Ir al contenido
_
_
_
_

Las denuncias por robo de cobre se han disparado un 87% desde 2019

Informes policiales apuntan que los hurtos de este metal en infraestructuras ferroviarias son cometidos por grupos especializados

Imagen facilitada por Adif de uno de los sistemas de seguridad afectados por el robo, este domingo, de cableado en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla.

El robo de cobre y otros metales conductores es un delito en alza. Las estadísticas del Ministerio del Interior recogen que el número de denuncias investigadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil por el hurto de este metal y otros materiales conductores se ha incrementado un 87% en los últimos seis años tras pasar de 2.367 casos en 2019 a los 4.433 casos del año pasado. Es decir, una media de 12 hurtos al día. Estas cifras son en realidad una aproximación, porque no recogen los sucesos de estas características registrados en País Vasco y Cataluña, donde la Ertzaintza y Mossos d’Esquadra tienen transferidas las competencias policiales. De hecho, Cataluña lidera de lejos las estadísticas de este tipo de robos, ya que en 2023 acumuló más denuncias (5.372) que en el resto de España en su conjunto (más de 4.000).

Por comunidades autónomas ―excluidas Cataluña y País Vasco, cuyos datos no aparecen reflejados en la estadística de Interior―, el año pasado fue Castilla-La Mancha (donde se ha producido precisamente el robo en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla que provocó este domingo el colapso del servicio ferroviario) la que las lidera, con 799 denuncias. La siguen Andalucía (745), Madrid (678) y Castilla y León (428). El resto de comunidades quedan por debajo de las 300 denuncias. La estadística de personas detenidas e investigadas también recogen esta tendencia al alza, con 987 implicados en 2024 frente a los 420 de 2019.

Este incremento tiene una explicación, según confirman fuentes policiales: el cobre es uno de los metales más buscados por su elevado precio. Este material robado ya limpio ―sin el revestimiento de plástico― puede venderse en el mercado negro a un precio cercano a los seis euros el kilo. No obstante, los precios oscilan según la cotización del mismo en los mercados. Por ejemplo, en los días previos al robo en Toledo de este fin de semana, su precio en la Bolsa de Metales de Londres estaba por encima de los 9.300 euros la tonelada... y subiendo. Un informe policial reconoce que, “en general, a mayor cotización del cobre o del bronce en el mercado, mayor incremento de hurtos/robos se cometen”.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, incidió este lunes en una entrevista en la Cadena SER que el robo de este domingo, que calificó de “sabotaje”, no era “algo tan sencillo, ni tan fácil” y que requiso “una logística que no tiene cualquiera”. Sin embargo, informes policiales apuntan que los robos de metales en infraestructuras férreas, si bien son cometidos por “grupos organizados” cuyos integrantes, en alto porcentaje, tienen antecedentes por hechos similares, suelen necesitas únicamente herramientas de corte como cizallas, hachas, radiales o alicates de fácil obtención.

Un agente especializado en combatir este tipo de delincuencia destaca que los autores materiales de estos hurtos son, en muchas ocasiones, el escalón más bajo de la delincuencia. “Este tipo de sustracciones suelen realizarlo en horarios nocturnos con actividades preparatorias y organización grupal”, recoge un informe policial que destaca que, por ejemplo, la furgoneta en la que se suelen desplazar al lugar del robo para cargar el material robado suelen ir con las matrículas ocultas para evitar que las grabaciones de los circuitos de videovigilancia puedan facilitar su identificación. En algún caso, pueden intentar hacerse pasar por operarios, pero las fuentes policiales insisten que estos son los menos

Una vez con el cable de cobre en su poder en un lugar seguro, los ladrones lo queman para fundir el plástico que lo reviste y que suele llevar un número de serie que les podría delatar. Luego lo llevan a chatarrerías o empresas del sector que, supuestamente, conocen el origen ilícito del material y les pagan un precio más bajo del mercado. Los agentes consultados destacan que, por ello, es clave coger a los delincuentes cuando están cometiendo el robo porque, si no, muchas veces solo se les puede imputar un delito de receptación.

Ocurrió, por ejemplo, en enero de 2022 en Aragón, cuando fueron detenidas dos personas a bordo de una furgoneta en la que transportaban entre 300 y 500 kilos de cable de cobre supuestamente sustraído poco antes de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona a la altura de Plasencia de Jalón (Zaragoza). La justicia les condenó finalmente a solo un año y tres meses de cárcel por receptación de material robado porque no se pudo demostrar que fueran ellos los autores del hurto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_