'Los espeleólogos somos pocos y nos sentimos un poco bichos raros'
Desde los 16 años lleva practicando la espeleología, explorando cuevas y simas con un espíritu a la vez aventurero e investigador. Genaro Álvarez (Sevilla, 1954) es presidente de la Sociedad Espeleológica Geos de Sevilla, fundada en 1962 y cuyas actividades se recogen en el libro 35º aniversario de la Sociedad Espeleológica Geos (1962-1967). Una obra en la que se dan a conocer los trabajos desarrollados por este colectivo, sus descubrimientos, las investigaciones que han realizado en la Cueva de los Covachos, en Almadén y las vivencias personales de los miembros del grupo.
Pregunta. Geos nació como una asociación deportiva, ¿no?
Respuesta. Es una entidad cultural y así consta en el registro de asociaciones culturales, pero la espeleología también está enclavada en una federación deportiva. En realidad nació en el seno de la Organización Juvenil Española porque no había otra cosa, pero a los miembros de Geos eso no les agrada y se desvinculan de ella en 1968.
P. ¿Es difícil que se reconozca esta actividad?
R. Sí, porque tienes trabas para transmitir la información, no está en el candelero, salvo que hagamos grandes descubrimientos o tengamos un accidente. Con Internet se ha abierto una vía de comunicación internacional.
P. ¿Qué busca el espeleólogo?
R. Es una especie de aventurero que busca trasladar sus propias sensaciones y lo que puede encontrar en una cueva: desde la huella humana prehistórica, a la flora y la fauna, aspectos geológicos y registros climatológicos. También se tiene la sensación de estar en un mundo extraño en el que posiblemente seas su único visitante.
P. ¿Qué encontraron en los Covachos?
R. La Diputación nos encargó una investigación y descubrimos hace dos años unas pinturas rupestres, graffitis. Hemos entrado en rincones inaccesibles y encontrado restos de enterramientos desde el calcolítico.
P. ¿Qué queda por hacer en el campo de la espeleología en Andalucía?
R. Mucho. Se siguen encontrando cosas inéditas. Constantemente se descubren cosas. Hay que tener respeto por conservarlas e interés por descubrirlas. El problema es la conservación. Las cavidades sufren todo tipo de agresiones y visitas no deseadas. Es un mundo muy frágil, hay que fomentar su conservación, educar para conservar.
P. ¿La espeleología engancha?
R. Nunca mejor dicho, estamos enganchados a la cuerda, con los mosquetones y el arnés. Nos sentimos un poco bichos raros. Somos pocos y nos sentimos extraños. Hay que estar un poco loco para dedicarse a esto, pero como decía un explorador, aunque la aventura parezca loca, hay que estar cuerdo para realizarla. Más riesgos hay en la carretera.
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