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El ministro de Economía Carlos Cuerpo se retira de la carrera para presidir el Eurogrupo y deja el camino libre a Donohoe

El español -y su homólogo lituano, Rimantas Sadzius- dan un paso al lado al constatar que “no alcanza la mayoría necesaria”

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, habla con el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe.Foto: OLIVIER HOSLET (EFE) | Vídeo: EPV
Manuel V. Gómez

Finalmente el ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe, ha ganado la carrera para presidir el Eurogrupo sin bajarse del autobús. Sus dos contendientes, el titular de Economía español, Carlos Cuerpo, y el lituano, Rimantas Sadzius, han retirado su candidatura antes de empezar la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro en la que se va a celebrar la elección. Cuerpo ni siquiera ha llegado a la votación como sí hicieron Nadia Calviño (2020) y Luis de Guindos (2015), que tampoco lo lograron. “Hemos llegado a la conclusión de que no teníamos garantizados los apoyos necesarios para llevar adelante la candidatura”, ha admitido Cuerpo a la llegada.

Con esta decisión, el irlandés Donohoe ha revalidado este lunes su tercer mandato al frente de club que reúne a los ministros de Finanzas del euro. “Ante importantes cambios geopolíticos, la eurozona ha demostrado una gran resiliencia. Mi tarea consistirá en fortalecer aún más nuestra zona monetaria común y facilitar avances tangibles en nuestras líneas de trabajo clave durante este próximo mandato, desde la coordinación presupuestaria hasta la Unión de los Mercados de Capitales, y desde el euro digital hasta la Unión Bancaria”, ha señalado el ministro irlandés en un comunicado tras confirmarse su nombramiento.

Desde que se lanzó la carrera, el favorito era Donohoe. Había anunciado su intención de repetir en el cargo muy pronto, en enero de este año. Y en Bruselas se daba por hecho que no tendría rival durante bastantes meses. Finalmente sí que hubo, dos, pero se han desfondado antes de llegar al final de la competición. El hecho de que la familia del Partido Popular Europeo en bloque, con siete ministros de 20, apoyara al irlandés más la improbable circunstancia que dos partidos ultras (Italia y Finlandia) respaldaran a candidatos de gobiernos socialdemócratas como el español o el lituano ponía muy cuesta arriba las aspiraciones de Cuerpo y Sadzius.

Estas circunstancias se conocían desde el comienzo, por eso hubo cierta sorpresa en Bruselas cuando al cierre oficial para la presentación de candidatura los dos perdedores se lanzaron a la carrera. Cuerpo no ha escondido su intención al anunciar su retirada: “Había un mensaje genuino de voluntad de cambio, de voluntad de darle un impulso adicional al Eurogrupo”. Sadzius, por su parte, justifica el paso atrás “en nombre del consenso”, un argumento que el español también ha esgrimido.

El propio Cuerpo ha asumido que el dominio del PPE en las instituciones de la Unión en este momento era un obstáculo muy importante. “El equilibrio político en cada momento es un factor que juega y en este caso también lo ha sido”, ha admitido, aunque a continuación ha afirmado que él contaba con “apoyos transversales de todas las familias políticas, más allá de la ideología, con una voluntad común de impulsar a este organismo tan importante”.

La retirada de las candidaturas impide ver el apoyo que tenían ambos para desplazar a Donohoe, con quien, al menos entre las grandes economías del euro, hay malestar. Las cinco mayores (Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, junto a España) presentaron hace dos semanas un documento planteando cambios significativos en el funcionamiento de este órgano, que en los últimos años ha perdido protagonismo en las instituciones europeas. “Hemos conseguido también mover el diapasón respecto a la necesidad de dar un impulso adicional al Eurogrupo”, se consolaba Cuerpo a la llegada, “y esto ya en sí, es un punto importante”.

Pero eso solo no basta. Al contrario de lo que sucede en la elección de la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en la que el voto es ponderado, en este caso el voto de los países grandes como el de los pequeños. Es decir, vale lo mismo la opinión de Alemania, primera economía del euro y país más grande de la UE, que Malta, el más pequeño. Y eso tiene importancia cuando en este foro se habla de políticas para ahondar en asuntos como la unión bancaria o la del mercado de capitales que pueden llevar a países como Luxemburgo o Irlanda a perder su privilegiada posición en asuntos financieros o fiscales.

Ayudar a que la UE profundice en esa doble unión (bancaria y de capitales), más mercado único en definitiva, es una de las tareas del presidente del Eurogrupo. La lucha contra pérdida de competitividad de las empresas europeas frente a las estadounidenses y las chinas se ha convertido en una de las prioridades de la actual Comisión Europea, tanto como lo es el impulso de la inversión en Defensa.

El fracaso de Cuerpo para conseguir la presidencia del Eurogrupo se suma a los que cosecharon en 2015 Luis de Guindos, ahora vicepresidente del BCE, y en 2020 Nadia Calviño, ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones. La entonces vicepresidenta primera del Gobierno también perdió una carrera frente al luxemburgués Pierre Gramegna, ahora director del fondo de rescate europeo (MEDE), y al irlandés Donohoe, quien finalmente logró la victoria y sigue en el puesto. Preguntado el ministro español si con este movimiento buscaba algún tipo de ventaja en el futuro, lo ha descartado de plano: “Mi actual rol es de suficiente relevancia como para estar pensando en siguientes pasos”.

La relación de España con el Eurogrupo no es la misma que con otras instituciones de la UE. Fue el órgano a través del que articulaban los rescates durante la crisis financiera y España fue rescatada en 2012. Allí se pactaban (o se imponían) los recortes, que tanto sufrieron Grecia, Irlanda, Portugal, España o Chipre. Curiosamente, dos de estos países años después colocaron a uno de sus ministros al frente de este organismo. Primero fueron los lusos, con Mario Centeno y luego, Irlanda.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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