La OMS adopta medidas de vigilancia sobre las leches maternizadas

Después de tres intensas semanas de trabajos, fue clausurada ayer la 341 Asamblea Mundial de la Salud, en la que participaron los 155 Estados miembros de la Organización Mundial de laSalud (OMS), dos hechos relevantes caracterizaron a esta asamblea: la aceptación y el compromiso por parte de los Estados de esforzarse y tomar las medidas adecuadas, de acuerdo a las directrices de la OMS para cumplir la ambiciosa meta de «salud para todos de aquí al año 2000», y la adopción de un código internacional de comercialización de los sustitutivos de la leche materna.La estrategia de la «atención primaria de la salud», que se constituye en una verdadera «revolución médico-social», que no descarta, pero recoge sólo los aspectos positivos de lo que se entiende por infraestructura sanitaria clásica (la que rige hoy día en el mundo, habiéndose demostrado incapaz de solucionar los grandes problemas sanitarios), ataca el dramático problema de la mortalidad. Según estadísticas de la OMS-Unicef, más de quince millones de niños mueren al año a causa de la mala calidad del agua a que tienen acceso. A partir de ese hecho, en el marco de esta nueva estrategia se ha recomendado a los Estados miembros de la OMS que aceleren de manera extraordinaria la ejecución de los trabajos sobre los programas de aprovisionamiento de agua potable, con miras a asegurar la cobertura total de la población.

El doctor Halfand Mahler, director general de la OMS, durante el desarrollo de la asamblea, en un intento de clarificación de esta nueva estrategia, la calificó de un contrato «económico y social» de carácter internacional.

El otro gran tema abordado por la 34ª asamblea fue el del código internacional de comercialización de los sustitutivos de la leche materna. Por 118 votos a favor, sólo uno en contra (el de Estados Unidos) y tres abstenciones, se aprobó este código, que contiene recomendaciones que legislan aspectos de la penetración comercial, especialmente a través de una publicidad científicamente manipulada, por parte de un grupo de multinacionales, y destinada a convencer a la población sobre las bondades de los sustitutivos de la leche materna, en detrimento de ésta y, en consecuencia, de la salud de los recién nacidos.

En el código aprobado, que recoge recomendaciones conjuntas formuladas por la OMS-Unicef, sobre la alimentación de los bebés y de los niños hasta los cinco años, existen claras referencias y afirmaciones sobre las indiscutibles ventajas y superioridad de la leche materna.

El código, aunque de aplicación voluntaria por los Estados miembros de la OMS, contiene una importante resolución, mediante la cual se pide al director de la organización que haga un detallado informe a la 36ª Asamblea Mundial de la Salud (1983) sobre la medida en que el código ha sido observado y aplicado a nivel nacional, reglonal y mundial, para que, en caso de sea revisado y se tomen las medidas necesarias que resguarden su aplicación eficaz.