Por la calle Lower Marsh: grafitis, comida callejera y teatros legendarios en el corazón de Londres
Esta calle, próxima a la estación Waterloo, aún conserva parte del cáracter y la esencia de tiempos pasados. Los bares de moda se entremezclan con los de siempre; durante la semana los locales hacen cola para comprar su ‘lunch’ cotidiano, y los fines de semana, a turistas en los cafés y restaurantes

Próxima a la estación de Waterloo hay una callecita que conserva parte del carácter y esencia de tiempos pasados. Los bares de moda se entremezclan con los de siempre; durante la semana es fácil ver a trabajadores de la zona haciendo cola para comprar su lunch cotidiano, y los fines de semana, a turistas en los cafés y restaurantes con cocina variada.
1. Opciones ‘gastro’
La pequeña Lower Marsh, a apenas 15 minutos andando del Big Ben, está llena de opciones gastronómicas, pero hay algunos clásicos que no se deben dejar de probar. El Maries Thai Cafe es una institución en el barrio de Waterloo, un lugar en el que tomarse un auténtico desayuno inglés o una deliciosa y abundante ración de comida tailandesa a precios populares. Situado al final de la calle está el restaurante Cubana, donde la ropa vieja es el plato estrella.
Con un ambiente festivo y desenfadado, es famoso por su gran variedad de cócteles. Aquí se disfruta de un mojito mientras se escucha salsa en directo. Otra opción es GoGo Pocha. Si nunca ha probado la cocina coreana, este es el sitio: un pequeño y acogedor local perfecto para tomar sus famosas pancakes de kimchi o su bibimbap, arroz hervido con carne, verduras, huevo, semillas de sésamo y salsas servido en un cuenco caliente para que no se enfríe.
2. Leake Street
Hacia mitad de la calle espera una sorpresa: la entrada a Leake Street, conocida como túnel de los grafitis o Banksy Tunnel. Bajo las vías del tren de Waterloo y con 300 metros de longitud, es el único lugar de Londres en el que se puede pintar sin permisos. En 2008, el propio Banksy organizó un evento secreto, el Festival de Cans, al que invitó a artistas urbanos de todo el mundo a plasmar sus obras en las paredes.

Provistos de botes de espray y escaleras o pequeños andamios, los grafiteros se dejan llevar por el ambiente que aquí se respira. Cualquier espacio es un buen lienzo para comenzar la siguiente obra. Eso sí, el grafiti es un arte efímero, por lo que es probable que, si se regresa, las obras hayan sido ya reemplazadas. Saque al artista que lleva dentro y deje su firma en alguna de las paredes del túnel.
3. Mercado Lower Marsh
Este vibrante mercado del centro de la capital británica remonta sus inicios a principios del siglo XIX — presumía de ser el mercado callejero más largo del Reino Unido—. Ofrece ropa, fruta y vegetales, o un puesto enorme de vinilos en el que casi seguro se encuentra alguna ganga. Pop, rock, jazz, blues…, un auténtico paraíso para quienes buscan algo especial. Es conocido también por su comida callejera, donde uno se traslada a Japón con un bol de arroz teriyaki, a Oriente Próximo con sus famosos wraps de falafel, puede probar la comida griega o la auténtica cocina polaca. Se puede comer en las mesas de madera repartidas a lo largo de la calle.

4. Teatros Old Vic y Young Vic
Al final de Lower Marsh, en Waterloo Road, está el teatro Old Vic. Inaugurado en 1818, ha pasado por varias reformas y cambios de nombre desde entonces. A principios de los noventa, se hizo mundialmente conocido por la exhibición de varias obras de William Shakespeare, y más recientemente, cuando el actor estadounidense Kevin Spacey se convirtió en su director artístico en 2003, un cargo que ocupó durante 13 años. De este escenario han salido grandes intérpretes británicos, como Maggie Smith o Judi Dench.

A unos cinco minutos caminando se encuentra el Young Vic, hermano menor del Old Vic y construido en 1970. Este pequeño teatro, al que se entra por el bar, suele ser escenario de producciones con conciencia social, obras experimentales o clásicos versionados.
5. Para tomar una copa
El Vaulty Towers (en el número 34 de la calle) es un lugar perfecto para tomar un Espresso Martini de barril o, si se es más convencional, optar por la clásica pinta. Este pub tiene dentro una casa en un árbol, taburetes de distintas alturas, una enorme media luna y rincones secretos de lo más excéntricos, incluso para encontrarse en la capital británica.
Con una ecléctica decoración, mezcla el anime, lo gótico y lo surrealista. Además, sirven comida típica de pub como hamburguesas, fish and chips o salchichas con puré de patata. También organizan actividades de entretenimiento como comedia stand up, música en vivo o sesiones de DJ. Un lugar, cuando menos, peculiar.
6. Descanso en Waterloo: Millennium Green
Si tras una mañana callejeando por el barrio apetece un poco de tranquilidad, qué mejor que cruzar la calle para descansar en el Waterloo Millennium Green. Este pequeño parque, a escasos metros de Lower Marsh, se mantiene gracias a la participación de la comunidad vecinal. Si se viaja con niños es uno de los lugares perfectos para huir un rato del bullicio de la ciudad y para que los adultos se relajen. También se ve a muchos asistentes al teatro Old Vic esperando a que empiece su representación. Si el tiempo acompaña, se puede improvisar aquí un almuerzo con alguna de las viandas que se hayan comprado en los puestos del mercado.
Tras un buen descanso en uno de los bancos del parque, ya se está preparado para seguir con la visita a Londres, ya que queda cerca de muchas atracciones locales turísticas como el London Eye, la abadía de Westminster, las Casas del Parlamento, el Acuario de Londres o la Tate Modern. Cualquier opción es buena.
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