Ir al contenido
_
_
_
_

La UB analiza el impacto de los microplásticos en pingüinos, focas y lobos marinos de la Antártida

Con muestras de crustáceos, excrementos de fauna marina y agua, los científicos intentan saber cómo se distribuyen y cómo afectan al ecosistema

Microplasticos Antartida
Marta Rodríguez

La contaminación por microplásticos y fibras es una amenaza global que llega a las regiones más remotas del mundo, también a los ecosistemas marinos en la Antártida. Sin embargo, se desconoce cómo impacta en la cadena alimentaria marina. La Universidad de Barcelona (UB) ha puesto en marcha MicroANT, un proyecto financiado por la Agencia Estatal de Investigación en el marco de la campaña antártica española 2024-2025, para descubrir mediante cómo la contaminación por microplásticos impacta en la cadena alimentaria. El trabajo estudia el agua, centenares muestras de estómagos de pequeños peces y excrementos de fauna marina. Desde organismos del plancton como el krill hasta depredadores como pingüinos, focas y lobos marinos.

El principal objetivo del proyecto, que se realiza de forma simultánea en en la Península Antártica, el norte de la Patagonia y la Tierra del Fuego argentinas, es despejar incógnitas como las siguientes.: ¿Los microplásticos influyen más en especies que se alimentan cerca del fondo marino? ¿Varía la cantidad de contaminantes acumulados a lo largo de la cadena alimentaria antártica? Lo dirige el profesor Lluís Cardona, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB y en la campaña antártica participan los investigadores Manel Gazo (UB, IRBio), Odei García-Garín (UdG), Damian Vales (CESIMAR-CONICET, Argentina) y Natalia Paso-Viola (UNTDF-CONICET, Argentina). El trabajo se desarrolló a bordo del buque oceanográfico Hespérides de la Armada española, muestreando a lo largo de la península antártica y después en la base Juan Carlos I, en la isla de Livingston, en el archipiélago de las Shetland del Sur, en enero y febrero.

En la Antártida, continente teóricamente protegido como reserva natural y consagrado a la investigación científica, desde 2024 la gripe aviar afecta a pingüinos y focas, con el riesgo que llegue al ser humano; de ahí que tuvieran que extremar precauciones. Vistieron con Equipos de Protección Individual (EPIs), monos, mascarillas, gafas y guantes que se incineraban a diario para protegerse de virus y minimizar la contaminación de las muestras que recogían.

Lluís Cardona, explica que “los microplásticos que llegan a la Antártida acaban en las zonas más profundas del ecosistema polar a través de la actividad biológica de las especies marinas”. Microorganismos y pequeños animales que se adhieren a las superficies plásticas (biofouling) hacen que aumente su densidad y baje al fondo”, detalla. Por otra parte el zooplancton es capaz de ingerir y encapsular los microplásticos en los excrementos.

Imagen tomada en el Antártico en enero de 2025 durante el estudio sobre microplásticos de la UB.

“Estos dos procesos facilitan que las partículas plásticas se hundan a mayor velocidad”, detalla Cardona. “Esto sugiere que, en un mismo ecosistema y nivel trófico similar, los carnívoros bentónicos del fondo marino pueden estar más expuestos a la amenaza potencial de los microplásticos que los pelágicos, peces pequeños y krill que viven en la columna de agua”, apunta el profesor. Esta es una de las incógnitas que se quiere desvelar para saber el impacto ecológico de las partículas plásticas en los ecosistemas del océano Austral.

Entre las tres zonas investigadas se han obtenido unas 1.500 muestras de una decena de especies marinas, que ayudarán a descifrar cómo se desplazan los contaminantes plásticos en las redes alimentarias antárticas. Las estudiadas en la Antártida son los pingüinos de Adelia, papúa y barbijo; las focas cangrejera, de Weddell y leopardo; el lobo fino antártico y tres especies de peces, además del krill, un crustáceo marino minúsculo parecido al camarón que forma parte del zooplancton, vital para la alimentación de ballenas, focas y pingüinos.

Las muestras de la Antártida se dejaron congeladas en el Hespérides y llegarán este mes de julio a su puerto base, Cartagena, donde se recogerán en vehículos frigoríficos. Habrá resultados en marzo de 2026. “Hay mucho trabajo de análisis”, indica Cardona. Analizarán el agua, estómagos de krill y peces y excrementos de focas y pingüinos, y la señal isotópica de carbono y nitrógeno en los excrementos, para entender su posición en la cadena trófica y relacionarla con la presencia o no, de microplásticos. “Hasta ahora se conocen piezas aisladas del puzzle pero carecemos de una visión general de la distribución de los microplásticos en los ecosistemas del Océano Austral”, apunta Cardona, que destaca: “Que hay microplásticos es sabido, nuestro trabajo permitirá averiguar su distribución en la Antártida y Argentina. Si en los tres puntos de muestreo, que abarca una región muy amplia de unos 2.000 kilómetros, hallamos el mismo patrón, entenderemos que el proceso que opera es el mismo y sería un descubrimiento muy importante”.

Lavadoras domésticas de las que salen fibras con plástico

Hasta ahora se ha descubierto que los microplásticos más frecuentes son fibras procedentes de la ropa. Pueden llegar a medir cinco milímetros, pero la mayoría está entre las 200 y 500 micras. Necesitan verse en microscopio. Mediante una espectrometría se determina el espectro luminoso que emite cada partícula y permite saber de qué material se trata. Su principal emisor es el agua de las lavadoras, que acaba en el mar. Como en la Antártida no se puede tender, se usa secadora y sus residuos también pueden acabar en el mar. A parte, están las fibras que se desprenden de la presencia de los cada vez más frecuentes turistas. Por ejemplo, botellas o plásticos de un solo uso. Este es otro aspecto que preocupa.

Un acuerdo internacional, el Tratado Antártico, -España es uno de los 29 países con derecho a voto-, solo permite dos actividades económicas: la pesca, con normas muy estrictas y el turismo, en vías de regulación porque todavía es un fenómeno reciente. Hace dos décadas recibía menos de 20.000 turistas al año, pero en 2024 llegó a los 125.000. Aunque mide 26 veces la península Ibérica, los visitantes no tienen acceso a todas partes y acaban en los mismos sitios. Para los expertos el efecto TikTok, la difusión en redes sociales, ha disparado un turismo “con conductas inapropiadas que pueden introducir especies invasoras o dañar el ecosistema”. Los turistas de grandes cruceros no pueden desembarcar, pero igualmente generan un gran volumen de aguas negras de lavabos y grises de duchas y lavadoras, que “son una gran entrada de contaminación y de microplásticos si no se gestionan correctamente”, asegura el biólogo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Marta Rodríguez
Corresponsal en Girona especializada en sucesos, judicial y medio ambiente. Es colaboradora de la Agencia EFE y GironaFM y lo ha sido de RNE y Catalunya Ràdio. Fue premiada como corresponsal de Catalunya Ràdio por Radio Associació y recibió el premio Carles Rahola de prensa local por un dosier coral sobre la situación de la justicia en Girona.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_