Una sesión imposible

Los mercados de valores vivieron ayer una de las peores sesiones que se recuerdan, no tanto por la cuantía de los descensos de las cotizaciones, como porque era un día en el que la capacidad de medida de los inversores quedó superada por la propia magnitud de los atentados terroristas. Lo único destacable fue la apariencia de normalidad que aporataba el funcionamiento del mercado Los inversores apenas prestaban atención a las pantallas o a los paneles de información del mercado, que pasaron a ocupar un lugar secundario, dado que las únicas referencias posibles eran los otros mercados europeos, también afectados por las mismas circunstancias.

El Ibex 35 perdió el 2,18% y terminaba la sesión en 8.112,40 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid cedía el 2,05% para cerrar en 850,15. Los grandes mercados europeos registraron resultados aún peores que los de la Bolsa española, debido a las especulaciones que circularon en las primeras horas sobre la autoría de los atentados. La Bolsa de París cerró esta jornada con un descenso del 2,97% en su índice CAC 40, mientras que Francfort caía el 3,46% y Londres el 2,20%. En todos los casos se atribuía a los descensos la misma causa, aunque la caída de Wall Street en la tarde anterior ya marcaba el tono posiblemente negativo de esta sesión. En Alemania se conoció un nuevo recorte en las expectativas de crecimiento para este año, el tercero en pocos días, que influyó en el tono más negativo de aquel mercado.

La apertura de Wall Street fue negativa, aunque pronto se dio la vuelta debido a la publiación de un par de datos económicos positivos. Las ventas minoristas en febrero subieron lo esperado por los analistas y las peticiones semanales de subsidio de desempleo descendieron algo más de lo previsto. Aun así, el índice Dow Jones de valores industriales cedía el 0,10% a media sesión, pues los inversores todavía no se han recuperado del impacto de la débil creación de empleo en enero y del aumento del déficit comercial.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta los 2.511,08 millones de euros, sin actividad institucional reseñable.