Jornada frenética en el Congreso: un diputado del PP ausente, un acuerdo a última hora con Podemos y una final del Betis
La ley de movilidad sostenible sale adelante tras un pleno con negociaciones ‘in extremis’ y varios sobresaltos


Las caras de varios diputados de la cúpula del grupo del PP en el Congreso eran un poema pasadas las 18.30 de este miércoles. Minutos antes, la Cadena SER acababa de adelantar la noticia de que uno de sus parlamentarios, Guillermo Mariscal, estaba de viaje de novios en México y no iba a participar en la votación de la ley de movilidad sostenible, apuesta fuerte del Ministerio de Transporte, que pendía de un hilo ante la resistencia de Podemos a apoyar la norma. Mariscal no tenía el voto telemático. El secretario general de los populares, Miguel Tellado, apareció en escena junto al hemiciclo a las 18.55 con el rostro muy serio y apartó a una de sus compañeras, Macarena Montesinos, a un rincón para hablar a solas.
La silla vacía de Mariscal podía desembocar en la aprobación de la propuesta del Gobierno aunque Podemos votase que no, evitando el propio PP el golpe para el Ejecutivo de coalición. “Es un Alberto Casero 2”, se escuchaba en los pasillos de la Cámara baja repetidamente ante ese eventual escenario, en referencia al error de otro miembro del PP que facilitó la reforma de la jornada laboral en la anterior legislatura. Diputados de otras formaciones mostraban su asombro, recordaban a Casero y se jactaban de lo que se podía avecinar. “Ya podría haberse casado en otro momento”. Fuentes del Gobierno confirman que eran conscientes de que al PP le faltaba un diputado pero que en todo caso querían afianzar la negociación con Podemos.
Mariscal, diputado y además secretario segundo del Congreso, está de luna de miel en México. Hasta este martes, el Partido Popular no solicitó a la Mesa el voto telemático para él. “Otro diputado del PP lo pidió en su nombre el último momento en su nombre”, relataban fuentes del gabinete de presidencia de la Cámara baja. Las mismas fuentes apuntaban a que la norma no prevé la luna de miel como supuesto para conceder el voto telemático. Así lo establece el artículo 82 del reglamento del Congreso.
Los periodistas que cubren la información parlamentaria iban para un lado haciendo cálculos y consultando al PP cómo no habían apercibido el error antes. Fuentes del Partido Popular empezaron a criticar entonces a PSOE y Sumar por no haber permitido a Mariscal el voto telemático, por “cortesía parlamentaria” por su boda. Y sacaron a relucir el día en que Alfonso Gómez de Celis, vicepresidente primero de la Cámara, acudió a la final de la Conference League celebrada en mayo pasado en Polonia y que enfrentó al Betis con el Chelsea. La Mesa (con mayoría de PSOE y Sumar) sí permitió entonces a De Celis, socialista y sevillano, el voto telemático por un “viaje oficial”.
Pero, cuando el PP pensaba que se avecinaba el desastre, otro sobresalto. Entre bambalinas se empezó a comentar el rumor de que un diputado de Sumar se había equivocado en el voto telemático. Un rumor que saltó minutos después de que Tellado subiera escaleras arriba nervioso. El posible fallo hizo que las caras del PP tornaran entonces a algo de alivio. Todo el mundo a echar cuentas otra vez. La cosa seguía un diputado arriba y otro abajo en una nueva jornada de infarto. Cuando ya la campana del Congreso empezó a llamar a votar, el Ministerio de Transporte difundió un comunicado con un acuerdo in extremis con Podemos. El ministro del ramo, Óscar Puente, entraba justo después al hemiciclo. “Sí, hay acuerdo”, apostillaba, aunque la duda aún era si eso suponía un sí o una abstención por parte d Podemos.
Ya nadie tenía claro qué podía pasar. Otro error, otra ausencia podía provocar el baile de cifras. Las votaciones arrancaron en ese momento dejando una imagen peculiar. Unas 30 personas entre periodistas y asesores de los grupos se arremolinaron en torno a la pantalla colocada enfrente del hemiciclo para seguir la votación. Antes de la ley de movilidad sostenible se votaba también la convalidación del embargo de armas a Israel y una moción del PP con hasta nueve puntos. “¡Esto parecen los cuartos [de Año Nuevo]!“, se escuchó en la sala. Mientras, en la pantalla se resolvió la incógnita del otro error: el diputado del PNV Mikel Legarda estaba enfermo y no estaba votando tampoco telemáticamente.
Al final, el resultado: Podemos se abstuvo y la ley fue aprobada por 174 votos a favor. “Musho Betis manque pierda”, se oía en los corrillos tras la votación.
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