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Un centenar de migrantes trata de cruzar a nado a Ceuta en una noche de fuerte presión migratoria en la frontera sur

La Guardia Civil y la Marina marroquí se han desplegado toda la madrugada para tratar de interceptar a los grupos de adultos y menores que se han lanzado al mar en plena niebla

Dos jóvenes migrantes en una playa de Ceuta piden ayuda a la Guardia Civil.
Elena Reina

En la imagen, dos jóvenes exhaustos, con las ropas mojadas, levantan la mano en señal de ayuda a dos guardias civiles que acuden hacia la orilla de la playa. Estos dos agentes los levantan de la arena. Ha habido muchas más escenas como esa esta noche. Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta, alrededor de un centenar de migrantes ha tratado de cruzar a nado a Ceuta desde Marruecos la madrugada de este sábado. Había muchos jóvenes, pero también niños no acompañados, alertan desde Interior. Muchos han sido interceptados por la Marina marroquí antes de llegar a aguas españolas. Y, por el momento, no se ha registrado ninguna entrada. Esta es la realidad de una migración silenciosa, que se juega la vida de la forma más temeraria: agarrados a flotadores a la deriva en el mar.

La Guardia Civil y los agentes marroquíes han tratado de alcanzarlos en una de las noches con más presión migratoria de la frontera sur. La niebla cubre la costa por estas fechas se convierte en un factor clave que hace todavía más peligrosa una ruta ya de por sí temeraria. “Es común que en el verano tengamos estas condiciones de niebla y es entonces cuando, igual que el año pasado, se lancen al mar, cuando es más difícil que los vean”, cuentan fuentes de la Delegación a este diario.

Desde hace un mes, la prensa local ha registrado decenas de vídeos y cuentas en redes sociales que llaman a los más jóvenes a echarse al mar para llegar a Ceuta. Hay cadenas de WhatsApp y mensajes que han provocado que cada noche, desde hace al menos dos semanas, los agentes se mantengan alerta esperando la llegada de medio centenar de personas. Esta noche, los cálculos —aproximados— alcanzan hasta un centenar, cuentan fuentes de Interior.

La madrugada del 26 de julio al menos 54 menores marroquíes no acompañados llegaron a nado a Ceuta la pasada noche por las zonas de El Tarajal y Benzú, una playa y una pedanía de la ciudad española situada en el norte de África. Los menores habían aprovechado también el temporal que azotó la costa para entrar. Según fuentes oficiales, los recién llegados se suman a los 460 menores que ya se encuentran bajo tutela de la administración local, al límite de su capacidad. Los menores fueron entregados a los dispositivos de protección de la Ciudad Autónoma.

Ante este nuevo repunte, el Gobierno de Ceuta ha vuelto a solicitar con urgencia la intervención del Ejecutivo central. “No queremos alarmar, pero sí trasladar que el momento es crítico. Esto es una cuestión de Estado. Que no nos dejen solos”, reclamaron a finales de julio en declaraciones recogidas por la agencia Efe. El pasado año más de 300 menores cruzaron a nado a la ciudad, lo que provocó un colapso de los recursos de acogida.

La de este sábado se ha convertido en la última noche de unas semanas intensas para la frontera sur. El jueves pasado otros siete menores ingresaban a Ceuta en otra de sus noches más crudas. La Guardia Civil, a través de su Asociación Unificada (AUGC) en Ceuta, ese mismo día hacía una “llamada de auxilio” para “reforzar las patrullas de costa” con 200 agentes más.

Los agentes advierten además de que los datos de quienes se juegan la vida en el mar, sujetos a unos flotadores, ni siquiera figuran en las estadísticas del Ministerio de Interior. Y “se cuentan por centenares”, señalaba a la agencia el secretario provincial de la asociación en Ceuta, Rachid Sbihi.

La mirada del Gobierno local está puesta en el 28 de agosto, la fecha anunciada por la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, como el inicio del proceso de reubicación de 4.400 menores desde Ceuta y Canarias hacia otras comunidades.

El último balance del Ministerio del Interior en materia de Inmigración destaca que las entradas de inmigrantes por vía marítima (de enero a julio) han descendido un 32,2% respecto al año pasado. Que la ruta canaria ha caído un 46%, la de Ceuta un 77% y a Melilla solo han entrado nueve. Los datos, que contabilizan a los inmigrantes registrados hasta el 31 de julio, advierten de una subida en las llegadas a las costas españolas y Baleares de un 14% (unas 7.000 personas).

Sin embargo, estos datos tienen en cuenta embarcaciones. Y desde Ceuta, las autoridades alertan de una cifra muy superior: en los últimos días han interceptado a más de 70 jóvenes cruzando la línea a nado. Sin que estas cifras vayan a figurar en ninguna estadística, advierte la Guardia Civil, que la destaca como “la ruta más temeraria”, a la que se han sumado mujeres y niños, ya no solo marroquíes, sino de una decena de nacionalidades. Cada vez se alejan más de la costa para evitar ser interceptados por las autoridades de un lado y otro de la frontera. Y cada vez corren más peligro.

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Sobre la firma

Elena Reina
Es reportera de la sección de Nacional. Antes trabajó ocho años en la redacción de EL PAÍS México, donde se especializó en temas de narcotráfico, migración y feminicidios. Es coautora del libro ‘Rabia: ocho crónicas contra el cinismo en América Latina’ (Anagrama, 2022) y Premio Gabriel García Márquez de Periodismo a la mejor cobertura en 2020.
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