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John McEnroe: “¿Alcaraz? Es bueno desahogarse, todos lo necesitamos”

El estadounidense, comentarista de Eurosport, analiza el estilo “eléctrico” del murciano, el tenista que más le divierte y al que elogia: “Puede hacerlo todo”

McEnroe, durante la última edición de la Laver Cup, en Berlín.
Alejandro Ciriza

John McEnroe (Wiesbaden, Alemania; 66 años) atiende a una reducida selección de periodistas, entre ellos EL PAÍS, poco después de jugar uno de los partidos de las leyendas en Roland Garros. Se le ve como siempre: fino, en forma, divertido. Estos días combina los análisis en Eurosport —canal que ofrece en directo y exclusiva todo el menú del grande francés— con algunos ratos en la pista. Exagera al decir que su nivel actual “es mediocre”, porque el estilo y los golpes siguen intactos, aunque se “enorgullece” de poder pelotear de vez en cuando con sus hijos. Antes también practicaba algo de baloncesto, pero se lesionaba “demasiado a menudo”. Se entrena “cinco o seis días, pero solo para sudar y porque”, puntualiza, “estamos todo el día sentados y hay que hacer algo para compensar eso”.

Recientemente, coincidió con Carlos Alcaraz sobre las bicis de la sala de calentamiento y mantuvieron una divertida charla sobre edades en la que el murciano, de 22 años, le piropeó por su físico y le deslizó que envidiaba su genética. “Le dije: gracias por mentir. Estaba teniendo un día duro y eso me hizo sentirme mejor”, comenta. De edad también se habla el día después de la eliminación de Novak Djokovic, quien a sus 38 continúa rebelándose y plantándoles cara a los jóvenes fenómenos. “Lo que está haciendo es increíble. Yo digo que es el LeBron James del tenis porque físicamente es increíble que todavía pueda hacer lo que hace. Todavía tiene hambre, esa voluntad de sacrificio y de superarse todo el rato… El hecho de que todavía pueda encontrar la manera de motivarse es una locura”, aprecia.

También define al serbio como “una enciclopedia del tenis” y precisa que “para ganar una vez más”, necesitará “pasar irremediablemente” por el peaje de medirse con Jannik Sinner y Alcaraz. “Sabe que le quedan pocas oportunidades, supongo, a menos que sea Superman, que tal vez lo sea”, bromea. Y así es. Ellos dos, y un generoso trecho de diferencia respecto a todos los demás: “Juegan a lo grande, golpean muy duro y de forma constante, y son superrápidos. Carlos es uno de los chicos con más talento que he visto, aunque Jannik no le va a la zaga”. Cree que el número uno es “más consistente” y el español “más eléctrico”. Considera que la final de este domingo (15.00, Eurosport y DMAX) será equilibrada, aunque en el caso de que Alcaraz “suba y baje” el nivel, “entonces ganaría Sinner”.

Pese a la suspensión de este último durante tres meses por dopaje, McEnroe piensa que “es el mismo” de siempre. No ha percibido “ningún bajón”, aunque se pregunta cómo rendiría si el duelo se alarga al cuarto o quinto set. Dice que el italiano “tiene aura” y que el contraste de estilos dentro y fuera de la pista es enriquecedor, así que el tenis está en buenas manos. “Él no es como Carlos, pero eso es también lo que lo hace más interesante. Su forma de golpear es impresionante, el sonido de su pelota es genial”, agrega. A continuación, contesta a la serie de preguntas planteadas por este periódico y responde entusiasmado porque el juego de Alcaraz, sencillamente le fascina. Conectan uno y otro, distintos en las formas pero seguramente no tanto en el fondo: que el espectáculo vaya siempre por delante.

Pregunta. Una fácil para usted, amante de la música. Si tuviera que asociar el estilo de Alcaraz con una música, un grupo o una canción, ¿cuál sería?

Respuesta. Buf… [resopla y cavila durante unos segundos]. Eso sería como decir: ¿Quién te gusta más? ¿Los Beatles, los Stones o, ya sabe, Led Zeppelin? Es una pregunta difícil. Creo que los más impredecibles eran los Stones, y Carlos lo es; y a veces los Beatles eran incluso mejores; pero, claro, mi banda favorita en mi etapa de crecimiento era Led Zeppelin… Así que, tal vez, diría que él es una mezcla de todos ellos, porque es capaz de todo. Carlos puede hacerlo todo.

P. Mats Wilander dice que su juego es “adictivo”. ¿Lo comparte? ¿Qué tipo de sensaciones le genera cuando le ve sobre la pista?

R. Mis sensaciones son dos. Una, que es el jugador al que más me gusta ver, mi favorito; y dos, que ojalá pudiera hacer lo que él hace. Eso es lo que siento. Por supuesto, soy parcial y me gustaría que Ben Shelton ganase un grande para el deporte de Estados Unidos, pero si tengo que elegir un jugador al que ver, ese es él. Es capaz de hacerlo todo, y un tenista que puede hacer todas esas cosas transmite muchas emociones.

El tenis de Carlos es una mezcla de los Stones, los Beatles y Led Zeppelin. Me gustaría jugar como él

P. ¿Hasta dónde cree que llegará? ¿Tiene algún tipo de techo?

R. Mire, jamás hubiera pensado, ni en mis mejores sueños, que alguno de esos tres tipos [Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer] alcanzaría la cifra de 20 grandes, los 24 de Novak, así que ahora es como, ¿podría él ganar 25? Creo que, de algún modo, ahora es más difícil porque el juego es mucho más rápido y los chicos son mucho más grandes, así que las probabilidades de que haya sorpresas han aumentado. Lo que él está haciendo es fenomenal, obviamente, pero no me gustaría asociar esto a los números porque me sorprendería que alguien se acerque a esos registros. Ahora bien, si hay alguien que puede hacerlo son ellos, Carlos y Jannik.

McEnroe, esta semana jugando un partido en Roland Garros.

P. A Alcaraz se le ve concentrado, ha sido muy sólido durante toda la gira. Dice que va madurando. ¿Considera que ha dado un salto mental?

R. Yo creo que sí, aunque antes ya era muy bueno. No quiere cambiar su personalidad y su estilo es increíble. Probablemente sea el preferido para mucha gente. Se dice que a veces se mete a sí mismo en problemas [con su juego], pero creo que cada vez menos. Eso es una buena señal. Está más centrado, pero solo tiene 22 años. Ha ganado cuatro majors y es increíblemente positivo para nuestro deporte, así que conforme se haga mayor, entenderá qué es lo que mejor le funciona. Tiene un gran equipo y es un gran chico, y eso siempre ayuda.

Djokovic es el LeBron James del tenis. Es increíble que todavía pueda encontrar la manera de motivarse

P. ¿Ha visto su documental?

R. Aún no. He oído que está muy bien, así que estoy deseando verlo, porque necesitamos ese tipo de cosas en nuestro deporte; mostrar más cosas entre bastidores. Eso es bueno.

P. ¿Se puede hacer historia a través de esa vía propia que él propone, no ceñida única y exclusivamente al tenis? ¿Es posible llegar tan lejos por un camino diferente al de los tres gigantes?

R. Esa es la gran pregunta, si habrá alguien mejor que esos tres tipos. Recuerdo que hace cuatro o cinco años ya se decía que él era una combinación de los tres, lo cual es un cumplido increíble. Y él dijo: ‘no, yo soy Carlos Alcaraz’. Así que yo me quedé como: ‘dios bendiga a este chico’. Quiere hacer su propio camino. Y, sin duda, debes conocerte muy bien a ti mismo para aprender a identificar cuándo necesitas desahogarte, ya sabe, y alejarte de todo por un rato. Todo el mundo necesita eso, no quieres convertirte en un robot.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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