El vídeo de González Amador, la pareja de Ayuso, explicando que esperaba que la prensa nunca conociera sus presuntos delitos: “Que sea rápido y sin ruido”
EL PAÍS accede a la grabación del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid en el Tribunal Supremo, la primera vez que se le escucha hablar tras un año y medio en el centro de la tormenta política

EL PAÍS ha accedido al vídeo del empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, declarando en el Tribunal Supremo. Es la primera vez que se escucha la voz de una figura que ha marcado la actualidad política durante el último año y medio. Se trata de la comparecencia del 23 de mayo en el alto tribunal, donde testificó contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien acusa de haber revelado información sensible del caso contra él por fraude a Hacienda.
La declaración de Amador, de una hora y cuarto, se produjo en la recta final de la fase de instrucción que el magistrado Ángel Hurtado siguió contra el fiscal general antes de procesarlo. García Ortiz será juzgado el mes que viene.
Los hechos sobre los que versan las preguntas se remontan al 12, 13 y 14 de marzo del año pasado, cuando se filtró que ese empresario, pareja de Ayuso, había sido denunciado por la Fiscalía por un presunto fraude a las arcas públicas de 350.910 euros. En la noche del día 13 y en las primeras horas del 14, varios medios de comunicación tuvieron acceso a un correo electrónico con fecha del 2 de febrero en que el abogado de Amador, Carlos Neira, admite que su cliente había cometido dos delitos de fraude fiscal.
Aquella filtración se produjo después de que Ayuso y su equipo acusaran sin pruebas al aparato del Estado de perseguir a una persona inocente con el fin de dañar a un adversario político. Amador alega que esa filtración ha dañado su reputación y ha vulnerado su derecho a la defensa. El fiscal general se declara inocente.
La declaración de la pareja de Ayuso sirvió para conocer que aspiraba a que su caso por fraude a Hacienda nunca trascendiera, para evitar causarle problemas a la presidenta. De hecho, él relata que en mayo o junio de 2022 ya avisó al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, alias MÁR, de que Hacienda le acababa de abrir una inspección. Rodríguez le restó importancia diciendo que eso “le cae a todo el mundo”, y Amador respondió desconfiado: “No será por ella (por Ayuso), ¿no?“.
En octubre de 2023, Amador ya supo que las pesquisas de la Agencia Tributaria desembocarían en un juicio y contactó con el abogado Neira, quien le explicó sus alternativas. Neira le dijo que si peleaba judicialmente, habría más posibilidades de que se conociera la noticia, así que optaron por la opción de buscar un pacto de conformidad, por el que él aceptaría los delitos a cambio de una pena baja que le permitiera evitar la cárcel. Esta alternativa no le eximía de someterse a un proceso judicial, pero Amador creía que así los medios de comunicación nunca sabrían nada.
“Yo lo que le dije es ir tirar por el camino, que eran consignas mías, de que sea lo más rápido y sin ruido, rápido y sin ruido”, dijo él y luego insistió: “Creo que utilicé esos términos, rápido y sin ruido”.
Amador relató cómo esa esperanza de seguir en el anonimato se desvaneció el martes 12 de marzo, cuando elDiario.es adelantó a las seis de la mañana que la Fiscalía le había denunciado por fraude a Hacienda. Luego, dio detalles sobre los siguientes tres días de vértigo.
Un momento clave, al filo de la medianoche del miércoles 13, fue la noticia en la SER que desmontaba la narrativa sobre su inocencia que estaba promoviendo su pareja. Esa radio accedió al correo del 2 de febrero en el que el abogado Neira anunciaba al fiscal Julián Salto que la intención de su cliente era llegar a un pacto de conformidad: “Ciertamente se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública”, decía el correo.
Lo que Amador contó en el Supremo fue que se enfadó con Neira por haber escrito ese correo. Según dijo, el abogado Neira no le había informado de ese email. “Claro, yo el cabreo que me cogí fue monumental”, testificó en el Supremo. “Miguel Ángel Rodríguez me estaba escribiendo. Me dice, ‘¿esto es verdadero?, ¿esto es cierto?’, y le dije ‘no lo sé, estoy llamando a Neira, ahora te digo’. Llamé a Neira y le dije ‘oye, ¿qué es esto que ha salido?’ y entonces Neira me vio alterado, bastante enfadado, y me dijo ‘no te preocupes, lo hablamos con calma’, y entonces le respondí a Miguel Ángel, ‘pues me dice que sí que es cierto”.
A pesar de ese disgusto, el propio Amador admitió que el abogado ya le había explicado antes que para llegar a un acuerdo había que reconocer el delito. “Alberto, si tirábamos por el camino de la conformidad, recuerda que te comenté que tendrías que reconocer los hechos. [...] Es rápido. Vas a un juicio penal, ratificas y te marchas. Pasas desapercibido”, le dijo el abogado, según el relato del empresario.
Amador admitió también que su prioridad era que su caso no salpicara a su pareja, y se quejó de que se le ha utilizado “de ariete” contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Hay más noticias mías que de la guerra de Ucrania”.
La pareja de Ayuso también aprovechó su declaración en el Supremo para rebajar la gravedad del caso de fraude fiscal que le afecta a él. Habló en unos términos parecidos a los de su pareja, quien en ocasiones ha vendido la idea de que el embrollo en el que está metido su novio es algo común. “Lo mío es una nimiedad frente a lo que hay día a día, dicho por la mayoría de abogados fiscalistas”, dijo Amador, a pesar de que anualmente Hacienda deriva a los tribunales menos de 200 casos de fraude fiscal (los que superan la cuantía de 120.000 euros defraudados).
El empresario, dueño de dos consultoras para lo obtención de sellos de calidad, declarará de nuevo como testigo en el juicio al fiscal general, que se celebrará entre el 3 y el 13 del mes que viene. Mientras, la investigación contra él por varios delitos continúa en los juzgados madrileños. Una jueza de instrucción madrileña lo envió el mes pasado al banquillo por el caso de presunto fraude fiscal, aunque el juicio podría retrasarse dos o tres años debido al atasco judicial. Al mismo tiempo, se le sigue investigando por el supuesto soborno a un ejecutivo del grupo sanitario Quirón.
Amador ha declarado una vez ante la jueza instructora de su caso, en abril de este año, pero la grabación no ha salido a la luz. No ha dado nunca entrevistas y ha tratado de dar esquinazo a la prensa, llegando en una ocasión a usar una peluca en los juzgados de Plaza de Castilla.
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