La resistencia de Powell frente a Trump continúa: la Fed se dispone a mantener los tipos
Las previsiones indican que el banco central no cederá a las presiones del presidente de Estados Unidos y dejará intacto el precio del dinero por quinta reunión consecutiva

En la conferencia de prensa que el pasado 7 de mayo siguió a la reunión del comité de política monetaria de la Reserva Federal, Jerome Powell, su presidente, dijo que no había buscado reunirse con Donald Trump. “Nunca lo haré; no creo que eso le corresponda a alguien que ocupe mi puesto”, advirtió. Desde entonces, Trump y Powell se han visto dos veces, siempre por iniciativa de la Casa Blanca. La última fue la semana pasada, cuando el presidente de Estados Unidos visitó las obras de los dos edificios de la sede del banco central para pedir explicaciones por el “sobrecoste” en esos trabajos. Y entonces, Powell le corrigió en directo ante el mundo.
Ni a fuerza de ir a presionarlo en persona, ni tras meses de insultos y amenazas. Trump no ha logrado torcer el brazo a Powell, que sigue sin estar listo para tocar el precio del dinero. Las previsiones indican que de la reunión de política monetaria de este miércoles no saldrá la noticia de una bajada de los tipos de interés, que están en el 4,25%-4,5%. Así que, más que nunca, el interés del anuncio de hoy miércoles llegará con la conferencia de prensa posterior, en la que Powell contestará a las preguntas de la prensa sobre su relación con Trump, sobre su futuro y sobre si la independencia de la Fed está en peligro.
De cumplirse los pronósticos —la herramienta de previsión CME ofrecía pocas dudas este martes, con más de un 96% a favor de mantener las tasas— será la quinta vez consecutiva en que la Fed decide “esperar y ver” a cuáles son las consecuencias reales en la economía estadounidense de la agresiva política comercial de Washington, que este viernes tiene otra fecha marcada en rojo en el calendario: salvo que Trump cambie de nuevo de opinión, el 1 de agosto entrarán en vigor los aranceles que Washington puso unilateralmente a decenas de sus socios comerciales con los que no haya sido posible alcanzar un pacto en estos meses.
Esos aranceles amenazan con provocar un aumento de la inflación, y una de las misiones de la Fed es evitar que esta suba. La otra es trabajar por el pleno empleo. En junio se superaron las expectativas con la creación de 147.000 puestos de trabajo, que dejaron la tasa de paro en el 4,1%. El relativo a los precios, no tanto: la inflación subió el mes pasado tres décimas en términos interanuales, hasta el 2,7%, empujada, sobre todo, por los bienes sensibles a los gravámenes, como muebles y juguetes.

“Consideramos que los datos actuales respaldan que la Fed mantenga sin cambios su política monetaria en julio”, sostiene Michael Krautzberger, director de inversiones (CIO) de mercados públicos de Allianz Global Investors, en un análisis previo a la reunión. “A menos que se produzca una sorpresa inflacionaria significativa, la reunión de septiembre podría convertirse en un punto de inflexión activo para retomar los recortes, especialmente si los indicadores de actividad económica se debilitan y la presión política se intensifica hasta un nivel que obligue a la Fed a actuar”.
‘Señor demasiado tarde’
Como parte de esa “presión política”, Trump lleva meses insultando a Powell (lo más educado en su repertorio de vituperios es el mote de Señor Demasiado Tarde); diciendo que ya le está buscando sustituto para cuando deje el puesto, en mayo de 2026; y jugando con la idea de despedirlo. La ley no se lo permite, y el Tribunal Supremo alejó aún más esa posibilidad en mayo pasado con una decisión que blinda la independencia de quien ostenta el cargo, pero siempre queda la posibilidad de hacerlo con un motivo, y de ahí que el presidente y sus aliados hayan puesto el foco en el sobrecoste de 500 millones de dólares de las obras de la Fed y en las acusaciones de que Powell ha despilfarrado a la hora de escoger materiales o de incorporar lujos innecesarios al proyecto.
El presidente de la Fed lo ha negado, y cuando Trump visitó las obras la semana pasada, lo sacó de su error cuando este dijo que el dinero gastado en los dos edificios casi centenarios del banco central Washington ascendía a 3.100 millones de dólares. Son, en realidad, 2.500 millones, y Trump metió en su cuenta un edificio “terminado hace cinco años”, como le advirtió Powell. Al término de esa visita, el presidente estadounidense se mostró más comprensivo con la desviación presupuestaria, y, al menos de momento, parece que ya no piensa echarlo.
Otro de los puntos de interés de una de las reuniones de la Fed más tensas que se recuerdan es qué piensan hacer los dos gobernadores que han demostrado desacuerdo con Powell. “[Chris] Waller prácticamente ha anunciado que disentirá“, recuerda Erik Weisman, economista jefe de MFS Investment Management, que apunta a la interpretación generalizada en Washington, que lee esa “decisión como un intento de ganarse el favor de Trump ahora que el proceso de selección del sucesor de Powell está abierto”. “[Además,] la gobernadora Michelle Bowman ha insinuado que podría unirse a la defensa de un recorte. Si, de hecho, ambos votaran en contra, sería la primera vez que al menos dos gobernadores disienten en más de 30 años”, añade Weisman.
Por si la presión fuera poca, este martes se supo también que un juez federal en Washington ha denegado la solicitud de Azoria Capital, la firma de inversión de James Fishback, aliado del presidente Donald Trump. Quería abrir al público la reunión, y cambiar así una tradición de décadas de tomar decisiones de política monetaria a puerta cerrada. Fishback había denunciado a Powell y a otros funcionarios de la Fed por violar la Ley de Transparencia en el Gobierno.
Fue en diciembre cuando el banco central ordenó por última vez una rebaja, entonces, de un cuarto. Si se cumple lo esperado esta semana, la siguiente, inevitable, pregunta es qué pasará en la próxima reunión, en septiembre, cuando se cumplirá un año de otra bajada de un cuarto, a la que siguieron otras dos antes de final de 2024.
Los mercados se inclinan a considerar que llegará la primera caída de los tipos desde que Trump regresó a la Casa Blanca (las probabilidades estaban este martes en torno 60%, según la herramienta de predicción CME). Pero nadie se atreve a vaticinar que algo así vaya a ser suficiente para terminar con la presión del presidente de Estados Unidos al de la Reserva Federal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
