Tres sándwiches de atún, pollo o huevo con mayonesa y distintas formas de tunearlos
Con unas recetas base y algunos ingredientes extra para darles vidilla, estos bocadillos sirven tanto para sacarte de un apuro como para alimentar tu nostalgia


Algún tipo de encanto reside en poner una pastufla cargada de mayonesa entre dos rebanadas de pan de molde para que se gane la simpatía de tantos. Puede ser por pura nostalgia, por teletransportarnos a momentos vacacionales en aeropuertos y estaciones de tren, o, más probable y menos ñoño, por una simple cuestión de palatabilidad. Son blanditos, húmedos y, generalmente, con sabores aptos para todo momento y público. Sin embargo, la mayoría de las veces que los consumimos no destacan por su calidad ni su buena ejecución. Si aún así nos atrapan como lo hacen, ¿por qué no prepararlos bien y convertirlos en algo aún mejor?
A continuación encontrarás las recetas base de los tres sándwiches de esta categoría que consideramos más populares y fáciles de preparar, así como distintas maneras de modificarlos para darles una pizca más de gracia. Puedes hacerlos tan mayonesosos como quieras, con mayonesa casera o industrial –así como con alguna variante si no comes huevo–, aunque te recomendamos que no te pases con la cantidad para que el pan pueda aguantar bien el relleno sin humedecerse en exceso. Si no consumes atún o pollo, puedes intercambiarlos por garbanzos cocidos apenas aplastados con un tenedor. Un último apunte: recuerda que la mayonesa y el calor no son buenos amigos, así que no recomendamos preparar estos sándwiches para llevártelos a la playa, a la piscina, al monte o a cualquier sitio donde no vayan a estar refrigerados.
De atún
¿Podemos afirmar que es el sándwich ‘mayonesoso’ por excelencia? ¿Sería correcto afirmar también que andan circulando por ahí algunos malos, malísimos? Nos preguntamos entonces, ¿es tan complicado hacer un buen sándwich de atún? No, no lo es si le pones un mínimo de cariño al asunto. Para preparar dos sándwiches, pica muy fino un trozo de unos cinco centímetros de apio, cinco pepinillos pequeños o uno grande y una chalota. Mezcla estos ingredientes en un bol con 140 gramos de atún en lata –escurrido, por supuesto–, tres o cuatro cucharadas de mayonesa y dos cucharaditas de mostaza (elígela según la intensidad que prefieras). Prueba el relleno y añade sal si fuera necesario. Si puedes, déjalo reposar en la nevera durante unas horas; si no, sigue adelante. Monta los sándwiches con rebanadas de pan de molde blanco o integral, con o sin bordes.
Cómo tunearlo
Hay muchas maneras de modificar el sándwich de atún para darle distintos toques. Si lo que quieres es viajar en el tiempo, ponle maíz dulce de lata y que te importe muy poco lo que digan los pobres que sufren de elitismo gastronómico. Para darle un poco de frescura, añade lechuga cortada en trozos o en tiras finas o tomate en rodajas –ten en cuenta que este último le añadirá un extra de humedad considerable y quizás te convenga reducir un poco la cantidad de mayonesa–. Si quieres acentuar el sabor a pescado, puedes añadir una o dos anchoas bien picadas, un poco de alga nori también picada fina o unas huevas de pescado si nos ponemos finolis. Para un toque más ácido o avinagrado, agrega a la mezcla unas aceitunas verdes en rodajitas o picadas o cualquier otro encurtido más allá de los pepinillos. Por último, una opción para pasarlo al lado gocho: conviértelo en un tuna melt.

De pollo
Podrías prepararlos partiendo de cualquier sobra de pollo –asado, a la plancha, a la barbacoa, etc.–, pero si no tienes, hazlo de como te indicamos a continuación para que te quede jugoso. Para dos sándwiches sala una pechuga de unos 250 gramos y lleva a ebullición agua con sal –una cucharada rasa de sal gruesa para un litro, aproximadamente–. Cuando hierva, introduce la pechuga, baja el fuego y deja que se cocine durante 20 minutos. Retírala, déjala enfriar y pícala. Pica también muy fino media zanahoria pequeña o una cucharada de zanahoria rallada encurtida, un cuarto de cebolla morada o una chalota, un puñado de hojas de perejil y una cucharada de alcaparras. Mezcla todo en un bol y añade tres o cuatro cucharadas de mayonesa, sal y pimienta negra recién molida. Del mismo modo que en la receta anterior, si tienes tiempo, déjalo reposar. Monta los sándwiches con las rebanadas de pan blanco o integral, con o sin bordes.
Cómo tunearlo
Algo bueno tiene la insulsez de la pechuga de pollo: admite muchas combinaciones. Al relleno que te proponemos arriba puedes añadirle otros elementos vegetales como remolacha encurtida en daditos, guisantes, maíz nuevamente, aguacate, la parte verde de la cebolleta, apio o ajo picado fino. También ingredientes aromáticos como ralladura o zumo de limón o lima, hierbas frescas –las que quieras– o especias como el curry. Con nueces o almendras picadas conseguirás darle cierta textura, con uvas pasas o miel un poco de dulzor y con mostaza de Dijon o un trocito de queso azul desmigado aportarás intensidad de sabor.

De huevo
El sándwich de ensaladilla de huevo es un clasiquísimo de la cocina de Estados Unidos y Reino Unido –egg salad sandwich–, y de la de Japón –tamago sando–. Es difícil entender su gracia sin probarlo, así que para preparar dos sándwiches comienza llevando agua a ebullición en un cazo. Cuando esté hirviendo, introduce tres huevos M con cuidado y cuenta 10 minutos. Transcurrido ese tiempo, pásalos por agua fría o introdúcelos en un bol con agua con hielo para cortar la cocción. Pela y corta los huevos por la mitad y separa las claras de las yemas. En un cuenco aplasta las yemas con un tenedor y mézclalas con tres cucharadas de mayonesa hasta obtener una pasta uniforme. Pica las claras y añádelas a la mezcla. Salpiméntala al gusto, prueba y corrige. Monta los sándwiches con las rebanadas de pan blanco sin borde –altamente recomendado el uso de este tipo de pan–.
Cómo tunearlo
Uno de los añadidos más comunes en este sándwich es el cebollino picado, aunque también admite otras hierbas frescas como perejil, cilantro, albahaca o eneldo. Puedes añadirle un extra de sabor con una cucharadita de la mostaza que más te guste así como incorporar pepinillos picados o relish de ídem. Para convertir tu sándwich de huevo en un tamago sando, cambia la mayonesa que estés utilizando por kewpie, ligeramente dulce, con más sabor a huevo y terriblemente adictiva. Si te gusta el picante, tienes distintas opciones: un poco de kimchi picado, unas –o unas cuantas– gotas de sriracha u otra salsa ardiente, o una pizca de wasabi.
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