El dilatado regreso al Camp Nou pone en jaque la economía del Barcelona
En diciembre la entidad azulgrana empezará a pagar intereses por el estadio, mientras el retraso compromete su contrato con Spotify.


La demora en el regreso al Spotify Camp Nou ya no solo inquieta a socios, aficionados y jugadores, también golpea de lleno a las delicadas cuentas del Barça. Este martes, el club azulgrana informó que el estreno liguero en Barcelona frente al Valencia no se disputará en Les Corts, sino en el Estadi Johan Cruyff, ubicado en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y habitual casa del femenino y del Barça Atlètic, que cuenta con capacidad para 6.000 espectadores. “No puedo garantizarte ninguna fecha de regreso. Esperaremos los acontecimientos cuando tengamos la certeza absoluta. No habrá ningún problema con la Liga para jugar en el Johan, nos pidieron unas modificaciones y las hemos hecho”, comentó Elena Fort, vicepresidenta del Barcelona.
La idea, en un principio, era regresar al Camp Nou en noviembre pasado para celebrar el 125 aniversario del club. No se pudo. Después, se habló de que el equipo de Hansi Flick terminaría el curso pasado en Les Corts. Tampoco. Incluso se anunció con bombos y platillos el Trofeo Gamper frente al Como. Y nada. Ahora, un nuevo aplazamiento. Esta vez ya comienza a poner en jaque los compromisos contractuales con los inversores y patrocinadores que tiene el Barça. Esto obliga a acelerar el regreso, tal y como reveló el Què t’hi Jugues de la Cadena SER.
Entre esos compromisos, los del Espai Barça, cuya deuda asciende a 1.450 millones de euros que se firmaron con Goldman Sachs y sus inversores. Aunque el pago de la financiación está ligado a la vuelta del Camp Nou y, por lo tanto, no aprieta, los intereses sí empiezan a correr: el próximo diciembre tocará abonar 44 millones de euros. Y, dentro de un año, en diciembre de 2026, la cifra se multiplicará hasta los 94 millones.
A ello se le suman otras obligaciones contractuales: el club garantizó que todos los palcos VIP —que no los asientos VIP— entre la segunda y la tercera gradería estarían listos el 1 de enero de 2026. El problema es que la tercera gradería ni siquiera ha comenzado a construirse, lo que ha obligado al Barça a renegociar esta cláusula para no sufrir una penalización.
“El Estadi está acabado, o prácticamente acabado, está precioso. Recordemos que hablamos de una primera fase: primera y segunda gradería, que no se ve desde fuera. Hemos querido agotar el tiempo hasta el final para ver si podíamos volver ya al Camp Nou. No hemos llegado y, cuando lo hemos considerado, hemos decidido ir al Johan. Intentamos tenerlo todo preparado, pero valía la pena intentarlo”, insistió Elena Fort.
El problema no es solo con acreedores, sino también con los socios comerciales y estratégicos del club. El contrato con Spotify, por ejemplo, socio que da nombre al estadio, también depende de los plazos. Durante las obras, la empresa abona apenas cinco millones anuales. La cifra debía multiplicarse por cuatro, hasta los 20 millones, una vez el Camp Nou abriera sus puertas y estuviese operativo.
Pero no vale cualquier regreso, como el previsto inicialmente con 27.000 espectadores en la fase 1A: es necesario volver con un mínimo de 94.500 aficionados y el 90% de sus activos comerciales operativos. El acuerdo, además, fija el 1 de julio de 2026 como fecha límite para ese regreso real. Si no se cumple, Spotify seguirá pagando solo cinco millones hasta, como máximo, julio de 2028. Y, pasado ese umbral, si el feudo culé aún no cumple los requisitos de apertura, la compañía sueca podría cancelar unilateralmente el contrato.
Cada retraso posterga la fiesta de volver a Les Corts, pero también puede causar perjuicios económicos a la entidad azulgrana, que tiene prisa por regresar al Camp Nou. “Esperamos poder ver Champions este año en el Spotify Camp Nou, trabajamos para esto”, comentó Fort, que añadió: “Contemplamos volver al Camp Nou. A partir de ahí será una decisión interna del club si no llegamos. Siempre debemos tener una alternativa, y Montjuïc nos da la seguridad de que contamos con un campo”.
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