuerdas, como la jornada del pasado febrero en que sufrió una serie reprimenda por parte de Trump y su vicepresidente, J. D. Vance, en el Despacho Oval o la situación actual, en la que el dirigente estadounidense le ha conminado a aceptar las condiciones impuestas por Putin, para evitar la “destrucción” de su país.
En el número 10 de Downing Street se ha desplegado la alfombra roja de las grandes ocasiones, a la espera de la llegada de Zelenski, que primero ha sido recibido en el castillo de Windsor por Carlos III de Inglaterra. Juntos han pasado revista a la Guardia de Honor, antes de celebrar un encuentro personal en el interior de la residencia. Es la tercera vez que se ven las caras en lo que va de año, lo que da una idea del carácter especial que el Reino Unido quiere dar a su apoyo a Ucrania.
A la llegada a Downing Street, Starmer esperaba en la puerta al presidente ucranio, y ambos se han dado ante las cámaras un efusivo abrazo. “Creo que esta semana podemos seguir presionando en el asunto del gas y del petróleo rusos”, ha animado el británico a Zelenski. “Y podemos hacer mucho más en términos de capacidad militar, sobre todo de largo alcance”, así como en garantías de seguridad, ha añadido.
El presidente ucranio ha señalado que Putin está empujando a su país hacia un “desastre humanitario”, y ha acusado al dirigente ruso “de no haber demostrado en absoluto su voluntad de detener la guerra”.
Zelenski y Starmer han podido reunirse cara a cara en las dependencias del Ministerio de Exteriores del Reino Unido con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; la primera ministra danesa, Mette Frederiksen y el holandés Dick Shcoof. El resto de líderes asistentes a este encuentro de la coalición de voluntarios han participado a través de videollamada, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Zelenski se ha dirigido a todos ellos para pedirles que den prioridad al suministro energético y al refuerzo de la defensa aérea de su país.
El primero en intervenir ha sido el presidente francés, Emmanuel Macron, que ha definido la decisión de Washington de imponer sanciones sobre las petroleras rusas Rosneft y Lukoil, para forzar a Putin a que negocie la paz, como un “punto de inflexión”, cuya eficacia impactará “claramente” en la capacidad rusa de financiar su esfuerzo bélico.
Macron colidera junto a Starmer el esfuerzo por poner en marcha esta coalición internacional de apoyo a Ucrania desde un primer momento. “Necesitamos seguir aumentando nuestro apoyo militar, tanto en su capacidad de defensa antiaérea, como en sus capacidades de largo alcance, con drones y sistemas antidrones”, ha dicho Macron, que ha prometido un nuevo envío de misiles y más ayuda en la formación y entrenamiento de los soldados ucranios.
El dirigente francés ha recordado a Zelenski y a todos los participantes en la videollamada que la coalición ya ha “definido una estrategia de apoyo a la seguridad futura de Ucrania, para que pueda disuadir o defenderse contra futuros ataques”, así como “planes ya en marcha para desplegar una fuerza multinacional en Ucrania en el momento en que cesen las hostilidades”.
Starmer, que ha tomado la palabra después de Macron, ha pedido a sus colegas europeos que tomen ya en firme la decisión de destinar los activos rusos congelados a financiar la defensa de Ucrania: “Necesitamos ponernos de acuerdo en decidir de una vez sobre estos activos soberanos de Rusia, y liberar así miles de millones que puedan ayudar”, ha dicho.
Los líderes comunitarios no sacaron finalmente adelante un plan para canalizar ayudas para la reparación y defensa de Ucrania que hubiera supuesto un préstamo de 140.000 millones de euros, avalado con los activos congelados a Rusia durante estos años con las diferentes sanciones. Bélgica se opuso (Hungría optó por la abstención) ante el temor a represalias de Moscú, y exigió más garantías. La reunión concluyó con el encargo a la Comisión Europea de un plan de financiación que utilice el dinero ruso, que será discutido en diciembre, para decepción de Ucrania. Starmer quería utilizar la reunión de Londres para mantener viva esa idea.
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