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Alarma en Galicia por un gran vertedero que nadie apaga tras los incendios: “No sabemos lo que respiramos”

El enorme depósito de desechos plásticos y textiles en el municipio ourensano de A Rúa lleva días ardiendo y la Xunta no se hace cargo de su complicado sellado

Imagen del polígono industrial contiguo al vertedero del municipio de A Rúa, afectado por la humareda.Foto: Rosa Veiga (Europa Press) | Vídeo: EPV
Sonia Vizoso

Los incendios forestales que han arrasado la comarca de Valdeorras, en Ourense, han dejado en el municipio de A Rúa una masa humeante de residuos plásticos y textiles. Se trata de un inmenso vertedero de restos de moquetas antitérmicas usadas para la fabricación de automóviles. Estas cubiertas aislantes están diseñadas para arder muy lentamente. Para angustia de los más de 4.000 habitantes de este ayuntamiento, esa pausada combustión se mantiene desde el pasado 15 de agosto, cuando se adentraron en este depósito municipal las llamas del fuego de Larouco, el más grave de esta ola en Galicia.

Han pasado 12 días y estos desechos calificados de no peligrosos siguen combustionando sin que ninguna administración se haya hecho cargo de momento de su complicado sellado. “Estamos desprotegidos totalmente. Es muy desagradable y no sabemos lo que estamos respirando”, protesta una empleada de una de las empresas del polígono industrial de As Pedreiras junto al que está ubicado el recinto. Muchos de ellos van a trabajar con mascarillas y gafas de protección para afrontar un ambiente cada vez más irrespirable, cuentan. El vertedero está a unos 300 metros del parque empresarial, a 400 metros de viviendas y a apenas un kilómetro de dos centros educativos que comenzarán las clases el 8 de septiembre.

Todos los técnicos que han visitado estos días el vertedero, tanto de instituciones públicas como de empresas privadas, calculan que se necesitará más de un mes de labores “a buen ritmo” para sellar los 14.000 metros cúbicos de residuos y enterrar sus malos humos, explica la alcaldesa de A Rúa, María González Albert, del BNG. Se precisarán 1.200 camiones llenos de arena y operarios protegidos con trajes especiales con su correspondiente plan de seguridad, un despliegue que el Ayuntamiento dice que no puede financiar.

La Xunta del PP se lava las manos. La Consellería de Medio Ambiente alega que el depósito, que ocupa más de 16.000 metros cuadrados, es propiedad municipal y que debe ser el Ayuntamiento quien debe sofocar el fuego y clausurar el vertedero si opta por esta alternativa. “Es una instalación municipal, sí. ¿Pero acaso si ardiera [por un incendio forestal] la casa consistorial no vendrían los bomberos?”, se pregunta la regidora sobre la inacción del Gobierno gallego, que es quien tiene las competencias en extinción de incendios forestales.

Si el Ejecutivo de Alfonso Rueda considera que el fuego en el vertedero es urbano, añade la alcaldesa, sofocarlo sería competencia de la Diputación de Ourense, igualmente gobernada por los populares. Esta institución ha enviado personal al lugar para evaluar el problema, pero este martes, a preguntas de este periódico, ha evitado implicarse en la solución: “Ese asunto lo está gestionando directamente el Ayuntamiento de A Rúa con la Xunta”. La regidora nacionalista clama contra este “frustrante” abandono: “Se pasan la pelota unos a otros. Están dejando que corra el tiempo para que llueva o deje de combustionar y quitarse de delante el problema”.

La estación de la Xunta que mide la calidad del aire en este municipio la califica de “muy mala” con los datos recogidos este martes al mediodía. Los registros han ido empeorando sobre todo por la elevada presencia de “los contaminantes PM25 y PM10”, según el informe del organismo autonómico Meteogalicia. La alcaldesa de A Rúa explica que ese ambiente viciado tiene que ver no solo con los humos de estos residuos, sino también con el incendio forestal que aún permanece activo en la zona.

La Xunta considera que estos datos que ha recogido la unidad móvil desplazada allí “motivan que, por el momento, se mantenga la fase de alerta”. Este nivel implica una “vigilancia constante” y la comunicación de las mediciones al Ayuntamiento y a los equipos autonómicos de emergencias y salud pública para difundir “recomendaciones” a la población.

Los vecinos están inquietos. Trabajadores del polígono industrial explican que la calidad del aire que ellos respiran es peor que la reflejada en los registros de la Xunta porque la unidad que realiza las mediciones se ha emplazado en el pabellón municipal, a un par de kilómetros del vertedero. Aseguran además que huele “a rueda quemada” y temen que en el recinto se haya depositado algo más que material aislante. La regidora lo niega: “No, solo hay moquetas, eso está supercontrolado”.

Visita de una delegación socialista al vertedero de A Rúa con el líder de esa formación en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro (de camisa blanca), a la cabeza, en una imagen difundida por el partido.

La toxicidad se extiende a otros municipios

El vertedero es municipal desde 2010, pero lleva años acumulando los residuos de una sola fábrica, la de Autoneum. Esta factoría, ubicada en el mismo polígono industrial y en la que trabajaban 190 personas, fue arrasada por el incendio de Larouco. El depósito está a un kilómetro de distancia de un instituto y de un colegio y las asociaciones de madres y padres de estos centros se están movilizando para exigir medidas de cara al arranque del curso escolar.

La teniente de alcalde de A Rúa, la socialista Ana Fernández, también ha reclamado “ayuda” a la Xunta para extinguir el fuego en el vertedero porque, a su juicio, se ha convertido en un problema de salud pública. Esgrime que los recursos económicos de un ayuntamiento tan pequeño están “muy lejos” de alcanzar para financiar el complejo operativo que requiere el sellado del depósito afectado por la ola de incendios forestales.

Los residuos plásticos y textiles que contiene, advierte Fernández, seguirán “contaminando el ayuntamiento de A Rúa y los de alrededor mientras no pongan los recursos encima de la mesa” para apagar su lenta combustión. El líder de su partido, José Ramón Gómez Besteiro, que visitó el depósito este lunes, asegura que las consecuencias de este incendio “tóxico” se han extendido ya a la vecina localidad de Petín: “Lo que pasa en A Rúa es la prueba de cómo gobierna Rueda: ausente cuando hay problemas”.

Tanto BNG como PSOE urgen la comparecencia del presidente de la Xunta en el Parlamento gallego para explicar la gestión de una crisis en la que se han sucedido las denuncias de descoordinación y medios parados por parte de miembros del dispositivo de extinción. El portavoz parlamentario del PP gallego, Alberto Pazos, ha asegurado este martes que Rueda “no se va a esconder” y que dará “todas las explicaciones” sobre la actuación de su Gobierno. Los sindicatos CCOO, CSIF y UGT, por su parte, exigen ceses y relevos en la Consellería de Medio Rural por una gestión que tachan de “nefasta” y “negligente”.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
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