Feijóo calienta el congreso del PP: “No queremos gobernar por el desgaste del PSOE”
El líder de la oposición asegura que el cónclave de julio no es un “simple relevo de caras”


La “coincidencia del destino” ha hecho que Alberto Núñez Feijóo vuelva a subir al atril durante la romería de O Pino (A Coruña) seis años después del batacazo de Pablo Casado en las urnas nacionales. En aquel momento, el por entonces presidente de la Xunta habló desde el mismo escenario tras un desastroso resultado de 4 millones de votos. Y buscó subir la moral a los suyos asegurando que su partido remontaría hasta las 10 millones de papeletas en el futuro. En las elecciones generales del 23-J, el hoy líder del PP se quedó en 8. Pero este sábado, a poco más de un mes del congreso nacional de la formación, Feijóo ha reiterado su compromiso de alcanzar los 10 millones en unos comicios que en principio no se prevén hasta 2027. El jefe de la oposición ha calentado a su vez el cónclave de julio, comprometiéndose a que no se tratará de “simple relevo de caras” en el equipo directivo. “No queremos gobernar por el desgaste del PSOE, sino porque tenemos una forma distinta de hacerlo”, ha añadido eufórico.
Las palabras de Feijóo desde O Pino, tratando de mezclar ilusión y ataques al Gobierno, llegan como colofón a una semana en la que se ha convocado formalmente el congreso de julio. Un trámite tras el que ha tenido que escuchar al ala dura pidiendo que “dé la batalla cultural” y al expresidente José María Aznar puntualizando para que ganar elecciones hay que hacerlo desde “el entusiasmo de los propios” y no solo desde “el rechazo al adversario”. El líder del PP se ufana en responder a las demandas con mensajes de esperanza mientras Génova ya tiene dibujadas las líneas maestras de la ponencia política que saldrán del cónclave.
“Me comprometo a que este país sabrá con claridad lo que puede esperar de nosotros, me comprometo a escuchar a todos y después a decidir en conciencia”, ha anticipado este sábado ante unos 4.000 asistentes al acto de O Pino, según datos de la formación. Entre gritos de “¡oa, oa, Feijóo a La Moncloa!“, y tras recibir 2.000 avales gallegos para su candidatura de manos del presidente de la Xunta y su sucesor, Alfonso Rueda, el líder del PP se ha desgañitado para apuntalar la trascendencia del cónclave. Y se ha enchufado ya el modo campaña con un discurso con tono de mitin, como así diseña Génova el cónclave: en clave electoral, aun sin elecciones generales en el horizonte.
“No va a ser un congreso de trámite, vamos a ir con ideas, proyecto y un verdadero propósito. Es un punto de inflexión, mostrar a España que ¡el cambio sí merece la pena, que la honestidad sí merece la pena, que la dignidad sí merece la pena!”, ha señalado como recado hacia quienes afirman que el congreso está dirigido y que solo supone un escaparate de cara a la galería. Para dar el golpe en la mesa, el jefe de los populares ha aprovechado “la casualidad” de estar en Galicia y jugar en casa, donde se siente cómodo, logró cuatro mayorías absolutas y alejado de las presiones de Madrid. “Me comprometo a que reconoceréis al Feijóo de las grandes victorias. Galicia es el corazón del Partido Popular. Y este corazón late con fuerza hoy”, ha proclamado.
A las coerciones desde dentro de su propio partido se suman además los dardos de Vox, que tras la convocatoria del congreso tratan de hurgar entre las eventuales disensiones de los populares y han lanzado que el cónclave se va “quedar en nada”. “No vamos a gobernar porque ahora le toque al PP, vamos a abrir un nuevo tiempo en España, entre todos vamos a derribar democráticamente ese muro”, ha subrayado Feijóo.
Además hubo tiempo para cargar contra el Gobierno, con el foco puesto puesto en los supuestos casos de corrupción, más aún después de que la jueza haya sentado en el banquillo al hermano de Pedro Sánchez. “¡No nos conformamos! ¡Por más que lo intenten no nos resignamos! Millones de españoles están esperando por un proyecto que en el que confiar, un rearme moral del país, el que meta dinero en la caja se tiene que ir a la calle. Cuando una nación va por un lado y el gobierno por otro, se produce una pérdida de dinero, de confianza y de tiempo", ha espetado desde el municipio coruñés.
La “casualidad” ha querido también que Feijóo vuelva a O Pino después de que el año pasado pisara la romería junto a la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, durante la campaña de las elecciones europeas en las que también venció al PSOE aunque sin conseguir un desplome de los socialistas pese a la amnistía, que acababa de tramitarse. El líder del PP trató de seducir a la dirigente europea, en plena ofensiva por la medida de gracia a los encausados por el procés, pero no consiguió que Von der Leyen la mencionase en ningún momento pese al pulpo y a la empanada que suceden al discurso político. La amnistía tampoco ha estado este sábado presente en el discurso de Feijóo, sí las palabras “ilusión”, en reiteradas ocasiones, y corrupción.
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