Trump usa el apagón español como argumento para impulsar la energía nuclear en Estados Unidos
El presidente aprueba varios decretos con el objetivo de cuadruplicar la generación procedente de esa fuente de energía

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este viernes tres decretos para impulsar la generación de energía nuclear en Estados Unidos. Las normas pretenden acelerar y simplificar la tramitación de permisos, incluidos los de algunas centrales experimentales, facilitan ampliar la potencia de las centrales existentes y reducen también las exigencias de seguridad. En uno de los decretos se cita el reciente gran apagón de España y Portugal como argumento.
“Los recientes acontecimientos en Europa, como los apagones a nivel nacional en España y Portugal, subrayan la importancia de que mi Administración se centre en la generación de energía disponible, incluida la energía nuclear, frente a la energía intermitente”, dice Trump en uno de sus decretos. " A partir de hoy, mi Administración reformará la Comisión Reguladora Nuclear (NRC), incluyendo su estructura, personal, reglamentos y operaciones básicas. De este modo, conseguiremos el dominio duradero de Estados Unidos en el mercado mundial de la energía nuclear, crearemos decenas de miles de puestos de trabajo bien remunerados y generaremos prosperidad y resiliencia lideradas por Estados Unidos", añade el texto.
A finales del mes pasado, poco después del apagón, el secretario de Energía, Chris Wright, lo vinculó a las energías renovables: “Es muy triste ver lo que le ha pasado a Portugal y a España y a tanta gente allí. Pero ya sabe, cuando uno engancha su carro al clima, es una empresa arriesgada”, dijo Wright en una entrevista con la CNBC en la que ya defendió la energía atómica, en referencia a la generación eólica y solar.
Trump pretende cuadruplicar la producción nacional de energía nuclear en los próximos 25 años, un objetivo difícil de lograr. Se pasaría de los casi 100 gigavatios de capacidad eléctrica actuales a 400 gigavatios para 2050. Un gigavatio es suficiente para abastecer de energía a casi un millón de hogares.
Para maximizar la velocidad y la escala de la nueva capacidad nuclear, el Departamento de Energía dará prioridad al trabajo con el sector de la energía nuclear para facilitar un aumento de cinco gigavatios de potencia en los reactores nucleares existentes y contar con 10 nuevos reactores de gran tamaño con diseños completos en construcción para 2030, según uno de los decretos.
El presidente argumenta que, pese a que su país fue pionero en el desarrollo de la energía nuclear, otras potencias se le han adelantado con cuantiosas inversiones. En la firma de los decretos de este viernes en el Despacho Oval, rodeado de ejecutivos del sector, Trump calificó la energía nuclear como un “sector en auge” y añadió: “Es el momento de la energía nuclear, y lo vamos a hacer a lo grande”.
Los 94 reactores nucleares del país suministran alrededor del 19% de la electricidad de Estados Unidos, frente al 60% de los combustibles fósiles y el 21% de las energías renovables, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Trump aprobó decretos para impulsar al decadente sector del carbón, mientras que ha retirado incentivos a las energías verdes.
En su primer día de su segundo mandato, Estados Unidos declaró por primera vez en su historia una emergencia energética pese a que su producción de petróleo está en niveles récord y el precio de la gasolina en términos reales es uno de los más bajos de las últimas décadas. La idea era agilizar permisos y suprimir protecciones medioambientales.
El presidente declara ahora como política de Estados Unidos acelerar y promover en la mayor medida posible la producción y el funcionamiento de la energía nuclear “para proporcionar energía asequible, fiable, segura y protegida al pueblo estadounidense”, impulsar tecnologías avanzadas de reactores nucleares y construir cadenas de suministro asociadas que garanticen su “dominio industrial y digital a nivel mundial”, logren la independencia energética, protejan la seguridad nacional y maximicen la eficiencia y la eficacia del combustible nuclear mediante el reciclaje y el reprocesamiento, según los textos adoptados.
Para acelerar el desarrollo de la energía nuclear, las órdenes otorgan al secretario de Energía la autoridad para aprobar algunos diseños y proyectos de reactores avanzados, quitándole ese poder a la agencia de seguridad independiente que ha regulado la industria nuclear estadounidense durante cinco décadas.
“Tenemos suficiente electricidad para ganar la carrera de la IA con China”, afirmó el secretario del Interior, Doug Burgum, en el acto de firma de decretos por parte de Trump en el Despacho Oval. “Lo que hagamos en los próximos cinco años en materia de electricidad determinará los próximos 50 años del sector”.
“Marquen este día en sus calendarios. Esto va a suponer recuperarse de más de 50 años de regulación excesiva de un sector”, afirmó Burgum, que preside el recién creado Consejo para el Dominio Energético.
Uno de los decretos firmados este viernes por el presidente insta a la Comisión Reguladora Nuclear, el organismo regulador independiente de la seguridad nuclear del país, a simplificar sus normas y a no tardar más de 18 meses en aprobar las solicitudes para nuevos reactores.
La orden también pide a la agencia considerar la reducción de los límites de seguridad para la exposición a la radiación, alegando que las normas actuales son excesivas. “La NRC utiliza modelos de seguridad que postulan que no existe un umbral seguro de exposición a la radiación y que el daño es directamente proporcional a la cantidad de exposición. Esos modelos carecen de una base científica sólida y producen resultados irracionales, como exigir que las centrales nucleares protejan contra la radiación por debajo de los niveles naturales. Una política miope que minimiza incluso los riesgos insignificantes ignora la realidad de que las formas alternativas de producción de energía también conllevan riesgos, como la contaminación con efectos potencialmente nocivos para la salud”, dice uno de los decretos.
Las medidas también crean un programa piloto destinado a poner en funcionamiento tres nuevos reactores experimentales antes del 4 de julio de 2026.
Otro de los decretos pretende desplegar rápidamente tecnologías nucleares avanzadas con el fin de respaldar lo que denomina “objetivos de seguridad nacional”, entre los que se incluyen la alimentación de la infraestructura informática de inteligencia artificial (IA) y las instalaciones de seguridad nacional. La orden insta al secretario de Defensa a establecer un programa oficial para construir un reactor nuclear en una instalación militar nacional que comience a funcionar en los próximos tres años.
También ordena al secretario de Energía que designe los centros de datos de IA, ubicados en instalaciones del Departamento de Energía (DOE) o gestionados en coordinación con este, como instalaciones críticas para la defensa, y los reactores nucleares que los alimentan como infraestructura eléctrica crítica para la defensa. El secretario de Energía designará los emplazamientos y colaborará con el sector privado para desplegar tecnología nuclear avanzada con el fin de alimentar la infraestructura de IA y cumplir otros objetivos de seguridad nacional en un plazo de 30 meses.
Gregory Jaczko, que dirigió la NRC bajo la presidencia de Barack Obama, afirmó en declaraciones a Associated Press que las órdenes ejecutivas de Trump parecen como si alguien le hubiera preguntado a un chatbot con IA: “¿Cómo podemos empeorar la industria nuclear en este país?“. Jaczko calificó las órdenes como ”una guillotina para el sistema de seguridad nuclear de la nación" que hará que el país sea menos seguro, la industria menos fiable y la crisis climática más grave.
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