Badajoz recupera 133 años después la logia masónica Pax Augusta
El objetivo de la organización será estar en la vida social de la ciudad y poder aportar sus reflexiones para mejorar la vida de los ciudadanos

Badajoz contará desde este otoño con una nueva organización, o más bien, recuperará una histórica: la logia masónica Pax Augusta, que fue creada por masones del liberalismo español a finales del siglo XIX. En concreto, en el año 1888, y que desapareció solo cuatro años después, en 1892.
Uno de los impulsores de recuperar esta logia es José Alberto Hidalgo, presidente de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, que cuenta que los antecedentes de esta organización pacense se encuentran en el desarrollo de la masonería en España, fundamentalmente a raíz del movimiento liberal que hubo a principios de 1800. “Con la aprobación de la Constitución española de 1812, la conocida como La Pepa se recogía la separación entre el Estado y la Iglesia, un aspecto importante que tenía detrás a muchos masones”, cuenta Hidalgo.
En Extremadura se levantaron una serie de logias masónicas durante ese siglo en lugares como Mérida, Llerena, Fregenal de la Sierra, Badajoz o Cáceres, aunque la Pax Augusta, en Badajoz, y la Emérita Augusta, en Mérida, fueron las que tuvieron más relevancia. En el caso de la primera contaba con personas muy representativas de la vida social y política de la ciudad pacense.

Entre los nombres más destacados de la organización estaba Rubén Landa, presidente del Colegio de Abogados de Badajoz, padre de Matilde Landa y sobrino de la escritora extremeña Carolina Coronado. “Este hombre tiene una gran importancia porque es el encargado de promover el turno de oficio en la abogacía, para prestar asistencia jurídica a personas que no tenían recursos”, ilustra Hidalgo.
Pero además de Landa, dentro de la Pax Augusta se encontraba, entre otros, Narciso Vázquez Lemus, un doctor muy reconocido en esos momentos y al que llamaban el “médico de los pobres”. También el alcalde de Badajoz entonces, Epifanio Ramos Calvo. “Personas muy relevantes, las cuales para aquellos años tenían una mentalidad y una visión de lo que tenía que ser la sociedad muy distinta a su época”, cuenta este maestro masón.
Los miembros de esta organización impulsaron diferentes actividades y muchas instituciones en la capital pacense, como un periódico masónico llamado La Crónica, la Escuela de Artesanos, que luego fue la Escuela de Artes y Oficios o la caja de ahorros de Badajoz. Los nuevos impulsores de la Pax Augusta aseguran que Badajoz no se podría entender hoy sin la influencia de estos hombres de finales del siglo XIX. “Nuestra decisión de impulsar esta organización es por un reconocimiento histórico de lo que hicieron estas personas”, asegura Hidalgo.
La capital pacense lleva sin actividad masónica desde 1892 cuando se extinguió esta logia, aunque posteriormente se intentó revitalizar el movimiento, pero sin éxito. El motivo principal fueron las épocas convulsas de la II República y la posterior Guerra Civil que vivió España.
La organización achaca el halo de misterio que envuelve a la masonería en España a la persecución que tuvo el movimiento durante la Guerra Civil y la represión del franquismo. “En España se sigue teniendo una idea de la masonería equivocada, porque arrastramos esos años oscuros, no somos diablos con cuernos, ni nada parecido, somos personas normales, con unas inquietudes y que utilizamos la reflexión y el pensamiento. Yo no creo que esto sea malo, al revés”, destaca Hidalgo.
Detrás de la imagen equivocada que la sociedad pueda tener de la masonería se encuentra la idea alterada que se encargó de transmitir el franquismo. “Un ejemplo lo podemos encontrar en el archivo histórico de Salamanca. Allí está representada en una pintura una logia masónica. Pero no es real, ya que es la imagen que el régimen quiso dar de nosotros. No tenemos ni capuchas, el escenario que se representa no tiene nada que ver con la realidad, es la idea oscura que quisieron trasladar”, cuenta este maestro masón, que también destaca la cantidad de libros que se han publicado hablado de la masonería, cuando los autores no conocen la organización. “La masonería por sus características como organización, no es secreta, pero si discreta, porque practicamos una serie de rituales que es bueno que los que lo viven lo conozcan por primera vez”, cuentan.
Al contrario de esa visión oscura y tenebrosa que se ha dado del movimiento destacan que en las reuniones se utilizan colores alegres como el azul, donde lo más destacado pueden ser los collares o mandiles que llevan los miembros del movimiento. “Cuando pongamos en marcha la logia de Badajoz vamos a hacer una ‘tenida blanca’, como le llamamos nosotros, para que puedan asistir los ciudadanos y que vean cómo es y lo que hacemos”, traslada Hidalgo.
En cuanto al objetivo de la masonería, aseguran que buscan trabajar a la persona y ser cada vez mejores. “Queremos tener un comportamiento ético en la sociedad, trabajar a nivel cultural y social. Nosotros nos dedicamos a hablar, escribir y reflexionar sobre cuestiones que pasan en la sociedad. Todos los años elegimos dos temas para trabajar a nivel nacional”, cuenta el maestro masón. A partir de ahí dicen que trabajan a nivel de reflexión y lo trasladan a lo que ellos llaman “planchas”, para posteriormente hacer un resumen anual de todo lo que se ha trabajado en las logias del país.
A diferencia de España, hay países donde tiene mucha presencia la masonería, como el Reino Unido. Hidalgo asegura que allí los trabajos de reflexión se hacen llegar al Gobierno para que los tengan en cuenta.
Además del Reino Unido, otros mandatarios de países como Francia o Bélgica reciben a los masones para tomar nota de sus reflexiones. “He tenido la oportunidad, representando a la masonería en España, de que me reciba José Manuel Durão Barroso cuando era presidente de la Comisión Europea. Nos escuchan porque saben que los trabajos que hacemos sobre cuestiones que surgen en la sociedad es bueno oírlos y tenerlos en cuenta. Son productos de reflexión de personas con distintas ideologías”, concluye Hidalgo.
Tras la puesta en marcha de la logia Pax Augusta, sus promotores buscan darla a conocer: “Le pediré una reunión al alcalde de Badajoz para explicarle quiénes somos, que nos considere como un colectivo más y que podamos participar en la vida social de esta ciudad. Mi deseo sería que la masonería se normalizara en España y al igual que fue reconocida en otros momentos de la historia del país, lo sea ahora”.
Sobre las posibles acciones sociales, Hidalgo recuerda que la organización tiene una característica filantrópica. Como ocurrió en la Dana de Valencia, cuando ayudó a asociaciones y colectivos, pero sin publicidad alguna.
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