La caída del paro en junio no disipa las dudas sobre el mercado laboral

El mercado laboral español necesita buenas noticias sin paliativos. Sin peros. Las precisa para rebajar un nivel de desempleo indignante. No acaban de llegar. Ayer se conocieron los datos de paro de junio. Fueron buenos. Se registraron 67.858 parados menos. Muchos. Tantos que sumaron el segundo mejor junio de la serie histórica, solo peor que el año pasado. En cambio, el dato supo a poco. Tiene peros. La Seguridad Social perdió 5.612 afiliados y se vuelve a acelerar la pérdida anual (-1,12%). Así que hasta la valoración del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, fue comedida: "El resultado final no es malo teniendo en cuenta estos factores".

Junio ha puesto el colofón a un buen segundo trimestre. El mejor de la serie histórica, destacó ayer la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez. En tres meses, las oficinas de empleo cuentan 212.000 parados menos, el mayor recorte en términos absolutos, aunque no en relativos, dado el alto número de parados, que ha descendido hasta los 4.121.801. No obstante, hay que esperar a que se publique la EPA -el mejor termómetro del mercado laboral- a finales de mes para confirmar la tendencia.

El ajuste fiscal pasa factura a las ramas donde se concentra el empleo público

Los contratos fijos apenas suponen el 7,2% de todos los compromisos

Razones para la prudencia no faltan. La recuperación económica es anémica y frágil. Dos ejemplos: una vez que se limpian de los efectos del calendario la caída de junio se transforma en un crecimiento de 31.026 parados más. Y han bastado unas imprudentes declaraciones de las autoridades alemanas y la crisis del pepino para lastrar la afiliación a la Seguridad Social. La bacteria E. coli y sus ecos provocaron la interrupción de muchos contratos en el campo, explicó el secretario de Estado de la Seguridad Social. Octavio Granado sustentó estas declaraciones en el hecho de que en provincias como Almería, donde más se ha notado la crisis, la caída de la afiliación supere a la de toda España.

También se notó en la afiliación el efecto de los ajustes fiscales en las Administraciones. En ramas donde se concentra el empleo público como la educación, la caída se ha notado más que en otros ejercicios. Entre tanto, la sanidad no ha podido compensarlo por el menor esfuerzo de las autoridades en sustituir al personal sanitario que se va de vacaciones.

Pero si hay un elemento que invita a la prudencia es la propia idiosincrasia del mercado laboral español caracterizado por su fuerte estacionalidad. Primavera y verano son épocas propicias para el empleo. Lo demostraron el año pasado. Pero otoño e invierno se llevaron por delante la leve mejoría y elevaron la tasa de paro al 21%. Conclusión: habrá que esperar para saber si esta recuperación es pasajera o se confirma la previsión del Ejecutivo de que 2011 se cerrará con una pequeña creación de empleo.

De esta estacionalidad, hablan los datos de paro por sectores de junio. El desempleo cayó en todos los sectores, excepto en agricultura (a la crisis del pepino hay que sumar el final de alguna campaña como la de la fresa en Huelva). Los más beneficiados fueron los servicios, donde el paro cayó en 40.400 personas, y la construcción, que perdió 11.149 parados. También la industria tuvo una buena cosecha (-10.892).

Pero el análisis detallado de estos datos no debe llevar a la conclusión de un mercado laboral estable. Los números de la contratación indefinida apuntan en dirección contraria. Solo el 7,2% de los 1,3 millones de compromisos firmados en junio eran fijos. "Estamos en un momento de fuerte incertidumbre, y eso hace que sea hasta cierto punto normal la apuesta [de los empresarios] por la contratación temporal", justificó Rodríguez.

Este argumento no sirvió a CC OO. El sindicato aprovechó el dato para criticar la reforma laboral "que ni ha servido ni servirá para corregir la temporalidad injustificada". El mismo flanco eligió UGT para atacar, "no crea empleo ni consigue que sea de calidad". La CEOE, por su parte, destacó lo "positivo" de los datos de junio. Pero advirtió de que la mejoría no está consolidada, algo que, en su opinión, precisa más reformas.

También el PP acogió el dato con los brazos abiertos. "Es un descenso que tiene que congratularnos a todos", valoró la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Y como la patronal, el primer partido de la oposición matizó rápido que la recuperación se debe a "una situación estacional".