Las mejores fiestas y romerías gastronómicas para ponerte las botas este verano
En cada rincón de España existe una celebración tradicional que implica disfrutar de buenísimos platos y productos. Aquí recopilamos nuestras favoritas

“Y la gente por el prado no dejará de bailar/mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar”, cantaba Víctor Manuel. Durante todo el año, pero especialmente en verano, el mapa de España se ilumina de romerías y fiestas gastronómicas, salpicadas de costumbres centenarias, casetas y tragos, luces y disfraces, concursos y desafíos, viandas locales exquisitas. Días eternos, tardes de feria y noches cautivadoras repletas de sardinas a la brasa, quesos de leche cruda, vinos volcánicos, tomates de otra galaxia o suculentas empanadas.
Sería imposible recopilar todos los eventos de este tipo que tiñen de magia, buena comida y refrescantes brindis la temporada estival. Hay romerías hasta debajo de las piedras; en pueblos recónditos y en la resistencia de la España vaciada; en las grandes urbes y en las ciudades costeras, en aldeas pequeñas y en los barrios transformados en verbena, en las agrestes montañas y en las empedradas plazas mayores.
Con la ayuda de periodistas, gastrónomos y amantes de estos saraos, recopilamos cuáles son algunas de las fiestas gastronómicas con más solera, encanto y arraigo de nuestra geografía para que comas, bebas y dances como si el mundo se fuese a acabar al día siguiente. Ponte la canción de Baiuca y Rodrigo Cuevas y prepárate para el mejor verano de tu vida. “Hei de cantar toda a noite. Que mañán hai romería. Hei de cantar toda a noite. Que mañán hai romería. Dinme que son com′as bruxas. Que ch’andan coa bruxería”.
La Verbena de la Paloma: gallinejas, entresijos y limoná para chulapos acalorados
“Madrid es muy pueblo para algunas cosas y muy urbanita para otras. En las fiestas gastronómicas diría que es más lo segundo, pero en agosto tienes La Verbena de la Paloma, en el barrio de La Latina”, recomienda Helen Santiago, guionista, cómica y colaboradora de El Comidista. Tendrá lugar del 14 al 17 de agosto de 2025 y es un plan realmente apetecible para sortear el calor de la capital, como hizo Itsaso Arana en la peli de La virgen de agosto (2019, Jonás Trueba). “Es lo más parecido a una feria en la capital, vaya”, puntualiza.
¿Qué hacer en esta verbena? “Es un clásico donde se aprovecha para beber vermú y limoná, donde puedes degustar los típicos platos madrileños como las gallinejas y los entresijos (que, de no ser por este tipo de ocasiones, se comerían mucho menos). Todo ello aderezado con música, barras en la calle y tómbolas”.

La fiesta de la sardina en Candás: gaitas, pescado a la parrilla y adiós a la noción del tiempo
Sara Cucala, escritora, periodista y cineasta, directora de la productora Pnka Producciones y del centro de cultura gastronómico A Punto, nos teletransporta a Asturias. Concretamente a la villa marinera de Candás, conocida por unos famosos dulces llamados marañuelas y por la fecha que estás a punto de descubrir. Acudió de joven por primera vez a la fiesta de la sardina en Candás, y desde entonces, siempre que puede, le gusta cumplir con este ritual. “Se celebra todos los años el día uno de agosto, coincidiendo con las fiestas de San Félix”, cuenta.
“Ese día se asan miles de sardinas en plena calle, la gente come al aire libre, dejándose perfumar por el humo de mar que desprenden las parrillas callejeras”, cuenta Cucala, que disfruta de comerlas con las manos. El ritual incluye música, baile y naturaleza. Acudes en pandilla, comes “atronada por las melodías imparables de las gaitas y todo ello, en el puerto del pueblo, oteando ese horizonte rebelde que es el Cantábrico, al cual siempre le acompaña un cielo de amenazante lluvia. Después del banquete llega el baile, aunque no te sepas los pasos de la Danza Prima, pero así son las romerías en Asturias: comida, baile y pérdida de la noción del tiempo”.

El santo domingo del tomate en Denia
“Mi fiesta gastronómica estival favorita tiene lugar el último domingo de julio, cuando organizamos en Els Magazinos —el mercado gastronómico y cultural de Denia, Alicante—, un día festivo alrededor del tomate, uno de mis grandes amores del verano”, nos cuenta la periodista y comunicadora gastronómica Marina Vega Obregón, creadora de eventos gastronómicos fugaces en Mesa Efímera y colaboradora de publicaciones como la Guía Repsol. “Solamente lo como de junio a agosto, por lo que espero pacientemente durante todo el año hasta que este manjar efímero está en su máxima plenitud”, puntualiza.
El último domingo de julio celebran el Concurso de la Millor Tomaca de la Marina, al que se presentan decenas de agricultores con diferentes variedades. “Tomate rosa, tomate valenciano, cor de bou, cherry, tomate de penjar... ¡Incluso hay una categoría de tomate en conserva!”, celebra Vega. “Es un homenaje al producto de proximidad y de temporada, pero sobre todo a los productores: con el proyecto Cuina de Territori de Els Magazinos, ponemos cara y voz a las personas que cultivan el producto que llega hasta nuestras mesas”.
Este año la periodista presentó por primera vez la XII Fira de la Tomaca del Perelló (Valencia), que tuvo lugar del seis al ocho de junio. “Mi verano sabrá a tomate más que nunca”, se ríe. Su devoción por el manjar de la huerta es tan grande que hace años le escribió esta carta de amor.

La Vará del Pescao en Arinaga: sabor marinero y procesión de embarcaciones
Vanessa Santana, periodista y cronista gastronómica, sumiller y food stylist, tiene un plan infalible para el tórrido agosto canario. “Cada último viernes de agosto, el pueblo costero de Arinaga, en Gran Canaria, se llena de vida con la celebración de La Vará del Pescao, una festividad popular que rinde homenaje a los pescadores locales”, señala. Aunque no tiene carácter religioso, la jornada se ha convertido en uno de los eventos más esperados del verano “por su ambiente festivo y su profundo arraigo en la identidad marinera del municipio”.
Santana explica que el acto central es una animada procesión que recorre la avenida marítima, encabezada por la emblemática Barca de La Vará, símbolo de la tradición pesquera del lugar. Junto a ella, unas veinte embarcaciones acompañan el recorrido mientras se asan sardinas al aire libre, que luego se reparten gratuitamente entre los asistentes. “Música, disfraces y alegría popular envuelven esta singular comitiva que parte desde Risco Verde y se extiende hasta la playa de Arinaga, convirtiendo el paseo en una auténtica fiesta del mar”, describe. “Más que un simple acto lúdico, La Vará del Pescao es una expresión de convivencia, tradición y cultura gastronómica, que une a vecinos y visitantes en torno al mar, al fuego y al sabor de las sardinas recién asadas”. Una experiencia que cada año crece en participación y emoción, reafirmando el vínculo de Arinaga con su legado pesquero.

Fiesta de la Vendimia en La Geria: vino, paisaje y tradición
Cada mes de agosto, el singular paisaje volcánico de La Geria, en el corazón de Lanzarote, se convierte en el escenario de una de las celebraciones más emblemáticas de la isla: la Fiesta de la Vendimia. “Esta festividad rinde homenaje al trabajo de los viticultores y al legado vinícola de la isla, cuyo cultivo de la vid en ceniza volcánica ha sido reconocido internacionalmente por su carácter único y sostenible”, explica Vanessa Santana.
Toda la fiesta está vertebrada en torno a la recolección de la uva, ofreciendo una jornada repleta de actividades tradicionales y culturales. “Una de las más simbólicas es la trilla con camellos, que recuerda las antiguas prácticas agrícolas de Lanzarote”, destaca la periodista canaria, añadiendo que a lo largo del día los asistentes se topan con representaciones folclóricas, exposiciones de productos artesanales, actuaciones musicales y talleres sobre la elaboración del vino.
El protagonista indiscutible es el vino malvasía volcánico, característico por su aroma afrutado y cuyo origen está precisamente en las tierras negras de la isla. Durante la celebración, los asistentes pueden degustar una amplia variedad de vinos locales, maridados con quesos artesanales, dulces típicos y otras delicias de la gastronomía lanzaroteña. “Un tributo al ingenio agrícola de los conejeros y a la armonía entre el ser humano y el entorno. Rodeados de viñedos que crecen en hoyos protegidos por muros de piedra, los visitantes disfrutan de una experiencia sensorial que mezcla tradición, paisaje, sabor y cultura”, concluye.

Sant Antoni en Sa Pobla: animales bendecidos, torrades y embutidos cocinados en la hoguera
Si quieres guardarte una fiesta gastronómica de invierno, la recomendación del charcutero y escritor gastronómico Xesc Reina -ganador del Premio de la Littérature Gastronomique 2025 por su obra Porca miseria: Los oficios de la carne (Col&Col Ediciones)- es Sant Antoni en Sa Pobla, declarada de interés turístico en 1966. “Vivo en Mallorca desde el 95 y es la mejor fiesta. En verano hace demasiado calor”. Sus raíces son muy antiguas: está documentada desde 1365 y tiene un fuerte arraigo popular. Su nombre hace alusión a San Antonio, santo eremita, patrón de los animales y protector del ganado, y se celebra principalmente el 16 y 17 de enero, con actos que se extienden hasta el 2 de febrero. Su origen está en las antiguas ceremonias paganas relacionadas con la agricultura, el solsticio de invierno y la protección animal.
“Es una fiesta donde cobran protagonismo las hogueras, las canciones tradicionales y los embutidos de la matanza tradicional del cerdo, como las primeras longanizas, la panceta, los botifarrones mallorquines, que son como nuestra morcilla local o la mítica sobrasada. Es muy especial porque de cada cerdo es una sobrasada de un tiempo determinado”, relata Xesc. También se degusta la espinagada, un pastel salado o coca rellena de anguila y verduras como la espinaca -aunque también puede ser de carnes como el lomo- y el berenar calobre, un desayuno para la ocasión consistente en chocolate caliente, ensaimada y coca de Sant Antoni, una especie de coca mallorquina elaborada con patata hervida y longaniza.
Lo bonito de San Antoni es su multitudinaria verbena: todos los particulares pueden solicitar el encendido de las hogueras en las calles y plazas de la villa, donde se asan los diferentes embutidos. Tras la cena, los sonadores y cantadores van cantando de hoguera en hoguera piezas populares, la mayoría de alto contenido sexual y escatológico. “Canciones verdes de hace 100 años”, ríe Reina, aunque algunos también tiran de ingenio e improvisan sus glosas en el momento. Tampoco faltan las beneïdes o bendiciones de animales, y la hechizante presencia de dimonis, presentes en los desfiles y las danzas, y que simbolizan la lucha entre el bien y el mal, representando las tentaciones que acechan a San Antonio Abad.

Feria de la Urta en Rota: folclore, casetas y un primo andaluz del pargo
Alberto Granados, escritor, locutor y periodista, director de la revista Gastro Planet y de Planeta en Conserva, barre hacia el sur. “Para hablar de una fiesta gastronómica tengo que tirar para mi pueblo de adopción: Rota (Cádiz), donde se celebra desde hace muchos años la Fiesta de la Urta, declarada de Interés Turístico de Andalucía, en la que se rinde homenaje a un plato mítico del pueblo: la Urta a la roteña”.
Este pescado blanco, primo del pargo y de origen modesto –lo consumían hace décadas familias humildes y los propios pescadores– fue popularizado a comienzos del siglo XX por el cocinero Alonso Camacho en el restaurante Miramar. Se prepara al horno, con caldo de pescado y una generosa guarnición, bautizada como roteña, con cebolla, pimientos, laurel, vino seco de Jerez y tomate maduro.
“Durante varios días –este año será del 31 de julio al tres de agosto–, la villa se llena de casetas, atracciones y escenarios donde tienen lugar conciertos, actuaciones carnavalescas y flamenco. Los momentos más importantes son: el concurso de preparación de la urta, que después se distribuye al público; la entrega del galardón “Urta de Oro” y la ruta de tapas a la roteña”, explica Granados. Más allá del emblemático pescado, encontrarás bailaoras, orquestas y un recinto ferial con atracciones para niños y mayores”.

L’Aplec del Cargol, trece toneladas de caracoles a la llauna
El caracol es un símbolo ancestral de la cocina tradicional de Lleida, hoy totalmente presente no solo en las huertas y fogones de sus habitantes o en los restaurantes tradicionales, sino también en la cocina de autor y en las nuevas tendencias gastronómicas. Aunque se cocina de muchas maneras, como a la gormanda o en cazuela, la manera más popular de prepararlo es a la “lata”, en una plancha metálica plana con asas. Es lo que se conoce como caracoles dejunats, puestos sobre lata de uno en uno y boca arriba, cocinados con el calor de las brasas.
O lo odias o lo amas. Si eres fanático del ingrediente o te pica la curiosidad, existe una genuina fiesta gastrocultural encomendada al caracol. La recomienda Mònica Escudero, editora de El Comidista. Se trata del Aplec del Cargol de Lleida, que empezó en 1985 y tiene lugar a finales de mayo, “aunque tienen una edición de otoño en octubre y también un montón de actos relacionados que tienen lugar durante todo el año y en diferentes sitios”, explica Escudero. La cita con el molusco atrae cada año a unos 200.000 visitantes y ha sido declarada Fiesta de interés turístico nacional. Sus cifras son espectaculares: 121 peñas, 16500 peñistas y 13 toneladas de caracoles despachadas en la última edición. Los preparan a la llauna, en la sartén, salpimentados y acompañados de salsas.
En verano también puedes disfrutar de tu ración de caracoles, ya que La Federación de Peñas del Aplec del Caragol de Lleida (Fecoll) y la Fundación Festa Major de Gràcia estan hermanadas y promueven acciones para dar a conocer el valor de este invertebrado en la cocina. “En las Festes de Gràcia siempre hacen un concurso y tienen un sitio donde sirven unos caracoles en salsa buenísimos. Se toman muy en serio la cultura cargolera y preparan recetas deliciosas”, señala la editora de El Comidista. El año pasado Ferran Montardit, tesorero de la Fecoll, ganó el VI Concurso Cargols a la Gracienca con su receta de caracoles a la llauna, salteados con sofrito de ajo, cebolla, tomate y cayena; y un crocante de nueces elaborado con mantequilla y brandy.

Festival de la Lavanda en Brihuega: días violetas en “la Provenza” de Guadalajara
La periodista gastronómica Laura Caorsi, coordinadora editorial de la revista Consumer, llegó de casualidad hace unos años a la Fiesta de la Lavanda en Brihuega, que este año tendrá lugar los días 11, 12, 18 y 19 de julio, y se quedó enamorada de su estampa violeta y de la originalidad de su propuesta. “Fui a fotografiar campos de flores y acabé cenando en Brihuega, con helado de lavanda como postre. Es una fiesta temática y recuerdo que comí en un restaurante que había hecho un menú especial utilizando lavandas como ingrediente y elemento decorativo”.
Se trata de un festival de orgullo rural, con cenas y conciertos únicos al atardecer. En los últimos años pasaron por allí Luz Casal, Café Quijano, Rozalén, Revolver, Ketama o Maldita Nerea, entre otros. Este año, en el encuentro cultural y sensorial en la región, apodada como “la Provenza española” sonarán Los Secretos, Iván Ferreiro, El Arrebato y Beret. A nivel gastronómico, la lavanda es la sorprendente protagonista de múltiples elaboraciones, desde pastas a licores. El dress code es obligatorio: blanco, en contraste con sus inmensos campos de lavanda.

Festa da Empanada en Bandeira: sabrosa merienda en la carballeira
Jorge Guitián, periodista gastronómico y colaborador de El Comidista, apuesta por la Festa da Empanada de Bandeira, “quizás la más multitudinaria de las fiestas dedicadas a la empanada de Galicia, que junta a miles de personas en una carballeira, donde las peñas comen y celebran durante todo el día mientras un jurado valora docenas de empanadas, tanto presentadas por profesionales como por aficionados”.
Esta fiesta popular nació en 1974, cuando un grupo de amigos decidió llevar empanadas a la carballeira de este pequeño pueblo pontevedrés para disfrutar de una tarde agradable al compás de la música tradicional gallega. El aperitivo congregó a una docena de familias, pero hechizó a los vecinos, que decidieron preparar para el año siguiente un concurso para elegir la mejor empanada. Hoy son miles de asistentes y la merienda tiene la consideración de Fiesta de Interés Turístico de Galicia desde 1999 y de Interés Turístico Nacional desde 2018. En Bandeira no encontrarás solo gastronomía, sino también artesanía, música, juegos o tradición oral.

Artzai Eguna o día del pastor en Uharte Arakil: oda al queso de leche cruda de oveja latxa
En la localidad Navarra de Uharte Arakil se celebra el último domingo de agosto el Artzai Eguna o día del pastor, la elección de la periodista gastronómica Eva Dallo. “Es una jornada preciosa con la impresionante Sierra de Urbasa como telón de fondo, en la que los pastores y sus perros parecen comunicarse por telepatía para llevar a sus ovejas de un lado para otro”.
Si eres amante del queso, anota la fecha. “Este estupendo espectáculo está acompañado de un concurso de queso de leche cruda de oveja latxa –como el idiazábal–, la de pelo largo que parece aficionada al heavy metal, así como de una feria de productos artesanos. Entre estos últimos se pueden encontrar, además del mencionado queso, cuajada, miel, talos con txistorra y otras cosas. Es una jornada preciosa para sumergirse en el valle de la Sakana sus costumbres y sus sabores, por un día”, recomienda Dallo. El año pasado, el restaurante Baserriberri de Pamplona batió todos los récords previos al comprar el queso ganador por 4.800 euros. Lo elaboran en la quesería Infernuko Gazta, de Lekaroz, premiada por tercera edición consecutiva.
El Xiringüelu: la religión de las fiestas de prao
“Mi chico es asturiano y todos los años me habla de ellas con fervor, especialmente de la de Xiringüelu, que para ellos es una religión”, explica Helen Santiago. En su web ya lo prometen: bienvenidos a la mejor romería del mundo. El nombre de la romería obedece al verbo “xiringar”, que en asturiano significa moverse o agitarse, y que alude a su baile, caracterizado por sus pasos movidos. Se celebra el primer domingo del mes de agosto en el prado Salcedo, situado junto al Río Nalón en el concejo asturiano de Pravia.
“Las peñas van a un prado y llevan sus propias bebidas y cosas para comer. La gente construye su propia caseta –estructuras improvisadas en las que meter una nevera, llenarla de sidra e invitar a amigos– y allí que pasan el día hasta que revientan, porque así son los asturianos”. Unos 50.000 se dan cita cada año. Entre las comidas más famosas destacan la empanada, el lacón, la tortilla, el pulpo o el pollo: como se suele decir, lo que pasa en el prao se queda en el prao.

Tast Tiana, comilona de vecinos en un precioso centro histórico del Maresme
A Daniela Santos Quartino, periodista freelance de diseño y gastronomía y editora de libros ilustrados, le chifla Tast Tiana, que se celebró este año del 13 al 15 de junio en Tiana, un pueblo del Maresme en la costa de Barcelona. “Es pequeñita y muy local, con la participación de los restaurantes y bodegas del pueblo, ya que en la zona se hacen vinos de la DO Alella”. Incluye catas de vino, conciertos en los jardines, talleres, muestras gastronómicas y paseos por los viñedos, por lo que es una cita imperdible para los amantes del vino.
“Se ponen mesas en las calles y plazas del precioso centro histórico de Tiana y allí se encuentran todos los vecinos a comer y beber. Una maravilla”, cuenta Santos Quartino. En cuanto a los vinos más característicos de la denominación, destacan los blancos, secos o dulces. La variedad más típica es la charelo o pansa blanca y la garnacha blanca; el vino rosado fresco y ligero elaborado con garnacha, pansa rosada y merlot y un vino tinto afrutado y suave, con cepa de tempranillo, que en la zona se conoce como ull de llebre, ojo de liebre en catalán.

Día de la Pasa de El Borge: viaje al centro de la fruta deshidratada
La escritora gastro Lakshmi Aguirre está prendada del Día de la Pasa de El Borge, en la sierra malagueña. “Es un pueblo pequeñísimo que recibe miles de visitantes el tercer domingo de septiembre. Y este pueblo pequeñísimo es, además, el primer productor de pasas de España”, explica sobre esta curiosa festividad gastronómica consagrada a la fruta deshidratada. En esa jornada, pasa de los 1.000 habitantes a los 10.000.
“Es un día en el que se pone en valor el oficio y por todo el pueblo se puede ser testigo de escenas de vendimia, secado, transporte e incluso de cestería”, relata Aguirre, que cuenta que en todos los rincones hay puestos con comida –”gazpachos, ajoblancos, embutidos, unos arroces buenísimos”– y “pandas de verdiales poniendo la banda sonora a la celebración”. “Por supuesto, todo se riega con vino moscatel. Bajar del pueblo a la ciudad ya es otra historia…”, dice. Una fiesta ideal para dar la bienvenida al otoño, llevarte una bolsita de pasas de regalo y probar moscatel, migas, hornazo y otros productos típicos de la gastronomía de la comarca de la Axarquía.

Feria Internacional del Queso Artesano de Pesquera: tres décadas de amor por el queso
Aitor Lobato, fundador junto a Sara Hart de la Lleldiría-Fermentería de los Valles Pasiegos, cuyos premiados quesos se elaboran en una cabaña restaurada de hace 150 años –con leche de pastores locales y vacas en libertad– se queda con una feria preciosa: la Feria Internacional del Queso Artesano de Pesquera (Cantabria), que suma ya 29 ediciones, atrae a unos 5.000 visitantes cada año, y se ha afianzado como la más importante de Cantabria. Tiene lugar los días 14 y 15 de agosto, como preámbulo a la festividad de San Roque, patrón local. La feria incluye actividades folclóricas, conciertos y talleres relacionados con el queso, mientras que el broche final es la ceremonia de la preparación del Licor del Peregrino, a cargo de la Cofradía del Queso de Cantabria.
“Es una pasada, yo iba desde pequeño y las familias suelen ir con idea de comprar queso y hacer pícnic”, dice Lobato, echando la vista atrás. “Además, hay encuentro de hermanamiento de queserías, lo organiza una asociación local de forma muy popular y promueven mucho la movilidad sostenible. También reducen la huella de carbono de la feria con plantación de bosques”, puntualiza, Este es el primer año que participarán como quesería, ya que el cupo es muy reducido.

Día del Traje Típico Ansotano en Ansó: vestimentas antiguas, jotas y migas
Claudia Polo, divulgadora gastronómica, activista de la cocina consciente y autora del libro Entorno, recomienda el Día del Traje Ten Ansó (Huesca). “Es un día muy especial porque todo el mundo se viste de ansotano, se sacan los trajes antiguos: una fiesta preciosa. Se suelen repartir migas”, relata. En 2025, la fiesta –declarada de Interés Turístico Nacional– caerá el 31 de agosto. En ella, 100 vecinos y vecinas lucen este traje, uno de los más antiguos y singulares de toda Europa, mientras se representan costumbres típicas y tareas cotidianas de antaño, hay una ronda de jotas por las calles y un mercado artesanal.
Curiosamente, tras la Guerra Civil, la mitad de la población todavía seguía llevando este traje, y en 1950 diariamente lo vestían más de 80 personas. De origen medieval y caracterizados por sus tejidos robustos y coloridos, la abundancia de detalles decorativos, la amplia horquilla de modelos y los laboriosos peinados. Si acudes podrás contemplar diferentes tipos, como los trajes de bautismo, periquillo, cofradía o saya.

La Fabada de Santa Apolonia, potaje para 500
“Quien habla de romerías en Asturias, habla de fiesta de pueblo. Cada uno celebra sus propias tradiciones, siempre en torno al patrón o danto del pueblo. Pero la tradición va mucho más allá. Todos sabemos que Asturias es sinónimo de hospitalidad y sobre todo de comer”, explica Aitor Luis Vega Vigil, apasionado del lácteo y responsable de la tienda 250 gramos de queso. Su fiesta gastronómica recomendada tiene lugar en un pequeño pueblo de no más de 200 habitantes llamado Leceñes, situado en la parroquia de Valdesoto, en el centro de Asturias. Allí, cada primer domingo de septiembre, tiene lugar la Fabada de Santa Apolonia. Dos vecinos de la parroquia —Pinon y Canor— tienen la responsabilidad de preparar fabada para más de 500 comensales: llevan cumpliendo con esta tradición casi 30 años.
Pero el inicio de la misma viene de mucho antes: según relata Aitor Vega, a mediados del siglo pasado, tras toda una jornada de romería, los dueños del bar del pueblo se presentaron en la fiesta a altas horas de la noche con una enorme cacerola de fabada para agasajar a todos los romeros.
“Con la recuperación de la fiesta a finales de los noventa se decidió dar un giro y poner la fabada en el almuerzo del domingo, pero en un guiño a esos primeros años de la fiesta, el último día de la romería con el final de las orquestas —alrededor de las 5 o seis de la mañana— la comisión de fiesta convida a todos los romeros que aguantaron la verbena nocturna a un buen plato de fabada con su compango”. Si eres de los que aguanta hasta altas horas, “nada mejor que un plato de fabada para amortizar los excesos de la noche”.
Romería do Naseiro, más conocida como Romaxe do Bo Xantar
Cinco días y cinco noches en un pinar de la Mariña Lucense a orillas del río Landro donde niños, jovenzuelos y mayores se lo pasan en grande y comen (y beben) hasta reventar. Cada pandilla o familia construye su propia “mesa” o cabaña, mientras no faltan las orquestas, la popular sesión vermú que se alarga hasta bien entrada la tarde, el mercadillo, las atracciones, las partidas de cartas, las charangas y sobre todo, ingentes cantidades de comida. Cada uno de los días está dedicado a una comida: el viernes, pulpo; el sábado caldo, el domingo, una amplia variedad de comida como mariscos o carnes; el lunes, empanada y el martes, sardinas.

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