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La crónica | El Parlamento andaluz se zambulle en el barro, las cloacas y las alimañas

Montero aparece en la Cámara para resaltar la ausencia de Moreno, el PP rechaza una comisión de investigación sobre el SAS y el PP acusa al PSOE de “espionaje”

La secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, atiende a los medios de comunicación en el Parlamento andaluz.
Lourdes Lucio

Nada hace pensar que el Parlamento andaluz vuelva en las próximas semanas a la atonía de los primeros meses de legislatura, cuando el PP estrenó su primera mayoría absoluta y la oposición entró en estado de shock. El PSOE de Andalucía ha salido de la catatonia desde que cambiaron a su penúltimo secretario general y eligieron a la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, líder de la federación andaluza a mediados de enero pasado. En el pleno de este jueves, en el Parlamento se ha entrado en el cuerpo a cuerpo, se ha hablado dentro y fuera del salón de plenos de barro, cloacas y alimañas y han volado acusaciones recíprocas entre el PP y el PSOE.

María Jesús Montero, que llevaba siete años sin pisar el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, se ha presentado sobre las 12 de la mañana en la Cámara autonómica para resaltar la ausencia del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, en la sesión de control por asistir la noche del miércoles a la primera final europea del Real Betis en Breslavia (Polonia). El PP no quiso la semana pasada que las preguntas al presidente se retrasaran a este jueves por la tarde y los socialistas no han parado de afeárselo desde entonces. El mediodía es la hora habitual de las preguntas al presidente y a esa hora ha aparecido la secretaria general socialista, rodeada por los suyos y con siete cámaras de televisión apuntándola y alrededor de una veintena de informadores.

“Si yo estoy aquí y he venido en el mismo avión que el señor Moreno Bonilla, ¿dónde está el señor Moreno Bonilla?”, Montero ha disparado. Ambos dirigentes regresaron a Sevilla después del partido en el vuelo chárter fletado por el club verdiblanco, que aterrizó en el aeropuerto de San Pablo sobre las 5.20 horas del jueves. La visita de Montero no tenía otra razón informativa que la de destacar que “hay uno que se ha quedado durmiendo”, según dijeron desde su equipo, aunque oficialmente se justificó su presencia por una reunión con asociaciones del sector de la dependencia. “Se fue un día antes y ha venido a la misma vez que yo”, ha dicho Montero sobre la agenda del presidente andaluz en Polonia, donde se entrevistó con un grupo de estudiantes andaluces en Varsovia, visitó una fábrica de la empresa sevillana Persán en Wróblowice, en las inmediaciones de Breslavia, y luego fue a la final del Betis. “Me gustaría saber exactamente por qué se oculta y qué es lo que no quiere responder”, ha deslizado la vicepresidenta primera que ha acusado a Moreno de “no explicar nada, ni de los contratos de emergencia ni de lo que está pasando” con el consejero de Industria, Jorge Paradela.

En la sesión de control capitidisminuida, Paradela ha tenido que contestar a una pregunta del diputado socialista Enrique Gaviño, tramitada por la vía de urgencia, sobre su vinculación laboral con la empresa Heineken. El PSOE pidió el pasado lunes explicaciones tanto al consejero como al presidente andaluz de por qué Paradela figuraba como apoderado de Heineken España S A, desde el 17 de marzo de 2014.

La empresa cervecera achacó a un “error del Registro Mercantil” el no haber inscrito la revocación de ese poder y hoy el consejero ha exhibido desde su escaño un informe del propio Registro que acredita que “se ha producido un error en el que no se ha hecho constar la revocación del referido señor en la aplicación informática, constando su revocación en los libros de registro”. Los socialistas no se han dado por satisfechos con la información y han mostrado sus dudas acerca de que el responsable de Industria, Energía y Minas haya cobrado 1,2 millones de euros en concepto de indemnización de Heineken y de si eso vulnera la ley de Incompatibilidades. “Usted podría contarnos si la Junta de Andalucía también ha tenido relaciones con esa empresa, si la ha subvencionado, si han firmado acuerdos, mientras que usted parecía, por error o por lo que fuera, como apoderado”, ha dicho el diputado del PSOE. Sobre sus retribuciones, Paradela, que ha acusado a los socialistas de actuar “de mala fe”, ha afirmado: “Se extingue la relación, se pacta la indemnización, se distribuye en tres años y ya está. Fin de la historia. Como ustedes no saben nada de la empresa, eso es lo que les ocurre. Esto hace daño porque así no se va a animar mucha más gente a venir al sector privado del público”.

Para el PP el rastreo de este tipo de información se encuadra en un “caso de espionaje”, como dijo el día anterior su portavoz parlamentario, Toni Martín. En realidad todos los datos sobre bienes, intereses, actividades y declaraciones de la renta de los altos cargos figuran en el Portal de Transparencia al que puede acceder cualquier ciudadano. El PP ha dado alas a una información publicada en el diario La Razón según la cual la militante socialista Leire Díez -en el ojo del huracán por una grabación en que la maniobraría para obtener información comprometedora del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Balas, al frente del departamento de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO)-, se interesó por información sensible del presidente de la Junta y de sus consejeros. El PSOE niega que Díez sea una ‘fontanera’ del partido ni que “hable en nombre del PSOE”, ha dicho hoy Montero para que quien el PP solo produce barro y más barro”. Los socialistas andaluces dicen desconocer cualquier vínculo con la militante Leire Díez, pero entienden que cuando les acusan de espiar les está mandando un mensaje de advertencia: “Esto es como la cabeza del caballo en la cama”, asegura una fuente de la dirección del PSOE.

A la teoría del espionaje se ha apuntado también la portavoz de Sanidad del PP, Beatriz Jurado, en el debate posterior de una comisión de investigación solicitada por los socialistas sobre las contrataciones en el sistema púbico de salud desde 2020 hasta ahora. Jurado ha acusado a los socialistas de dedicarse “al espionaje con métodos propios de regímenes antidemocráticos”. Y ha justificado el rechazo de su grupo a la comisión de investigación en que los socialistas “inventan” un caso de corrupción sanitaria, aunque hay dos investigaciones judiciales abiertas y tres responsables del SAS investigados. “Eso no existe y no se puede investigar lo que no existe”. También ha argumentado que no se trata de un asunto de preocupación ciudadana porque “en la cocina de cualquier casa de lo que se está hablando es de la fontanera”.

Vox se ha subido también a ese carro, pero ha discrepado con el uso de la palabra fontanera. “El pilar de la Junta de Andalucía, de la sanidad en Andalucía, era una cloaca. Llamar a estos corruptos de las cloacas fontaneros es un insulto a los profesionales de la fontanería. Les vamos a llamar alimañas. Virus de cloacas resistentes a leyes, a jueces, al Estado de Derecho”, ha dicho su portavoz Ana María Ruiz.

La portavoz socialista, María Márquez, ha asegurado que no se puede negar la existencia de una corrupción sanitaria cuando la Fiscalía Anticorrupción la está investigando y el juez José Antonio Gómez ha ampliado su investigación para peinar los contratos de emergencia de la Junta andaluza firmados por 242 millones entre 2020 y 2024. El magistrado ha pedido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que le envíe cada detalle de todos los contratos firmados esos años, incluidos los correos electrónicos con las clínicas privadas para cerrar los acuerdos, facturas, prórrogas e infinidad de datos para aclarar cómo fueron concertados estos servicios entre el Gobierno andaluz que preside Juan Manuel Moreno y la sanidad privada.

“A partir de ahora el señor Moreno Bonilla es M. Bonilla. Es el jefe de la trama. ¿Dónde está el dinero?”, se ha preguntado la portavoz socialista, quien ha dado un listado de nombres de exconsejeros y consejeros encabezado por el del presidente andaluz que, según ella, están “bajo sospecha por el saqueo de la sanidad pública”.

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Sobre la firma

Lourdes Lucio
Informadora política y parlamentaria de Andalucía en EL PAÍS. Antes trabajó en Andalucía Deportiva, Nueva Andalucía y El Correo de Andalucía. Coautora del libro 'Política de Cámara'. Es premio de la Comunicación de la Asociación de la Prensa de Sevilla y premio Andalucía de Periodismo en radio por el programa con el grupo La Permanente.
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