La interminable nostalgia por Kroos
El empate contra Al Hilal recuerda la falta de un organizador en el Real Madrid


Cuando empezaba esta larguísima temporada, hace casi un año, también en EE UU, Carlo Ancelotti vio los futbolistas que tenía en el centro del campo y decidió que debía mirar hacia delante: “Nos falta Kroos, pero tenemos todas las posibilidades del mundo para reemplazarlo. De manera distinta, obviamente, porque no hay un jugador con la calidad que tiene él”, dijo. En público, nunca quiso excusarse con la ausencia de un organizador del juego como el alemán. No había que hablar de Kroos. Pero una de las conclusiones que dejó el empate del Real Madrid con Al Hilal en el estreno de Xabi Alonso en el banquillo es que el elefante sigue en la habitación. Quizá sí que haya que hablar de Kroos. Del agujero que dejó.
Estaba de fondo en el análisis que realizó Xabi después del encuentro. No le gustó lo que sucedió antes del descanso. Y estuvo algo más conforme con lo que vio después: “La diferencia para mí entre la primera y la segunda parte ha sido el equilibrio con balón. Hemos estado más estables con balón en la segunda parte, con posesiones más largas, dentro-fuera, sabiendo llegar más cerca de ellos. En la primera, no nos duraba el balón”. No fue algo casual, sino que tuvo que ver también con los efectivos de cada uno de los periodos.
En el primero, el centro del campo lo manejaron Bellingham, Valverde y Tchouameni, una combinación que ya había mostrado dificultades para gestionar partidos. En esos 45 minutos iniciales, Al Hilal tuvo más posesión, y la que tuvo el Madrid resultó bastante inofensiva. El gráfico de la red de pases elaborado por Hudl Statsbomb dibuja el ataque del Madrid como un ir y venir del balón de lado a lado muy lejos de la portería de Bono.
Resulta también revelador revisar quiénes fueron los principales pasadores del equipo en ese primer tramo. Todos los defensas dieron más pases que los centrocampistas: Huijsen, 32; Asencio, 28; Fran García, 26 y Trent, 21. La media se quedó en 21 de Tchouameni; 17 de Bellingham y 14 de Valverde, que solo conectó más veces que Vinicius, Gonzalo y Courtois.
La corriente cambió en el descanso, cuando Xabi dejó en el vestuario a Asencio, que había necesitado medicarse con antibióticos los últimos días, retrasó a Tchouameni a la defensa, e introdujo a Arda Güler, un futbolista con más registros e imaginación con la pelota. El turco ya había iluminado algunos de los últimos partidos de Ancelotti. Con él sobre el césped, el centro gravitatorio del equipo regresó al lugar clásico del mediocampo. En el segundo tiempo, los que más pases dieron fueron Valverde (34) y Arda (33).
La red que dibujan esas combinaciones tejidas bajo la dirección del turco muestra cómo el equipo fue entonces más capaz de poner en dificultades a Al Hilal, además de que se defendió mejor. Xabi resumió lo que más la había gustado de esa segunda entrega: “El buen manejo del balón, la amplitud, tener equilibrio, jugadores entre líneas, poder atacar los pasillos, a la pérdida [del rival] poder atacar mucho más altos”.
El Madrid produjo durante el primer tiempo ocasiones por valor de 0,55 goles esperados (xG), según el modelo de Hudl Statsbomb, mientras que recibió peligro por valor de 1,52 xG. Después del descanso, el panorama fue totalmente distinto: el Madrid produjo 1,68 xG, y dejó a Al Hilal en solo 0,30 xG.
“De este partido aprenderemos mucho”, dijo Courtois. “Hemos estado cuatro años con Ancelotti y tenemos automatismos, y esos automatismos tenemos que cambiarlos a lo que quiere el míster de ahora, y no es algo que en cuatro días salga directamente. Estamos intentando que sí, estamos viendo vídeos, hablando mucho y creo que saldrá mejor”.
Uno de esos automatismos era Kroos. Se despidió del Madrid siendo como siempre el centro del juego en su última temporada: el que más pases daba por partido (72) y el centrocampista que más ocasiones creaba (1,92), según los registros de Opta. En este primer largo curso sin él, no ha habido un galvanizador claro: Valverde y Tchouameni han acumulado la mayor cantidad de pases (58), pero con menos incidencia: entre los dos sumaron 1,50 ocasiones creadas por partido, menos que el alemán. El centrocampista que más peligro ha creado ha sido Luka Modric, 1,74 ocasiones por partido. Pero el croata termina su etapa en el Madrid al final de este torneo. Güler creó tres ocasiones contra Al Hilal.
Xabi y Ancelotti coinciden en muchos de sus análisis del equipo, como en la necesidad de un cerebro, que ambos han manifestado. El italiano insistió casi hasta el último momento. Solo tres meses antes de dejar el banquillo volvió a la carga y puso sobre la mesa los nombres del argentino Alexis MacAllister, del Liverpool, y del italiano Sandro Tonali, del Newcastle. Como respuesta, le señalaron la abundancia que suponen los siete centrocampistas de la plantilla: Bellingham, Camavinga, Valverde, Tchouameni, Güler, Modric (a punto de irse) y Ceballos, al que ayer, en medio del apuro, Xabi no utilizó. Esa puerta no está cerrada.
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