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Marc Márquez espanta a la competencia en su querido GP de Aragón

Un año después de cortar la peor sequía ganadora de su trayectoria en Motorland, el ocho veces campeón no deja ni las migajas al resto de la parrilla

Marc Márquez
Guille Álvarez

Es tan solo el viernes y los errores no forzados en Austin y Jerez invitan a Marc Márquez a rebajar la euforia tras la rotunda paliza al resto de la parrilla en los primeros entrenamientos del fin de semana en el GP de Aragón. En uno de sus circuitos predilectos, donde ha ganado siete carreras en 13 participaciones, el ocho veces campeón del mundo volvió a dominar con una superioridad inusitada. “Esto no es como empieza, sino como acaba”, insistía él al término de la jornada.

Además de ser terreno fértil y familiar por su cercanía a su Cervera natal, Alcañiz ha sido estos últimos años un escenario señalado para el piloto de Ducati. Aquí, el curso pasado, cortó la peor sequía de su trayectoria mundialista con un triunfo aplastante, el primero después de haber renunciado a mucho para subirse a la mejor moto de la parrilla. Llevaba más de 1.000 días, casi tres años, sin sentir la adrenalina de una victoria. “La mochila pesaba mucho, y al cruzar la meta me he sentido tres o cuatro kilos más ligero”, declaró entonces.

En 2022, Motorland también fue el escenario de su reaparición tres meses y medio después de su cuarta y definitiva operación en el húmero, el pilar fundamental de un sufrido renacimiento que vuelve a situarle como referencia del campeonato a sus 32 años. En aquella ocasión, el retorno a la competición no terminó de espantar todos los fantasmas, pero sí sirvió para constatar que su magullado brazo derecho podía recuperar su posición natural y aguantar ese “último cartucho” de su carrera a nivel físico.

Volviendo al presente, vista y refrendada su sincronía con la Desmosedici GP de 2025, la misma máquina que tiene desesperado a su compañero de garaje y tricampeón Pecco Bagnaia, los rivales dicen conformarse con recoger las migajas en tierras aragonesas. Márquez comandó con autoridad por la mañana, un segundo más rápido que los demás, y en la sesión vespertina imprimió un ritmo de carrera demoledor. Con la excepción de su hermano Álex, que a una vuelta se le acercó a dos décimas, al resto de contendientes debe dolerles más de lo que reconocen en público verse tan, tan lejos.

“Explicar lo que hace Marc no es nada fácil, hay tres curvas donde las cosas le salen muy naturales. Por mucho que fuerces, es difícil conseguir lo que él consigue relajado”, comentaba el piloto de Gresini y segundo clasificado en el campeonato. Son, como no, curvas de izquierdas (la 8, 9 y 10) donde el 93 siempre se ha mostrado imbatible gracias a las horas de entrenamiento de dirt track, disciplina que se disputa en sentido antihorario. “Por la mañana todo me llega por instinto, aquí todo es más natural, pero necesito añadir un punto de tranquilidad y evitar pecar de confianza, saber muy bien cuándo puedo apretar y cuándo debo hacerlo”, analizaba el líder.

Bagnaia, que sigue buscando las mismas sensaciones que le permitieron luchar por el título los últimos cuatro años, no da con la tecla y sigue sin encontrar la respuesta a sus problemas. En Aragón se quedó a casi ocho décimas del 1:46.397 de su compañero de equipo, cinco de ellas en un segundo sector donde Marc funde a la competencia. “Marc es un maestro a la hora de pilotar por encima de los problemas de la moto”, constataba con serenidad y sin tapujos.

Como bien bromeaban en su habitual cena de hermandad en el cuartel de Gresini en la noche del miércoles, a “míster 37” —por los 37 puntos de 37 posibles que se espera que coseche en la cita—, no hay manera de perturbarle cuando todo está en su sitio. Su único rival en Aragón, ya se verá en el Mundial, es él mismo. Las caídas liderando en solitario tanto en el GP de las Américas y el GP de España así lo constatan. Sin esos dos ceros en el casillero, ni siquiera su hermano Álex —a 24 puntos de distancia tras haberse disputado un tercio del certamen— estaría todavía a tiro del gran dominador de este tramo inicial de campeonato.

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Sobre la firma

Guille Álvarez
Graduado en Ciencias Políticas por la UPF y máster en Periodismo Deportivo y Comunicación por la Blanquerna-URL, ha pasado por las redacciones de La Vanguardia, la revista VICE y Mundo Deportivo. Colabora con la sección de deportes de EL PAÍS desde 2022, donde ha cubierto el Mundial de MotoGP y varias ediciones del Rally Dakar.
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