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Ovy On The Drums, productor de Bad Bunny, Shakira o Karol G: “Uso la inteligencia artificial hasta para los análisis de sangre”

Es el Bizarrap colombiano, el productor latino más escuchado del mundo y el creador del sonido de los artistas urbanos más populares. Tan famoso que hasta el presidente de Colombia opina de alguna de sus canciones

El productor Ovy On The Drums fotografiado en Madrid.

O-O-Ovy On The Drums. Puede que haya escuchado alguna vez ese sintagma y quizá no sepa dónde, pero muy probablemente haya sido en alguna fiesta, radios comerciales o el hilo musical de un centro comercial. Ese grupo de palabras es el tag [firma] que Daniel Echevarría (Medellín, 1991) deja al inicio de sus canciones. No suele dar la cara, pero Ovy On The Drums es el productor musical que está detrás de los mayores éxitos del reguetón del último lustro. Es el productor latino más escuchado del mundo. Provenza o TQG, de Karol Gambas acumulan más de 1.000 millones de reproducciones– son algunos de sus mayores éxitos. Con Tusa, un himno a las rupturas sentimentales, consiguieron un hito histórico: la primera vez que una mujer colocaba una canción de reguetón en el número uno de Billboard, la todopoderosa lista de éxitos estadounidense..

Ahora mismo, Ovy está en el quinto puesto del top global de Spotify, es lo más escuchado en España y número 1 en Billboard con La Plena, su colaboración con el colombiano Beéle. Lo suyo es coleccionar éxitos. Ha conseguido 200 millones de reproducciones en Spotify en apenas días. Parece haber dado con la fórmula secreta. “No me gusta esperar el éxito. Estoy encantado de que un tema funcione, pero si esperas que se pegue, es perverso a la hora de componer y te metes presión innecesaria”, responde en un evento organizado en Madrid en colaboración con la marca de cerveza Desperados para la que ha grabado su nueva canción Guao guao junto con el cantante venezolano Micro TDH. “Puedes crear un sonido en el estudio que de repente, gracias a internet se pega y se globaliza, pero no hay una fórmula”, concluye.

Ovy On The Drums, Karol G y el compositor Kevyn Mauricio Cruz en los Grammy Latinos 2023, que se celebraron en Sevilla.

Pero ser relevante atrae las polémicas. Y él es tan grande que ha conseguido que el presidente de Colombia le critique por la letra de una de sus canciones, +57, el prefijo telefónico del país. Se pensó como una oda a la música colombiana en colaboración con lo más granado del urbano de ese país: Maluma, Karol G, Feid o J Balvin entre otros. Sin embargo, a Gustavo Petro, presidente del país, no le gustó su contenido. “En cada género artístico hay arte, pero también ignorancia. El arte perdura, la ignorancia dura un segundo”, dijo el mandatario.

¿El motivo? Un verso: “mamacita desde los fourteen”. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se pronunció al respecto señalando que la canción no contribuye a la lucha de esa institución por erradicar la explotación sexual de menores. Incluso su directora invitó a los autores a conocer las historias de explicación sexual y asesinato de niñas de 14 años en Medellín. Al poco de salir, en noviembre de 2024, la canción fue modificada en plataformas como Spotify y YouTube sustituyendo los fourteen por los eighteen. Vamos, la mayoría de edad.

“Siento que quisieron poner problemas y se unió un gremio bastante grande para tirar hate a la canción. Si uno analiza la canción bien, mamacita desde los fourteen no es nada malo, es que desde que es pequeña es una niña bonita”, se defiende Ovy al respecto. “Es explícito, sí, pero creo que hay canciones peores, con mensajes aterradores. Me parece un poco triste lo que pasó, pero sigo creyendo que es una de las canciones más grandes de mi carrera. La criticaron, pero todo el mundo la canta”, asevera el productor. Y el tema le da para reflexionar y continuar reivindicando la evolución de su género: “Si incitas al odio, la violencia, cosas fuertes… Yo no estoy con eso. No es porque sea mi canción. La veo como un tema normal de reguetón. Como artistas tenemos que tener cuidado en qué mensajes damos y hay que criticar ciertas canciones, pero el reguetón y su mensaje se ha limpiado mucho. Antes había cosas mucho más fuertes para un niño”.

El productor colombiano ha colaborado con los grandes de su género: Shakira, Bad Bunny, Nicki Minaj, Myke Towers, Becky G, Quevedo, Ozuna, Peso Pluma o J Balvin. ¿Algún favorito? “Los respeto muchísimo a todos. Hay una mezcla de artistas leyenda, de otros que están en el proceso y otros que lo están logrando. Participar en ese proceso es increíble”, asegura. “Cada vez que trabajo con un artista busco aspectos comunes de su esencia con la mía. La Plena no es el tipo de canciones que hace Beéle. Ambos nos juntamos para hacer un sonido común”, ejemplifica.

Pero Ovy On The Drums no es el único productor conocido en la actualidad. Bizarrap, Metro Boomin o Tiny son algunos otros grandes nombres. Lejos quedan los tiempos en los que los productores tenían que reivindicar su peso en las canciones o incluso los créditos. Es más, parece que vivimos la edad de oro de los productores. Ahora se siguen sentando en el ordenador, pero se les reconoce la categoría de artista. “Para lograr eso hay que construir un nombre, tener una buena relación con los cantantes… Es difícil. Hay artistas que empiezan desde el principio y tienen a su productor con el que empezaron y pegaron, entonces ya van juntos. Ya ven que es posible vivir de ello y las nuevas generaciones lo hacen desde cero”.

Ovy On The Drums durante su encuentro con ICON.

En la evolución de la música urbana también señala cosas negativas. “La industria está saturada. Ya no es tan fácil que algo funcione ahora”, opina. Según datos de Spotify, al día se suben más de 120.000 canciones a la plataforma. “Antes incluso sentía presión por tener que subir canciones constantemente. Lo importante es que el producto sea bueno. Veo como muchos colegas sacan colaboraciones o álbumes y pasan desapercibidos. Antes había un focus a nivel mundial. Ya no se siente igual. Pero, cuanto más difícil mejor”. Y de desafíos va su historia: tiene la palabra perseverancia tatuada en el cuello. “Es el valor que me acompaña desde niño y lo tengo ahí porque en momentos difíciles hay que saber trabajar, no solo en los de gloria”, explica.

Ovy On The Drums en los Grammy Latinos celebrados en Las Vegas en 2022.

El uso de la Inteligencia Artificial en la música ha traído también controversias. Principalmente, por los posibles recortes que puede traer a los ingresos del sector. Él no la teme, valora sus posibilidades y la abraza: “La uso mucho. Es una herramienta que te puede ayudar y hay que estar activos con las actualizaciones. Uso la IA hasta para los análisis de sangre. Ha venido para quedarse”, opina. Sabe que, más allá de algoritmos y automatización, hay cualidades que no se programan, como el instinto, el oído o la sensibilidad. Cuando eres el mejor en algo es difícil que te quiten el puesto.

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