Menú semanal de El Comidista (26 a 4 de marzo)

Queso azul, bulbos de invierno, cítricos y escarola. Vas a ver quién manda en el mundo de las ensaladas. Y con pan tostado ya lo flipas.

Esta receta te dejará churretes de tomate y de felicidad en tu cara. Y te ayudará, de paso, a tener un lunes tan crujiente como su rebozado.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos. Pero es un mal menor comparado con la jugosidad de esta fruta y su sabor.

¿Quieres algo calentito que alimente? Repite conmigo: ra-men. El soponcio japonés, que además puedes hacer con productos de aquí.

Los berenjenófobos se quedarán picuetos -y encantados- cuando prueben la salsa cremosa de berenjena, que acompaña a este platazo.

Este postre se hace en dos patadas, lleva frutas de temporada y, a la vez, satisfará tus más bajos instintos cerdunos y vacaburrescos.

Sí, hamburguesa. Sí, sin carne. Pero tan deliciosa como las del mejor buey y bastante más sana y barata. Te sorprenderás, créenos. 

Si te pensabas que esta salsa italiana solo casaba bien con la pasta, error. La puttanesca va bien también con pescados. Alucina.

Marzo, decíamos, ya está aquí. No podemos ralentizar el paso del tiempo, pero podemos endulzarlo. ¿Qué? ¿Se te hace la boca agua, eh?

Este plato es cocina reconfortante, clasicorra, muy franchute y ajena a bobadas antihidratos o antilactosa. Así, así se empieza un mes, copón.

En lugar de freírlas, te proponemos que cocines estas deliciosas albóndigas en el horno o sartén tapada. Y luego, si eso, nos cuentas.

Y, cómo no, no podía faltar un jetapostre de los nuestros en el menú semanal. Si no te cuadra lo del aguacate, espera a verlo con canela.

Es temporada de espárragos y, seguramente, no te descubramos nada. Pero sí podemos darte tres imaginativas recetas para variar un poco.

Lo reconfortante de una sopa y lo sabroso de un arroz seco de marisco, con una complicación mucho más cercana a lo primero -o sea, nula-.

Cuando saques esta tarta de la nevera, volverás a tener seis años. El tiempo vuela, pero los recuerdos -y los sabores- permanecen.

Te damos el plan hecho: brunch en casa. La compañía es cosa tuya. Nosotros ponemos la salsa holandesa y los huevos escalfados.

¿Puede haber algo mejor que hacer el vago los sábados? No, pero llenar la casa con el olor de unas magdalenas caseras se le acerca.

Unas patatas aptas para el horno, algo de sobrasada, un toque de quesazo, miel y hierbecillas: nada puede ir mal en esta receta.

Este flan lleva leche de almendras y agua de azahar. Y el toque de las naranjas, claro. Avisamos de que se te hará tan corto como tu semana.

Si te gusta más un vermut que levantarte tarde, prueba el marianito: vermut con ginebra. El aperitivo, ya sí, corre de tu cuenta.