Sandalias, pantalones de cuero, chubasqueros y corbatas: lo mejor de la semana de la moda masculina de París
Del lujo artesanal de Hermès a la belleza alienígena de Rick Owens, seleccionamos los ‘looks’ más interesantes de las colecciones del año que viene


La semana de la moda masculina de París, que ha tenido lugar entre el martes 24 y el domingo 29 de junio, ha dejado varios instantes memorables. El desfile de Dior, marcado en rojo en el calendario porque suponía el estreno del nuevo director creativo de la casa, Jonathan Anderson, abogó por el regreso a un guardarropa sensato y lujoso que no excluye pequeñas dosis de fantasía historicista, y en cierto modo funcionó como un resumen de una temporada marcada por el nuevo auge de la sastrería. Hemos visto muchos trajes, muchas camisas, muchos abrigos de vestir y también muchas más corbatas de lo esperable. También artesanía de altura, una cantidad apabullante de vaqueros y toques deportivos que confirman que, al menos en la moda, esta no es una época de extremos. Aquí la selección de lo mejor de los desfiles a los que ICON ha asistido.
Dries Van Noten

Julian Klausner fue nombrado director creativo de la casa belga en diciembre, y había presentado en la pasarela femenina, pero nunca hasta ahora en la masculina. Y su estreno cosechó una ovación rotunda; pocas veces los asistentes a un desfile aplauden y vitorean con el entusiasmo de hinchas de fútbol. No le faltaban motivos, y aquí le mostramos cuatro. Por un lado, Klausner demuestra que sabe combinar tejidos, colores y estampados aparentemente contradictorios, como demuestra su asombroso conjunto de punto a rayas, o su acumulación de pijamas y batines también listados, en un caos muy ordenado que respira la esencia del diseñador belga por los cuatro costados.

Pero no solo hubo sitio para las yuxtaposiciones en equilibrio casi imposible, sino también para el virtuosismo. El abrigo de la imagen superior recuerda a los que hacían los couturiers de los años cincuenta: cuello generoso y una forma acampanada que se consigue con unas pinzas bajo el canesú. Klausner ha añadido un estampado que se superpone sobre el jacquard con detalles brillantes del tejido, y el resultado es un homenaje a la alta costura curiosamente muy moderno. El look que aparece al lado es otro alarde: pedrería, bordados y lentejuelas en un conjunto de inspiración deportiva.
Louis Vuitton

Los que esperaban que Pharrell trajera a Louis Vuitton solo moda urbana y estrellato musical estaban equivocados: el estadounidense es un devoto intérprete de la sastrería, y en su colección para el próximo verano deja un puñado de trajes memorables, en tonos tierra y con cortes a medio camino entre lo recto y lo holgado. Pero incluso cuando se limita a las prendas aparentemente más clásicas, todo tiene un aire de despreocupación que elimina cualquier atisbo de solemnidad. Los colores vienen de su homenaje a India.

¿Cuántas camisas de rayas hemos visto esta temporada? Probablemente muchas, porque el look de oficinista viene pisando fuerte y lleno de reminiscencias ochenteras. Pero la camisa de la imagen superior, a la derecha, puntúa doble por su cuello blanco y por el modo en que se integra en un estilismo impecable.
Kenzo

El japonés Nigo llegó a Kenzo para revitalizar los códigos de esta casa, y esta temporada ha cumplido con la misión al pie de la letra en un desfile celebrado en Maxim’s, el templo art nouveau del París más regio. En su colección, llena de contrastes entre tejidos, estampados y prendas de orígenes muy distintos, hay también sitio para una elegantísima reinterpretación de la chaqueta de esmoquin en clave japonesa (eso sí, con shorts de amapolas) y hasta para un abrigo con estampado de tigre.
CAMPERLAB

Hace varias temporadas que Camperlab, la marca más elevada del gigante mallorquín Camper, presenta en París su irrupción en la ropa, siempre bajo la firma de Achilles Ion Gabriel. Pero nunca hasta ahora había celebrado un desfile. Y valió la pena. La colección de moda ha crecido en tamaño y en ambición; sus primeras entregas consistían en prendas urbanas y relajadas, con acabados característicos como los trampantojos en efecto vaquero o la piel desgastada en dos colores. Ahora, ese lenguaje se expande a prendas tan impresionantes como el traje de cuadros distorsionados que abrió el desfile mixto, un ejercicio de trompe-l’oeil más ambicioso que nunca, o a las prendas de piel, radicalmente urbanas, perfectas para sobrevivir a una invasión zombi o a una noche en Berghain, el templo del techno berlinés. No es una forma de hablar: el portero de este establecimiento, todo un mito de la vida nocturna europea, participó en el desfile tras aparecer en la campaña de la marca del otoño pasado.
Craig Green

Otra noticia de la temporada era el regreso de Craig Green al calendario de París. En la década pasada, el británico irrumpió en la moda masculina con una forma de entender la ropa que marcó una época. Green se inspiraba en tiendas de campaña, paracaídas y demás dispositivos textiles para crear una especie de sofisticadísimas prendas llenas de pliegues, bolsillos y correas que estaban a medio camino entre la ropa de supervivencia futurista y la moda conceptual de altos vuelos. Su influencia fue enorme; toda una generación de diseñadores aprendió a buscar referencias fuera de la moda, y a integrar detalles técnicos con delicadeza e inteligencia. Tras varias temporadas ausente de París, este año ha regresado con una colección impecable que indaga en dos tejidos a los que nos tenía menos acostumbrados: la camisería y los estampados de tipo folclórico. Es fascinante ver cómo Green da volumen al popelín, o combina estampados florales en un ejercicio de exceso que no hubiese desaprobado la propia Rei Kawakubo (palabras mayores).
Hermès

Lo de Véronique Nichanian son palabras mayores. La responsable de la línea de moda masculina de Hermès suele aplicar técnicas que son un auténtico rompecabezas y que demuestran a qué nivel de complejidad puede llegar la vanguardia en Hermès. Y eso se aprecia en el desfile, pero mucho más en las distancias cortas. Aquí van cuatro ejemplos. En la imagen superior, la chaqueta está elaborada con cientos de estrechísimas tiras de cuero cosidas entre sí para formar una especie de rejilla. Habíamos visto efectos similares con corte láser, troquelados directamente en la piel, pero nunca algo tan complicado y deslumbrante como esto. En el look de al lado, la camisa en gris claro cuenta con una especie de jaretas que no son tales: en realidad, en el reverso llevan seda estampada con los motivos habituales en los pañuelos de la marca. Para desvelarla, Nichanian torsiona esas mismas jaretas.

En esta otra pareja de imágenes, otros dos tours de force: el pañuelo rosa que el modelo lleva al cuello parece de seda, pero en realidad es un rombo de piel finísima y maleable. Y el jersey, con un motivo de ondas, es tan interesante como los pantalones con pinzas de corte recto, el bolso de inspiración hípica y, sobre todo, las sandalias. Ha habido muchas sandalias, muchísimas, estos días. Y las de Hermès, ribeteadas con un cordel, son de las más interesantes.
KidSuper

De la hornada de marcas de streetwear surgidas durante la última década, KidSuper es una de las más peculiares. Su fundador, Colm Dillane, llegó a encargarse del diseño de una colección de Louis Vuitton antes de la llegada de Pharrell, y no es raro que su desfile en el Musée des Arts Décoratifs fuese uno de los más multitudinarios, atestado de artistas, clientes y fans de la marca. Pero en esta ocasión, aunque hubo logos bordados y prendas urbanas, también hubo sitio para un curioso ejercicio confesional: Dillane ha escrito un cuento infantil sobre un chico que viaja a la luna, y ese mismo cuento, con dimensiones monumentales, ocupaba la pasarela. Los looks de la colección eran los distintos personajes que aparecían, y Dillane se permitió experimentar con los acabados de aspecto artesanal —caligrafía, anotaciones, dibujos, pinturas, ilustraciones— en trajes tan sugerentes como el que aparece en la imagen de la izquierda. En el de la derecha, un interesantísimo patchwork de cuero. Hay vida para el streetwear más allá de los logos gigantes y las prendas deportivas sobredimensionadas.
System
¿Con qué sueña un oficinista? Con salir de la oficina, probablemente. La marca coreana System, fundada en 1990 y presente en el calendario de París desde 2019, plantea su propia respuesta a esta pregunta en forma de tejidos técnicos y prendas ligeras, casi vaporosas, que hablan de deporte, naturaleza, aire libre, ocio y libertad. Pero eso no le impide proponer su propia visión del traje. Eso sí: flexible, cómodo y estilizado.

TAAKK

Los diseñadores japoneses son parte del ecosistema parisiense desde hace décadas. Y no solo nos referimos a los astros consagrados como Yohji Yamamoto o Rei Kawakubo, sino también a generaciones posteriores de creadores que retoman ese legado de poesía, vanguardia y pasión por los tejidos. El domingo, Takuya Morikawa, el fundador de la marca nipona TAAKK, dio una de las sorpresas más agradables de la semana con una colección que reivindica el bordado y los apliques en relieve para la moda masculina. “La ropa de hombre ya no se puede restringir a un único arquetipo”, explica el diseñador a ICON. “Esta colección aspira a cruzar fronteras de género, cultura y tradición celebrando la individualidad mediante la armonía y el contraste. De la quietud al movimiento, de la artesanía a la tecnología, de lo clásico a lo vanguardista, he explorado todo lo que hay en medio”. No es casualidad que Morikawa trabajase durante ocho años para Issey Miyake: la pasión por los tejidos es igual de intensa.
Willy Chavarria


Si ha estado al tanto de los desfiles a través de las redes sociales, le habrán llegado imágenes de uno de los instantes más virales de la semana: la performance con que Willy Chavarria denunció la persecución a los migrantes por parte de Trump en Estados Unidos. Fue un gesto rotundo, toda una excepción en una semana de la moda donde la política solo fluyó sotto voce. Se agradece el compromiso de Chavarria, un diseñador con un talento descomunal para reinterpretar la elegancia a través del prisma de sus raíces latinas. Además de su exitosa colaboración con Adidas, Chavarria dejó varios trajes verdaderamente notables, en colores poco habituales y con cortes y detalles que remiten tanto a su herencia urbana como a la elegancia latinoamericana de mediados del siglo XX. Rebelión a ritmo de bolero.
Dior

Sobre el debut de Jonathan Anderson se ha dicho ya mucho; por ejemplo, la crónica que publicamos con motivo del desfile. Aquí van algunos motivos para recordar esta colección: los pantalones ‘cargo’ con volúmenes ondulantes inspirados en el vestido Delft de los años cuarenta, la nueva interpretación para hombre de la chaqueta ‘bar’ o esta combinación de abrigo largo tableado con vaqueros.

La colección tiene aires victorianos e historicistas. Tiene levitas y chalecos según patrones de hace dos siglos, pero también piezas tan deseables y abiertamente lujosas como la capa de punto de la izquierda. A Anderson le encantan las corbatas, pero les da la vuelta. Por cierto, el modelo de la derecha lleva uno de los nuevos bolsos que se incorporan a la firma con la llegada del norirlandés.

Dior tiene una larga tradición de moda masculina, pero sus orígenes están en lo femenino. De ahí los pantalones anchos que evocan la forma de una falda, los mil detalles florales (atención a las flores bordadas en el jersey de ochos de la izquierda) o toques en rosa. Ambos modelos, por cierto, llevan zapatillas tipo slipper. ¿Le parecen de terciopelo? Pues son de ante.
White Mountaineering

Yosuke Aizawa fundó White Mountaineering en 2006 para reinterpretar su pasión, que era la ropa de alpinismo. Desde entonces, año tras año presenta colecciones que reflexionan sobre la indumentaria técnica. En esta colección, el diseñador japonés se ha inspirado en una mochila con armazón de aluminio de los años setenta y en la propia historia del Gore-Tex, la membrana de aislamiento más famosa del mundo. Su colección, por supuesto, incluye prendas de abrigo, cortavientos, chubasqueros y todo tipo de ropa técnica, pero también diseños menos deportivos que transforman lo práctico en elegancia. Así sucede con los dos looks que hemos seleccionado: estos pantalones están entre los mejores de la temporada.
Rick Owens

Rick Owens celebró el momento dulce que vive su marca y su exposición en el Palais Galliera con el desfile más espectacular de la semana, que concluyó con modelos encaramados a una estructura metálica en torno a la que fluían a presión los chorros de la fuente del Palais de Tokyo. Es difícil competir con algo así, pero su ropa se las arregla para ser igual de impactante. El maestro de la exageración y la distorsión de las proporciones humanas ha creado una forma de belleza casi alienígena, pero siempre se las arregla para introducir, además, texturas complejas y tejidos que van más allá del cuero negro.

¿Cuántas vueltas se le pueden dar a un pantalón de cuero? Para Rick Owens, esta prenda fetiche tiene tantas posibilidades como le permita la imaginación. Aquí hemos seleccionado dos endiabladamente complicadas que demuestran por qué, más allá del impacto visual, Owens es uno de los diseñadores con más talento de su generación y de cualquiera.
Ouest Paris

El francés Arthur Robert es el fundador de esta marca que bebe del imaginario del western. La colección que presentó en París se inspira en las fotografías cotidianas de trabajadores de la NASA en los años sesenta para reinterpretar la moda estadounidense desde una óptica pulcra y muy sexy. Por ejemplo, el look de oficinista de la izquierda: la chaqueta y los pantalones, algo más anchos y holgados de lo ortodoxo, tienen las proporciones perfectas para ahora mismo. O el conjunto vaquero de la derecha, que demuestra por qué el potencial creativo del denim sigue siendo inagotable. El calzado, por cierto, es de Dr Martens, una marca tan perenne como los referentes de Arthur Robert.
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