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PP y Vox de Jumilla prohíben la celebración en espacios públicos de las dos grandes festividades musulmanas

La localidad murciana aprueba una enmienda para impedir el rezo colectivo del fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero en instalaciones municipales

Rezo por el final del Ramadán en Torre Pacheco (Murcia), en una imagen de archivo.
Elena Reina

El Partido Popular y Vox han aprobado una enmienda para impedir que se celebren en Jumilla (Murcia) las dos grandes festividades musulmanas: el fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero, las dos previstas para la primavera de 2026. En la moción, impulsada por Vox, se prevé la modificación del reglamento para el uso de las instalaciones municipales, lugares donde desde hacía años habían sido utilizados para rezar de manera colectiva durante las primeras horas de la mañana por alrededor de 1.500 vecinos que se estima que profesan esta fe en el municipio de unos 27.000 habitantes. Una medida inédita, pues el motivo que la justifica apela a la “identidad del pueblo” y se enfrenta de manera directa al derecho fundamental de libertad religiosa y de culto.

En el consistorio murciano estaban a unos días de cerrar los presupuestos municipales —que se debaten esta semana—. El Partido Popular, que gobierna en Jumilla gracias al apoyo del único concejal de Vox, Juan Agustín Navarro, decidió aceptar la moción hace unos días y ha colocado de nuevo a un municipio de la Región de Murcia en el epicentro de una de las proclamas de la ultraderecha. Hace casi un mes, en otra localidad murciana, Torre Pacheco, diferentes grupos ultras alentados por Vox, promovieron una caza contra la comunidad de origen magrebí que reside en el pueblo y desataron cinco días de odio racista en sus calles.

La medida que ha aprobado Jumilla supone una constatación legislativa de una amenaza recurrente de la ultraderecha contra la fe islámica, explica a este diario el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, Mounir Benjelloun Andaloussi Azhari: “No van contra otras confesiones, van contra la nuestra. Se trata de una propuesta islamófoba. Es una normativa discriminatoria para que solo los musulmanes no puedan disfrutar de sus fiestas”, advierte.

El objetivo de la moción presentada por Vox era prohibir la celebración en público del Aid el-Fitr (rezo del fin del mes de ayuno) y Aid el-Adha (la Fiesta del Sacrificio). La moción de Vox se justificaba en que son actos “ajenos a la identidad del pueblo”. “El PP lo que hizo fue presentar una enmienda blanqueando la moción”, explica a este diario la exalcaldesa y portavoz socialista en Jumilla, Juana Guardiola. La enmienda consistió en permitir la modificación del reglamento de instalaciones deportivas “para que no se pueda realizar ninguna actividad ajena al deporte, a no ser que esté promovida por el Ayuntamiento”.

El concejal de Vox argumentó la defensa de “nuestras tradiciones frente a la constante ofensiva ideológica de la izquierda por imponernos costumbres ajenas a nuestra identidad”; “a partir de ya no se va a volver a celebrar el fin del Ramadán o el rezo del cordero”, dijo tras el pleno. “¿Pero a qué se refieren con la identidad?, ¿y el legado musulmán en nuestra localidad de cientos de años? Nunca habíamos tenido ningún problema y es un disparate. Hay fiestas de la población ecuatoriana que celebran a la Virgen El Cisne, por ejemplo”, agrega Guardiola.

“Esos dos días son los que habitualmente congregan a más gente”, explica Paulino Ros, periodista de Onda Regional de Murcia y autor del blog Islam en Murcia. “Normalmente, los ayuntamientos ceden los polideportivos, campos de futbol, para que se reúnan los musulmanes a rezar. La gracia del rezo es que es colectivo, van familias completas. Además, es desde las siete de la mañana hasta las 9 más o menos de la mañana. Luego se van a sus casas a celebrar en familia”, explica Ros.

En los dos últimos años han coincidido las festividades musulmanas con la Semana Santa de Jumilla. “Y hasta ahora se ha hecho con normalidad y sin problema”, apunta Ros. “No olvidemos que en estos actos que quieren prohibir la gente va a rezar, no hay nada más pacífico”, resume.

“Estamos un poco sorprendidos con todo lo que está ocurriendo en España. Vemos un cambio radical. Este era un país en el que su gente ha trabajado mucho para conseguir gozar de una paz y libertad que tienen. Pero yo por primera vez en 30 años tengo miedo”, se lamenta Benjelloun.

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Sobre la firma

Elena Reina
Es reportera de la sección de Nacional. Antes trabajó ocho años en la redacción de EL PAÍS México, donde se especializó en temas de narcotráfico, migración y feminicidios. Es coautora del libro ‘Rabia: ocho crónicas contra el cinismo en América Latina’ (Anagrama, 2022) y Premio Gabriel García Márquez de Periodismo a la mejor cobertura en 2020.
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