Detenido el ‘fugitivo de los tatuajes’ a nueve días de prescribir el delito de agresión sexual por el que era buscado
Álvaro Pasquín, que estaba en la lista de los 10 más buscados, se ocultaba desde hace cinco años en un chamizo de Madrid tras romper con familiares y amigos para no ser localizado


La Policía Nacional detuvo este martes en Madrid a Álvaro Pasquín Mora, de 33 años y conocido como el fugitivo de los tatuajes, al que el Ministerio del Interior había incluido en julio del año pasado en la lista de los 10 fugitivos más buscados para solicitar la colaboración ciudadana. Su arresto se ha producido a solo nueve días de que prescribiera el delito de abuso sexual cometido en 2017 por el que había sido condenado. Pasquín ―el sexto de aquella relación de huidos que es arrestado― llevaba cinco años oculto en un cobertizo rodeado de vegetación en el madrileño barrio de Colonia Jardín prácticamente sin salir y sin relacionarse con nadie. Tras su arresto lo primero que pidió a los agentes fue poder hablar con su madre, con la que había perdido todo contacto en estos años, detallan fuentes cercanas a la investigación.
La búsqueda del ahora arrestado se inició en 2020 tras emitirse una orden judicial de ingreso en prisión después ser condenado por la agresión a una joven de 20 años. Pasquín no se presentó y la Policía desplegó entonces una intensa actividad para su localización que, sin embargo, resultó infructuosa. Según detallan fuentes cercanas a aquellas pesquisas, el fugitivo había roto cualquier relación con su entorno familiar y de amistades, lo que impidió lograr pistas sobre su localización. Por ello, el pasado verano los responsables policiales decidieron incluir su rostro en el cartel de los más buscados y así reclamar a través de los medios de comunicación y las redes sociales la colaboración ciudadana que permitiera recabar algún dato sobre su paradero.
🚨Detenido en #Madrid el #fugitivo de los tatuajes incluido en la lista de “Los 10 más buscados”
— Policía Nacional (@policia) July 23, 2025
👉Alvaro Pasquín Mora llevaba 5⃣ años oculto en un cobertizo
⚠️La reclamación judicial prescribía dentro de 🔟 días
🫂La colaboración ciudadana ha resultado fundamental para su… pic.twitter.com/iYcMAC7R3h
Para ello, Interior difundió su fotografía y destacó sus características físicas: 1,70 metros de altura, complexión delgada, pelo moreno, piel blanca y ojos negros. Para facilitar su identificación, se hacía hincapié en la gran cantidad de tatuajes que tenía tanto a ambos costados como en piernas y antebrazos. En el pecho llevaba tatuada la frase “la suerte está echada”, como el propio fugitivo mostraba en la foto de su perfil de X (antes Twitter) que había abierto en 2016.
Su búsqueda se había intensificado en los últimos meses ya que el delito por el que había sido condenado iba a prescribir el próximo 31 de julio. El propio Pasquín admitió tras su detención que llevaba la cuenta atrás y que sabía que en unos días iba a quedar eximido de cualquier responsabilidad penal por aquellos hechos. “Nos dijo que estaba convencido de que no le íbamos a encontrar y que iba a poder volver a su vida anterior en unos días”, detalla un agente que ha participado en el operativo.
Sin embargo, el pasado martes esa posibilidad se esfumó. Tras analizar la abundante información aportada por ciudadanos sobre el posible paradero de Pasquín ―“hay que hacer una labor de cribado para descartar la errónea de la que puede ser útil”, detallan estas fuentes―, agentes de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional lo localizaban oculto en un cobertizo situado en una finca que pertenecía a un anciano con el que había entablado amistad.
Según detalló el propio Pasquín a la Policía tras su arresto, llevaba viviendo allí cinco años —los que llevaba huido— en condiciones poco salubres junto a un gato y no se relacionaba en persona con nadie. También que no había salido en ese tiempo de ese lugar, aunque este último extremo los agentes lo ponen en duda porque vieron que su cuerpo presentaba nuevos tatuajes. La vegetación y los altos muros que rodeaban la construcción precaria en la que se alojaba impedían que pudiera ser visto desde el exterior, aclaran las fuentes consultadas. Además, para dificultar su identificación se había dejado el pelo largo y se lo había teñido de rojizo. La comida la conseguía haciendo pedidos por internet a empresas de reparto a domicilio mediante la utilización de una identidad que había usurpado a una persona.
Los medios económicos para subsistir los conseguía con esa misma identidad haciendo negocios de compraventa a través de internet gracias a un ordenador que tenía. Este equipo informático era, según dijo a los agentes, su principal distracción e, incluso, había hecho a través de él varios cursos online para cuando prescribiera su delito y pudiera salir. Según fuentes cercanas a la investigación, una de las pistas que facilitaron su localización fue, precisamente, el rastreo de las cuentas digitales que utilizaba. Cuando fue arrestado, Pasquín no opuso resistencia. El juez ha decretado su ingreso en prisión.

Las campañas en las que se pide la colaboración de los ciudadanos para localizar a fugitivos no son nuevas. En años anteriores, la propia policía española o la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) han puesto en marcha iniciativas similares con buenos resultados. La lanzada en mayo de 2022 por el Ministerio del Interior consiguió en año y medio la detención de la mitad de los 10 fugados cuyos datos se difundieron entonces. La actual ya ha superado estas cifras con seis arrestos en tan solo 12 meses.
En ellas, la Policía pide que cualquier que pueda aportar algún dato sobre el paradero de los huidos se ponga en contacto de manera confidencial a través del correo electrónico losmasbuscados@policia.es. Interior siempre recalca que no todos los huidos pueden estar en España y recuerda que la campaña cuenta con la colaboración de la Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos (ENFAST en sus siglas en inglés).
En la actualidad, de la lista de los 10 más buscados, siguen en paradero desconocido cuatro. Se trata de Baltasar Vilar Durán, alias Saro, de 68 años, que tiene pendiente cumplir condenas que suman 45 años de cárcel por tráfico de drogas; Alberto Severo De Sousa, buscado desde marzo del 2023 por la muerte de su pareja, un farmacéutico cuyo cadáver apareció en el domicilio de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) que compartían; Segundo Cousido Vieites, un profesor de religión salesiano condenado a 32 años de cárcel por siete delitos de abusos, tres de ellos continuados, contra seis menores de edad; y José Manuel Canela Vázquez, alias Ferramache, considerado uno de los principales capos de hachís de la provincia de Huelva.
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