Flan de café y cardamomo
La combinación del caramelo, el café y el cardamomo hacen de este postre una opción muy fácil y rica para terminar cualquier comida


En todas las casas debería haber una receta de postre infalible. El postre infalible es ese que se puede preparar con antelación y servirse en el momento de comer aparentando tranquilidad. También es muy sencillo de hacer y sus pasos se ejecutan casi sin consultar las instrucciones. Ese postre en el que puedes depositar toda tu confianza porque sabes que nunca va a dejarte tirado.
En mi casa, el postre infalible tiene forma de flanera. O es una pannacotta o es un flan. Manejo la fórmula base de ambos postres a mi antojo para incorporar sabores y matices distintos. No es que las versiones clásicas no estén bien; todo lo contrario, pero de tanto hacerlos empecé a improvisar un poco. Pannacotta de matcha, de garam masala –os juro que funciona mejor de lo que creéis–, flan de queso o de dulce de leche. El que os enseño hoy es de café y cardamomo, una combinación que, junto al punto amargo del caramelo, me parece muy elegante.
La clave para que el flan de café no sepa a café soluble es… no usar café soluble. En su defecto, infusiona café molido de calidad en la leche. Yo uso las bolsitas estas para hacer infusiones que puedes rellenar tú misma, pero un colador pequeño puede servirte. Ahí también coloco las vainas de cardamomo abiertas y lo dejo durante unos minutos. El resultado es mucho más sutil: si buscas amargor, mejor que lo aporte el caramelo.
Dificultad: La misma que para hacer cualquier flan
Ingredientes
- 150 g de leche condensada
- 85 g de leche
- 4 huevos
- 180 g de nata
- 3 cucharadas de café molido
- 6 vainas de cardamomo
- 100 g de azúcar
- 50 g de agua
Instrucciones
En un cazo colocar el agua y el azúcar. Calentar a fuego medio hasta que el azúcar se funda por completo. No tocar el cazo y dejar que vaya cogiendo color. Cuando empiece a dorarse, prestar atención, porque se quema con facilidad. Retirar del fuego cuando coja un color avellana.
Verter en seis flaneras y dejar enfriar en la nevera.
En un cazo pequeño verter la leche y la nata y llevar a ebullición. Colocar el café y las vainas de cardamomo abiertas en una bolsa para hacer infusiones e introducir en el cazo.
Retirar y tapar con papel film. Dejar reposar 10 minutos.
Batir los huevos y pasar por un colador para que no tengan burbujas. En un bol, mezclar la leche condensada, la infusión de nata y leche y los huevos batidos. Batir con delicadeza para no incorporar aire en la mezcla.
Verter en las flaneras. Colocar las flaneras en una bandeja al baño maría, cubrir con film.
Hornear a 100ºC durante 60 minutos. Una vez fuera del fuego dejar enfriar completamente en la nevera antes de desmoldar.
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