Drogas, sexo pagado y sin acuerdo prenupcial: el dramático divorcio del productor David Geffen y el bailarín Donovan Michaels
Tras casi una década de relación, el joven, de 32 años, ha presentado una demanda contra el cofundador de DreamWorks, de 82, en la que expone algunos de los capítulos más oscuros de su vida en común


David Geffen (Nueva York, 82 años), reputado productor y cofundador de DreamWorks, solicitó el pasado 16 de mayo el divorcio de su marido, el bailarín David Armstrong (32 años), conocido profesionalmente como Donovan Michaels. En la petición, presentada en un juzgado de Los Ángeles, afirmaba que las “diferencias irreconciliables” eran la razón detrás de la separación. Lejos de quedar en un divorcio amistoso, la situación está empeorando: los trapos sucios están haciéndose públicos tras la denuncia presentada ahora por Michaels.
Este martes 22 de julio, el bailarín demandó a su exmarido por incumplimiento de contrato en el Tribunal Superior de Los Ángeles. Casi una década de relación —dos como matrimonio— que han acabado con un documento de 33 páginas al que han tenido acceso medios estadounidenses como Variety y Rolling Stone, sacando a la luz detalles hasta ahora desconocidos de su relación y sus comienzos como pareja. Según la versión de Michaels, la pareja coincidió en SeekingArrangements.com en 2016, un sitio web “donde hombres como Geffen buscan personas vulnerables”, explica en su denuncia.
Alega además que el multimillonario, quien según Forbes cuenta con una fortuna de 9.000 millones de dólares, lo trataba como “un experimento social viviente y un trofeo para presumir ante sus amigos ricos bajo la apariencia de benevolencia”. Y añade: “Geffen conoció el turbulento pasado de Michaels: su historial de abandono, pobreza, inestabilidad y problemas legales. En lugar de responder con empatía u ofrecer apoyo genuino, Geffen vio a Michaels como un objeto de explotación: un hombre negro joven, atractivo y gay cuyo trauma podía ser utilizado como arma para su propia gratificación personal y su imagen pública”.
La demanda expone también situaciones relacionadas con el consumo de drogas y sexo pagado. El equipo de abogados del bailarín expone que Geffen le pagó 10.000 dólares por sexo en su primera noche juntos. Con el tiempo, esa relación sexual remunerada se convirtió en una pareja aparentemente sólida: “Geffen le dijo a Michaels que lo amaba y que ambos se tratarían como compañeros de vida, compartirían sus bienes equitativamente y le apoyaría económicamente de por vida. Michaels renunció a sus sueños para dedicarse por completo a esta promesa”.
Quizá por estas supuestas promesas, cuando se casaron en 2023 no firmaron un acuerdo prenupcial: “Esto reforzó la creencia de Michaels de que la relación era genuina y duradera. Lo que desconocía en ese momento era que esto no era más que una simple transacción para Geffen”. Aunque en esta demanda de 33 páginas se han hecho públicos algunos capítulos desconocidos de estos años de relación, otros tantos —y los más escandalosos— seguirán sin conocerse —al menos por el momento— por respeto al productor, según aseguran fuentes cercanas de la expareja a Variety.
Siempre según la versión del bailarín, el productor le obligaba a depilarse por completo y controlaba su físico: “Encontró maneras de satisfacer su insaciable ansia de control. Con insultos ambiguos y desprecios sobre su pasado y su falta de sofisticación, Geffen fomentó su inseguridad y sus dudas, criticó cada aspecto de Michaels y lo controló cuidadosamente en todos los aspectos de su higiene corporal. Le exigió someterse a extensos y dolorosos tratamientos láser y dentales”.

La denuncia cita incluso situaciones ocurridas el pasado mes de junio, cuando el productor, de vacaciones con amigos en vísperas de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia, le pidió que “desalojara inmediatamente la residencia de Nueva York, lo que lo dejó prácticamente sin hogar”. Además, le cortó el apoyo financiero habitual: no puede conseguir una vivienda digna y ni cubrir sus necesidades básicas diarias. “Se muestra al público como un hombre extraordinariamente caritativo cuya fundación dona millones y millones de dólares a grupos de defensa y apoyo para las personas sin hogar y poblaciones desfavorecidas, al mismo tiempo que se esfuerza por dejar a Michaels en la pobreza y la indigencia”.
Otro de los capítulos mencionados en la denuncia ocurrió en el superyate del productor, y menciona el uso frecuente de drogas: “Le proporcionó diversas drogas ilícitas, incluyendo cocaína, éxtasis y cannabis. Se esperaba que Michaels consumiera drogas junto a él y sus amigos, quienes ocasionalmente disfrutaban del consumo de drogas duras en grupo, y él hizo todo lo posible por seguir el ritmo de vida acelerado de Geffen. Sin embargo, el traumático pasado de Michaels fue una época de gran tensión emocional”. La demanda afirma que este consumo le pasó factura y desarrolló problemas de abuso de sustancias y le obligó a acudir a tratamiento. “Atemorizado, aislado y sin atención ni apoyo significativos, Michaels no tuvo más remedio que presentar esta demanda”.
Este divorcio, además, está ocupando titulares por quiénes son las abogadas que representan a cada una de las partes. El productor está representado por la prestigiosa abogada de divorcios Laura Wasser, quien anteriormente ha defendido a Britney Spears, Heidi Klum, Kim Kardashian, Ashton Kutcher, Ryan Reynolds, Melanie Griffith, Johnny Depp y Liam Hemsworth. Michaels trabaja con Samantha Spector, letrada que ha representado a Kanye West y Amber Heard. Este enfrentamiento vuelve a tener a ambas abogadas como protagonistas de uno de los divorcios de los que más se va a hablar en Hollywood este verano.
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