Casa Rafael, la taberna a la que hay que ir a comer pescado a precio razonable en Cádiz
Abierto en 2018 por Rafael Montero y Gloria Saborido, es frecuentado por parroquianos de la zona, que buscan un producto de primera y unas frituras limpias de aceite


Después de llevar toda la vida en el sector de la hostelería, Rafael Montero decidió probar suerte por su cuenta. Había trabajado ya demasiado para terceros y deseaba sacarle rendimiento, con un negocio propio, a esa vocación, tal vez innata y perfeccionada con los años, de tabernero. Para ello, contó con la mejor aliada, su esposa, Gloria Saborido, dedicada hasta entonces a otros menesteres: había estudiado Empresariales, pero desde 2012 Rafael había empezado a tirar de ella para que le ayudara en hostelería cuando había picos de trabajo. Decidió implicarse y conociendo el deseo de su marido, comenzó a estudiar dirección de hostelería, hasta conseguir hace un par de años el título de técnico superior en dirección de cocina. En 2018 abrieron Casa Rafael, en una calle del centro histórico de Cádiz. Ninguno de los dos pudieron anticipar la que llegaría después: la pandemia. Poco a poco se han rehecho, gracias al boca a boca más que a otra publicidad, ya que hasta dentro de unos meses no estrenarán página web. “Ha sido muy duro porque llevábamos muy poco tiempo abiertos, pero haciendo una buena gestión y echando muchas horas al bar, hemos llegado hasta aquí. Desde hace un año y pico estamos teniendo buenos resultados”, se sincera ella, que en esta conversación lleva la voz cantante. Rafael cubre con mucha gracia la barra y la sala. Un espacio alegre y bullicioso, donde siempre hay una amable palabra para todo el que entra. Tiene apenas 80 metros, con seis mesas a la entrada, desde las que se toma el pulso a la vida de este local, y siete dentro, con capacidad por servicio para unas 70 personas.

Ambos cumpliendo los sesenta, ella, de Arcos de la Frontera, se ocupa de los fogones; él, de Chiclana, atiende todo lo que pasa fuera de la cocina, además de comprar a diario el pescado y el marisco, que exhibe en un pequeño mostrador. Gasta más de 200 kilos a la semana, que le llegan de lonjas cercanas. La casa, fuera de las guías, es frecuentada por lugareños y por aquellos que fisgonean tras los ventanales y sienten curiosidad por descubrir qué pasa en este lugar, siempre con gente, donde también lucen, colgados de la pezuña varios jamones de Huelva.

“Se nos conoce por la materia prima, por el producto local. Trabajamos la lubina, la urta, la corvina, la acedía, el salmonete, los boquerones, las cigalas, las galeras..., lo que haya, eso es lo que vamos trayendo y lo que va dando alegría a la carta”, dice Saborido, que no duda en recomendar uno de los platos estrella de la casa, “el chicharrón es de los mejores que se puede comer en Cádiz”. Además de este bocado, que preparan frito, con buen crujiente y adecuada proporción entre la carne y el tocino (2,90 euros, la tapa), sirven para empezar unas indispensables papas aliñás, (4,90 euros, la ración), lomo de cerdo en manteca (2,90 euros, la tapa), o salazones de Barbate, como la ijada de atún (3,10 euros, la tapa), la mojama de atún o las huevas de maruca (3,10 euros, la tapa). El capítulo de verduras frescas también es interesante: zanahorias aliñadas con orégano y ajos (1,90, la tapa), alcachofas a la plancha con praliné de almendras (8,50 euros, la ración) o un calabacín a la plancha con pisto y queso caramelizado (8,50 euros).

En el repertorio tampoco faltan las tortillitas, que preparan con camarones o con bacalao (2,90 euros, dos unidades), choco frito (8,50 euros), bacalao a la plancha con pisto (11,50 euros), o los pescados de la Bahía, que cambian dependiendo de lo que haya en el día. Hay un apartado de carnes, donde preparan desde una presa ibérica a la plancha, con panceta y patatas fritas (12,50 euros), secreto ibérico con patatas a la miel de romero (10,50 euros), o una hamburguesa de ternera retinta (4,90 euros, la tapa). Otro de arroces: con carrillada (14 euros), negro con chocos y langostinos (16 euros) y campero (14,50 euros). Y algún plato de cuchareo: como las berzas gaditanas, o el menudo, a base de callos y garbanzos. Una seña de identidad de la casa es el uso de aceite de oliva, siempre limpio para las frituras.

De postre, conviene preguntar por las elaboraciones del día, o elegir unos quesos de la Sierra de Cádiz (8 euros), que Montero tiene en la barra y corta al momento. De lo que adolece esta casa es de un mayor repertorio de vinos de la zona: cuentan con una breve selección de referencias de Jerez, Chiclana y Sanlúcar, y de etiquetas comerciales de otras zonas del país. Aunque, tal vez, en una casa que ofrece tanto disfrute y alegría al comensal, a precios amables, no sea lo prioritario.

Casa Rafael
- Dirección: Periodista Emilio López, 7, Cádiz
- Teléfono: 676 89 28 88
- Horario: Jueves, viernes y sábados: 8:00–12:00, 13:30–16:00; y de 21:00 a 23:00 horas; los sábados abre a las 10:00: el resto de la semana: 8:00 a 12:00, 13:30 a 16:00. A partir de mayo, de martes a domingo, 12:30 a 16 horas; las cenas, de jueves a sábado, de 21:00 a 23:00.
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