La pareja de Ayuso admitió en el Supremo que su abogado le informó de que pactar suponía reconocer los delitos
Alberto González Amador sostuvo que su letrado le había prometido que iría al juicio penal y se marcharía sin ser noticia: “Pasas desapercibido”

El empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso e imputado por fraude fiscal, corrupción en los negocios y administración desleal, admitió en el Tribunal Supremo que su abogado le había explicado que alcanzar un pacto de conformidad con la Fiscalía implicaba el reconocimiento de sus delitos. Así lo contó González Amador en su declaración como testigo el viernes en la causa en la que se investiga al fiscal general, donde detalló la conversación que mantuvo con su abogado, Carlos Neira, tras la publicación del correo enviado por el letrado a la fiscalía en el que admitía que su cliente había cometido dos delitos fiscales.
Según el relato de González Amador, recogido en la transcripción de su declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, él se cogió “un cabreo monumental” con su abogado por haber escrito ese mail, a lo que el letrado contestó: “Te dije que había diferentes caminos y si tomábamos el camino de la conformidad yo te expliqué que una de las directrices que hay dentro de la Fiscalía es que hay que reconocer los delitos, aunque se sea inocente, es un criterio indispensable [..] por eso mi correo va en ese sentido y con esa información”.
Las afirmaciones de González Amador confirman lo declarado por el abogado este martes ante el magistrado Ángel Hurtado, que investiga al Fiscal General, Álvaro García Ortiz, por la supuesta filtración del correo electrónico enviado por Neira a la Fiscalía el 2 de febrero de 2024. El letrado admitió que no le envió ni le dio cuenta del correo electrónico remitido al ministerio público y que centra la investigación, pero aseguró que le explicó a su cliente las consecuencias de un acuerdo con la Fiscalía.
Sin embargo, el propio González Amador, según recoge el acta de la declaración, repitió hasta en tres ocasiones que, cuando se filtró ese mail y él le reprochó a su abogado su contenido, Neira le recordó que ya le había explicado que para llegar a un acuerdo había que reconocer el delito. “Alberto, si tirábamos por el camino de la conformidad recuerda que te comenté que tendrías que reconocer los hechos. [...] Es rápido. Vas a un juicio penal, ratificas y te marchas. Pasas desapercibido”, le dijo el abogado, según el relato del empresario.
Durante su declaración, González Amador admite también que su prioridad era que su caso no salpicara a su pareja, y se queja de que se le ha utilizado “de ariete” contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Hay más noticias mías que de la guerra de Ucrania”, se lamenta ante el juez. El empresario reconoce que su letrado le recalcó que, para su objetivo de buscar una solución discreta y rápida, lo mejor era el pacto con el fiscal, pero descarga la decisión final en el letrado.
“Yo a lo que estaba abierto es a que mi abogado tomara la opción. Yo no soy jurista. [Me dijo] una conformidad puede pasar desapercibida, Alberto González es un nombre muy general, nadie sabe quién eres”, contó el empresario reproduciendo la conversación con Neira. Esta versión difiere de la del abogado, quien aseguró que él ofreció a su cliente las dos opciones posibles: defenderse en los tribunales o buscar un pacto con el fiscal, y que, tras explicarle las consecuencias de cada una, el empresario optó por la segunda.
Cliente y abogado discrepan también respecto a cómo el letrado fue informando a González Amador a lo largo del proceso. El empresario afirmó que contactó con el letrado tras recibir, en septiembre de 2023, una liquidación tributaria vinculada a delito, lo que implica la judicialización de la investigación de Hacienda que él sabía que tenía abierta desde hacía más de un año.
Durante su declaración, la pareja de Ayuso solo menciona una reunión con Neira en octubre de ese año, donde se sientan para estudiar la situación. Según aseguró, él dejó el caso en manos del letrado y ya no volvió a saber prácticamente nada hasta el 12 de marzo de 2024, cuando el Diario.es publica la denuncia de la Fiscalía contra González Amador. De que su abogado había propuesto un pacto se enteró, según aseguró, dos días después, cuando se filtra el correo de Neira.
El letrado, sin embargo, explicó en el Supremo que había ido informando periódicamente a su cliente de los pasos que iba dando, y, específicamente, citó una reunión mantenida el 30 de enero de 2024, donde le explicó que iba a proponer un pacto a la Fiscalía que implicaba admitir dos delitos fiscales y pagar una multa para reducir la pena de prisión. De esa reunión, omitida por la pareja de Ayuso durante su declaración, salieron, según Neira, los términos del correo electrónico que el abogado mandó a la Fiscalía tres días después, el 2 de febrero.
“Rápido y sin ruido”
Amador dijo en distintos momentos de su declaración que la exposición pública le ha hecho un gran daño emocional y económico. Aseguró que ha perdido contratos por culpa de la cobertura mediática y contó que su idea era que nunca se hubiese sabido nada. “Rápido y sin ruido”, era la consigna que le dijo a Neira. Según la declaración, sufrió un mazazo emocional en la tarde del lunes 11 de marzo, cuando un periodista de elDiario.es le avisó de que al día siguiente publicarían que la Fiscalía le iba a denunciar por fraude fiscal.
También reveló que se coordinó desde bien temprano con Miguel Ángel Rodríguez, alias MÁR, jefe de gabinete de Ayuso, quien ha sido criticado por volcarse en la defensa de González Amador. El empresario se refiere a él como “Miguel Ángel”. El empresario le informó en mayo de 2022, cuando Hacienda le notificó el inicio de la inspección. Recordó que fue en torno a la final de la Champions que ganó el Real Madrid al Liverpool, el 28 de mayo.
−Yo solo le dije ‘oye me ha pasado esto y fue cuando él me dijo... ‘bueno, esto le cae a todo el mundo, no será por ella, no...’ Ya está. Y esa fue la primera vez que vio el informe.
También se comunicó con MÁR en la mañana del 12 de marzo, cuando estalló la noticia de la denuncia de la Fiscalía contra él, y al día siguiente, cuando le da permiso para filtrar a la prensa un WhatsApp con el correo del 12 de marzo y consiente que lo entreviste un periodista de El Mundo.
González Amador también dio algún detalle sobre esa etapa en que fue investigado por Hacienda (mayo de 2022-enero de 2024), antes de que la Fiscalía tomara las riendas. Aseguró que fue consciente de que el caso acabaría ante un juez en septiembre de 2023, cuando la inspectora de la Agencia Tributaria le comunicó la liquidación vinculada a delito, es decir, el acto por el que se estima el dinero defraudado: 350.910 euros. “Entonces, digamos que para mí que no tengo conocimiento jurídico, es como que judicializan el caso”, declaró el empresario.
Según su relato, hasta entonces creía que el caso se iba a resolver en la vía administrativa, es decir ante la Agencia Tributaria, gracias al abono extra que hizo en su declaración del impuesto de sociedades de julio de 2023, con la que pretendía pagar de más para compensar las cuantías que no había cotizado en los dos años anteriores. “Cuando llegó el año 23, yo ya había pagado el impuesto de sociedades, habíamos acabado todo, esto parecía que acababa en la vía administrativa”, dijo en el Supremo.
Lo cierto es que Amador sabía que esa maniobra era un intento estéril de resolver su problema porque se lo había dicho su asesora fiscal un año antes, de acuerdo con los detalles de la inspección fiscal a los que tuvo acceso EL PAÍS. Su asesora fue muy clara: “Ni se debe hacer, ni tiene efecto alguno, e incluso se puede malinterpretar”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.