BBVA recurre ante el Supremo las exigencias del Gobierno a su opa sobre el Sabadell
El banco impugnó el 15 de julio ante alto tribunal la decisión del Consejo de Ministros de tres semanas antes

El BBVA también dará la batalla hasta el final en los tribunales en lo que respecta a la opa lanzada sobre el Banco Sabadell. Según ha confirmado la entidad presidida por Carlos Torres a este medio, el banco de origen vasco recurrió el pasado 15 de julio la decisión del Consejo de Ministros de imponer condiciones adicionales para mantener viva la posible fusión: gestión independiente, nada de despidos ni de cierre de oficinas en tres años ampliables a cinco. La judicialización “no interfiere en la opa”, aclara el BBVA.
BBVA tenía dos meses desde que el Gobierno dio a conocer, el pasado 24 de junio, sus requisitos para elevar el asunto hasta el alto tribunal. El plazo concluía en septiembre, debido a que el mes de agosto es inhábil, si bien el banco de origen vasco lo tenía claro y no agotó los tiempos. Al respecto, el consejero delegado del banco, Onur Genç, se limitó a decir, el pasado 31 de julio, durante la presentación de los resultados del segundo trimestre del año, que la opción de iniciar el proceso legal estaba ahí: “Obviamente tenemos la posibilidad”, indicó.
La idea de acudir al Tribunal Supremo rondaba ya antes de que el Consejo de Ministros se pronunciara. En la semana previa a conocer el acuerdo ahora impugnado, Carlos Torres, el presidente del BBVA, recordaba en una entrevista que siempre se podía acudir a los tribunales para resolver las discrepancias: “La vía judicial existe siempre y cuando se endurezcan las condiciones” que ya fijó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que autorizó la opa el pasado 30 de abril, señaló.
Por el momento no han trascendido los argumentos planteados en el recurso. El banco ha sostenido siempre que, de acuerdo a su interpretación de la normativa, el Ejecutivo solo podía mantener o suavizar las condiciones de la CNMC. Asimismo, BBVA puede atacar al proceso llevado a cabo por Economía para valorar si la consulta pública, que es la primera vez que se ha utilizado en un proceso de opa o de fusiones de empresas, es acorde a lo marcado por la Ley de Defensa de la Competencia, como indicó el Gobierno.
Expediente de Bruselas
El recurso se presentó antes de que Bruselas diera a conocer la apertura de un expediente que la Comisión Europea abrió en julio contra España para analizar si los poderes que dan las leyes españolas al Ministerio que dirige Carlos Cuerpo para decidir sobre este tipo de operaciones corporativas son conformes al derecho de la Unión Europea. Fuentes jurídicas destacan que este hecho puede dar fuerza a los argumentos que el banco exponga ante los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo.
Asimismo, BBVA acudió al Supremo justo dos semanas después de que el banco vallesano metiera presión al vender su filial británica, TSB, al Banco Santander por más de 3.000 millones de euros, una cantidad que se restaba de golpe del valor del banco catalán. Con ello, la entidad pilotada por Josep Oliu prometió a sus accionistas el reparto de un megadividendo de 2.500 millones de euros. En ese momento, a mediados de julio, la junta del Sabadell aún no había dado el visto bueno a la venta ni a las ganancias que ello conllevaría, pero había pocas dudas de que los accionistas darían su apoyo. Y así lo hicieron de forma abrumadoramente mayoritaria el pasado 6 de agosto.
Ahora, el Tribunal Supremo debe decidir si admite a trámite el recurso. Para ello, analizará si el recurso cumple los requisitos legales para instar a la máxima instancia judicial entrar a examinar la actuación del Ejecutivo en relación a la opa sobre el Sabadell. En caso de que así sea, los magistrados pedirán el expediente y darán parte a la Abogacía del Estado para que presente sus alegaciones.
Así las cosas, a la vuelta del parón estival, BBVA no solo estará pendiente de los primeros pasos que pueda dar el proceso judicial, sino también a la recta final de la operación de compra del Banco Sabadell. En septiembre, tendrá que enviar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto de información definitivo de la oferta de adquisición para su autorización, lo que dará pie a la apertura del plazo de aceptación por parte de los accionistas del Sabadell. BBVA decidió retrasar algunas semanas la remisión del folleto para poder incorporar tanto sus resultados semestrales como los del Sabadell (que el 24 de julio presentó su plan estratégico para el periodo 2025-2027 y su hoja de ruta para convencer a sus accionistas de que es mejor seguir en solitario), así como las votaciones de la junta de accionistas en relación a la venta de TSB.
Para la autorización de la CNMV no hay un plazo determinado, pero, según señaló el presidente del organismo, Carlos San Basilio, se estima que tarde, al menos, tres semanas, a contar desde la presentación del folleto. El supervisor tiene que analizar que toda la información que contempla el documento que BBVA emite al mercado cumple con la normativa y, como medida complementaria, puede requerir información adicional. Una vez que dé luz verde, será cuando el banco vasco inicie el esperado plazo de aceptación, en el que los accionistas del Sabadell tienen que decidir si venden o no su participación en el banco. Tiene cinco días hábiles para ponerlo en marcha y durará entre 30 y 70 días naturales, según decida la firma de Carlos Torres, que puede proponer un plazo inicial de 30 días y luego ampliarlo en periodos de diez días hasta los 70 máximos. Igualmente, el BBVA podrá mejorar las condiciones de la opa hasta cinco días antes del final del periodo definitivo.
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