La crisis rumana atrae la atención de la banca de inversión
El país sufre un alto déficit que engorda su deuda. Las firmas financieras ven estos problemas como una oportunidad de negocio


La economía rumana vive en la actualidad una encrucijada. Los draconianos planes de ahorro aprobados en julio por la coalición gubernamental proeuropea destinados a reducir el déficit fiscal del 9,3% registrado en 2024 —el más elevado de la UE— que la sitúan continuamente a las puertas de la ruptura, suponen en cambio un enorme atractivo para la gran banca. Las subidas de impuestos —entre ellos, el IVA— ahogan a los hogares, que también padecen una inflación galopante: un 8,5% anual hasta septiembre. Además, el Gobierno congeló las pensiones a cinco millones de jubilados y los salarios a 1,3 millones de funcionarios. Sin ser suficiente, el Ejecutivo anunció privatizaciones y la revisión de pensiones especiales que gozan profesionales como magistrados, militares y policías. Todo ello, además, ha dado alas a la extrema derecha: los sondeos le dan un 40% en unas hipotéticas elecciones.
“Debido a un elevado déficit presupuestario, los altos intereses que el Gobierno debe pagar para financiarse y refinanciar los préstamos que vencen y la desaceleración económica, la deuda pública se incrementará a un ritmo alarmante”, vaticina Cristian Hostiuc, director de Ziarul Financiar, el primer diario económico del país. A mitad de este año, la deuda pública superó los 200.000 millones de euros, un 57,2% del PIB, un 20% más que hace un lustro. Pero, según anunció el ministro de Finanzas, Alexandru Nazare, la cifra crecerá a un 60% a finales de 2025. “Rumania ha entrado en un terreno alambicado por el alto déficit presupuestario, que debe ser financiado a tipos de interés del mercado, que son extremadamente elevados, de entre el 5,5% y el 6,5%”, explica Hostiuc. Solo este año, Bucarest pagará intereses de unos 11.000 millones.
Además, las reticencias sobre las políticas de austeridad en el seno del Gobierno —formado por socialdemócratas, liberales y los centristas de Unión Salvar Rumania— hacen que las previsiones de mejora sean remotas. “Es poco probable un crecimiento del 5% del PIB, mayor que la necesidad de financiación de la deuda pública”, recalca Hostiuc. De acuerdo a Eurostat, la economía creció un 2,1% en el segundo trimestre de 2025 frente al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el también economista indica que la buena noticia está en que los grandes acreedores internacionales se fijan en el país. “Cuando Rumania tenía una deuda del 20% del PIB y los tipos de interés eran mucho más bajos, no captaba la atención; ahora, cuando el país necesita unos 50.000 millones de euros al año para financiarse, todos los grandes bancos están en Bucarest, lo que impulsará las inversiones”, remarca Hostiuc.
JP Morgan mueve ficha
Uno de ellos es JP Morgan, la mayor entidad financiera estadounidense, que ha dado pasos importantes para convertirse en uno de los principales financiadores de la deuda pública, además de involucrarse en proyectos como la explotación de gas en el mar Negro y la ampliación de la única central nuclear del país. “Debido a que en los últimos cinco años se ha endeudado mucho, con una necesidad de financiación creciente cada año, Rumania destaca como el mayor jugador de deuda de la Europa del Este, superando a Polonia”, sostiene Dan Popa, especialista en finanzas. A principios de octubre, el Gobierno se endeudó en 2.000 millones de euros mediante la venta de bonos a siete años con un interés del 5,5%, y, en lo que va de año, la cifra roza los 16.000 millones.
La guerra en la vecina Ucrania provocó también que los acreedores internacionales acepten los desequilibrios presupuestarios y que la UE permita el aumento del déficit de este año del 7% al 8,4%. “Ni los grandes financiadores internacionales [BERD, Banco Mundial, BEI], ni los bancos están interesados en enfrentarse a un problema en Rumania que desequilibre toda su cartera de inversiones y toda la financiación otorgada”, indica Popa. “Incluso, las agencias de calificación toleran la posición geopolítica del país y pasan por alto, al menos por ahora, la situación económica a pesar de que los motores de crecimiento se han paralizado y el Ejecutivo no ha presentado ningún plan de reactivación económica”, remacha el experto.
Puede consultar otras cartas de esta sección aquí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma































































