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Trump dice que trabaja en un plan para “alimentar” a Gaza tras la visita de su enviado a las polémicas zonas de reparto

Las muertes de gazatíes tiroteados cuando buscaban comida persisten en la Franja a pesar de la presencia de Witkoff

Guerra de Israel en Gaza

Donald Trump ha confirmado el viernes que su Administración trabaja en un plan para “alimentar” a la población de Gaza. El mensaje del presidente estadounidense llega horas después de que su enviado especial en Oriente Próximo, Steve Witkoff, visitara la Franja con el objetivo de examinar las zonas de reparto de la polémica entidad establecida por EE UU e Israel. El diplomático ha visitado la Franja acompañado por el embajador de EE UU en el Estado judío, Mike Huckabee, y se espera que la evaluación de ambos permita al presidente, Donald Trump, aprobar nuevos esfuerzos para incrementar la ayuda humanitaria en el enclave.

Durante el paso de Witkoff por la Franja, los balazos siguieron alcanzando los cuerpos de los gazatíes hambrientos que esperaban comida. Al menos 53 personas fallecieron en esas circunstancias en 24 horas, según ha informado en la tarde del viernes el Ministerio de Sanidad gazatí.

“Queremos ayudar la gente a vivir”, ha explicado Trump al medio de comunicación Axios después de que Witkoff saliera del enclave. “Queremos alimentar a la gente. Es algo que tendría que haber ocurrido hace tiempo”. El anuncio de Trump encaja con otras afirmaciones que ha ofrecido durante esta semana, en las que ha afeado el sufrimiento de los niños palestinos a causa del hambre. “Podemos salvar a mucha gente”, dijo el lunes desde Escocia. “Es una auténtica hambruna”, añadió ese día en relación con el aspecto famélico de los menores: “Eso no lo puedes fingir. Así que nos vamos a involucrar más [en el asunto]”.

Como en ocasiones anteriores, Trump se ha negado a aclarar si la intención de la Casa Blanca es establecer un nuevo mecanismo de reparto de comida o reforzar el sistema ya existente de la autodenominada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, en sus siglas en inglés), en el que mercenarios extranjeros cooperan con tropas israelíes.

Horas antes, Witkoff había emitido un comunicado en el que indicaba que había estado en la Franja “estableciendo los hechos sobre el terreno” durante cinco horas junto con el embajador estadounidense. El enviado de Trump ya anticipaba que la visita permitiría aportar a Washington “un entendimiento claro sobre la situación humanitaria para ayudar a elaborar un plan” para distribuir comida en la Franja.

El enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el embajador de EE.UU. en Israel, Mike Huckabee, saludan a una mujer palestina durante su visita a la Franja de Gaza.

Por su parte, Huckabee detalló en un comunicado paralelo que los dos estadounidenses habían ido a Gaza para “ver la verdad” sobre las instalaciones de la GHF, la entidad impulsada por contratistas estadounidenses donde disparos israelíes matan gazatíes a diario. La nota del embajador incluía fotografías en las que se les veía a los dos con chalecos antibalas y rodeados de fuertes medidas de seguridad. “La GHF distribuye más de un millón de comidas al día, ¡una gesta increíble!”, concluía el embajador.

El paso de Witkoff por Gaza llega el día después de que el enviado de Trump se reuniera durante varias horas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con quien también abordó maneras de desencallar las conversaciones por un alto el fuego. Un alto cargo israelí declaró a la prensa de su país el jueves que Israel estaría considerando una tregua “integral” que implique la liberación de todos los cautivos de una sola vez y el desarme de Hamás. A cambio, la Franja sería “desmilitarizada”, algo que puede interpretarse como una retirada total de las tropas israelíes. Esto supone un cambio con las propuestas anteriores, que implicaban treguas divididas por fases en las que se liberaban unos cuantos cautivos en cada momento.

Hamás publicó el viernes un vídeo en el que se veía el rehén israelí Evyatar David pálido, reducido a piel y huesos, y solitario en un habitáculo estrecho y oscuro. “Ellos comen lo mismo que nosotros”, decía un mensaje escrito. El vídeo alterna imágenes de niños gazatíes famélicos con las de David y las de dirigentes israelíes, entre ellos Netanyahu, defendiendo el bloqueo del flujo humanitario. Horas antes, la Yihad Islámica había publicado otro vídeo de presión psicológica, en este caso del también cautivo Rom Braslavski. Ambos rehenes tienen 24 años.

Los comandantes militares han seguido golpeando la Franja con dureza durante la presencia de la delegación estadounidense en el enclave. El Ministerio de Sanidad de Gaza informó el viernes por la tarde de que 83 personas habían fallecido y otras 554 habían resultado heridas en 24 horas a causa de las hostilidades israelíes. Al menos 53 murieron mientras esperaban comida. De manera paralela, fuentes en distintos hospitales informaron al medio catarí Al Jazeera de que al menos 42 personas habían perecido desde el amanecer.

Israel y EE UU impulsaron la GHF en mayo en un intento de desplazar el mecanismo humanitario liderado por la ONU, al que acusan sin pruebas de sufrir desvíos sistemáticos de suministros hacia Hamás y de propiciar el surgimiento del mercado negro. Sin embargo, parece probable que esa institución fracase en el intento de impedir ambos fenómenos. La distribución de comida en esos centros se ha convertido en una lucha entre multitudes hambrientas, haciendo que los hombres armados tengan más posibilidades de llevarse las cajas con comida que los perfiles vulnerables, mientras que la escasez de suministros causado por el bloqueo israelí potencia el mercado negro con precios astronómicos.

Coincidiendo con la visita de Witkoff a las instalaciones de la GHF, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch ha acusado el viernes a las tropas israelíes de cometer “crímenes de guerra” en los centros de esa entidad. El grupo señala al ejército israelí por “disparar de manera rutinaria contra civiles palestinos hambrientos”, algo que ha provocado “baños de sangre” y numerosas víctimas “casi a diario”. Los disparos de las tropas israelíes que custodian las zonas de reparto de FHG han terminado con la vida de al menos 859 palestinos, según las Naciones Unidas. La cifra de personas que han perdido la vida durante el mismo periodo mientras intentaban conseguir comida en el conjunto del enclave se eleva por encima de las 1.300.

Palestinos transportan sacos de harina tomados de un convoy de ayuda humanitaria camino de la ciudad de Gaza, en las afueras de Beit Lahiya.

En un duro informe, HRW reitera que “el uso del hambre como arma de guerra” del que responsabiliza las autoridades israelíes supone un crimen de guerra, y añade que la negación de la ayuda y de los servicios básicos representa un crimen contra la humanidad “por exterminio”. Por ese motivo, HRW llama a la suspensión de ese mecanismo “defectuoso” y a la reanudación del sistema humanitario liderado por la ONU.

La llegada de Witkoff a la Franja ha incomodado a algunos gazatíes, que desconfían del objetivo de su visita. “Witkoff no verá el hambre, solo lo que Israel quiere que vea”, decía Louay Mahmoud, residente de la Franja, el viernes en declaraciones a la cadena británica BBC. Se trata de un “montaje mediático”, añadió, “que no trae soluciones” y que solo intenta mejorar “la imagen de un gobierno cómplice” con el sufrimiento de la población.

Ante la continuación de la crisis del hambre, varios países han dado un paso al frente para potenciar el flujo humanitario. Entre ellos España, que este viernes ha lanzado desde el aire 12 toneladas de ayuda humanitaria, según ha informado el Ministerio de Defensa. Expertos humanitarios reprochan esta alternativa aérea por el riesgo que supone para la población, y exigen presión sobre Israel para que levante las restricciones al acceso terrestre.

Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, protestó aludiendo que “si hay voluntad política para los lanzamientos aéreos, que son costosos, insuficientes e ineficientes, la debe haber para abrir los pasos terrestres”.

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