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La autopsia del niño asesinado en Almería revela que el pequeño murió poco después de ser agredido física y sexualmente

Lucas sufría maltrato de manera continuada por parte del novio de su madre, según el auto judicial

Nacho Sánchez

Lucas, el niño de cuatro años asesinado la semana pasada en Garrucha (Almería, 10.603 habitantes), sufría maltrato de manera continuada por parte del novio de su madre, según recoge el auto judicial que sirvió para enviar a ambos a la cárcel. El documento, elaborado a partir de la investigación de la Guardia Civil, subraya que la mujer sabía lo que ocurría. También que el día en el que el menor murió, fue agredido sexualmente y golpeado “de forma reiterada”. Como consecuencia, sufrió un derrame intestinal y murió en la casa que la familia compartía. Más tarde, fue trasladado hasta la playa donde los investigadores lo encontraron cerca de la medianoche del pasado miércoles. La pareja está en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el sábado. El hombre tenía en vigor una orden de alejamiento sobre la mujer y su hijo.

Las actuaciones de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Almería arrancaron tras el hallazgo del cuerpo sin vida del menor en una playa de Garrucha, cerca del límite con el término municipal de Mojácar. En esta población, de hecho, vivían la madre de Lucas —de 21 años— y el hombre con el que mantenía una relación sentimental y que no era el padre biológico. Ella trabajaba en un restaurante y la investigación recoge que durante la convivencia, cuando debía acudir a su trabajo, dejaba a su hijo al cuidado del hombre. También que este “de forma habitual maltrataba y golpeaba” al niño “con conocimiento” de la madre. En una ocasión la violencia ejercida llegó a fracturar el hueso del brazo al pequeño, de cuatro años.

Todo se precipitó el pasado miércoles, 3 de diciembre. Esa mañana, según la investigación policial, la mujer —embarazada de cinco meses— acudió a su puesto de trabajo sobre las once de la mañana. Su pareja se quedó en casa y se hizo cargo del pequeño. Cuando estaban a solas, el adulto “con dicho menor comenzó a agredirle nuevamente, golpeando al mismo en el abdomen y en otras partes del cuerpo de forma reiterada”, recoge el auto judicial al que ha tenido acceso EL PAÍS. De forma paralela, en esos minutos el niño también fue agredido sexualmente por su cuidador, como reflejan las heridas que sufrió y los restos biológicos hallados sobre su cuerpo.

La violencia física que sufrió durante esa mañana causó a Lucas un derrame intestinal que más tarde le produciría su muerte, según reveló la autopsia, que como ha podido consultar este periódico indica que la causa es de origen “homicida”. Antes de que ocurriera, la pareja sentimental de la madre la llamó sobre las doce del mediodía para avisarle de que el niño se encontraba mal. Ella volvió al domicilio y, según la investigación, pudo incluso haber presenciado “parte de esa agresión física”. El pequeño terminó falleciendo sobre las 15.30 horas de ese día.

Más tarde, la pareja cogió al niño y lo trasladó, a pie, hasta un antiguo búnker que hay en la playa de Garrucha a 2,5 kilómetros del domicilio. Allí fue hallado sobre las 23.30 horas después de que se iniciara un dispositivo para su búsqueda en el que participaron miembros de la Policía Local de Garrucha, de Protección Civil y de la Guardia Civil.

Tras encontrarlo, los agentes del Instituto Armado hablaron con su madre, que quedó detenida pocos minutos después. Y a primera hora del jueves también arrestaron a su pareja sentimental, que tenía en vigor una orden de alejamiento sobre la mujer y su hijo, según confirmaron fuentes cercanas al caso. Mientras los investigadores esclarecían lo sucedido, ambos permanecieron en las dependencias de la Guardia Civil hasta el sábado, cuando fueron puestos a disposición judicial. El hombre prestó declaración ante la autoridad judicial, mientras que la madre se acogió a su derecho a no declarar, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Entonces, el juez de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia número 4 de Vera decidió su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de asesinato y otro de maltrato habitual.

El abuelo de la víctima y padre de la detenida, representado por el abogado José Luis Martínez, se presentó este martes como acusación particular en el caso. Según ha explicado el letrado, además de solicitar la práctica de las pruebas que sean necesarias para el caso, su objetivo ahora es que se levante el sumario de la investigación.

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Sobre la firma

Nacho Sánchez
Colaborador de EL PAÍS en Málaga desde octubre de 2018. Antes trabajé en otros medios como el diario 'Málaga Hoy'. Soy licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga.
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