Ricky Rubio vuelve a jugar donde todo empezó
Más de un año después de su parón para cuidar su salud mental, el base del Masnou vuelve a la ACB con el Joventut en Granada, el equipo y escenario de su debut hace dos décadas




En el pabellón del Palacio Municipal de Deportes de Granada, presente y pasado confluyeron sobre la pista. Allí, hace casi 20 años, un adolescente prodigio e imberbe de 14 años se presentó al mundo. Dos décadas después, volvió a sonar su nombre: Ricky Rubio regresó donde todo empezó, con el Joventut Badalona, el club que lo vio crecer y donde brilló por primera vez. Aquel niño prodigio se reencontró con su versión adulta. El pequeño Ricky frente al hombre de 34 años, ahora con la misma ilusión, pero con cicatrices, también éxito, en el camino. Después de 490 días lejos de la ACB —su último partido fue el 2 de junio de 2024 con el Barcelona—, el base del Masnou volvió a disfrutar del baloncesto en la victoria frente al Covirán Granada (75-87), en el mismo lugar donde, hace 20 años, fue simplemente Ricky, sin la carga que vino después y que le asfixió.
✨ Granada es un lugar especial para @rickyrubio9
— Liga Endesa (@ACBCOM) October 5, 2025
En el mismo lugar en el que debutó hace 20 años, ahora está de nuevo en su vuelta.
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“Ya hace 20 años, parece que fue ayer. Pero han pasado muchas cosas. Estoy muy contento, disfrutando del básquet. Es una victoria muy importante”, aseguró Rubio tras el partido a los micrófonos de TV3. “Vengo con una ilusión que hacía tiempo que no tenía”, ya dijo en su presentación con el Joventut. El regreso fue cálido, con homenaje incluido antes del encuentro. No salió de inicio, pero apenas entró en la pista, la grada, repleta de 7.489 espectadores, le aplaudió con cariño. En la pista, el foco defensivo fue para él; en las gradas, la emoción. Volvió a demostrar su talento y dominio del juego en los 19 minutos que disputó: 18 puntos, cuatro asistencias, nueve de nueve en tiros libres y 30 de valoración. “Volver a ver a Ricky disfrutando no tiene precio”, aseguró Pere Tomàs, jugador del Granada y excanterano del Joventut.
El Joventut dominó el encuentro desde el principio, aunque el partido se apretó al acercarse al descanso, y la victoria de la Penya se complicó en ciertos momentos más de lo que parecía. Más allá de resultado, el regreso de Rubio tuvo el valor simbólico de un reencuentro. “El niño que fue a Granada tiene mucho que decirle al Ricky de ahora. Al de los 14 le diría que el perfeccionismo no existe. Que disfrute del día a día, y que acepte y valore lo que tiene, pero sin conformarse. Es la principal lección de vida que aprendí estos años”, confesó el mago del Masnou en la previa.
💫 Con tan solo 14 años y 11 meses Ricky Rubio nos deleitó con su 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚.
— Liga Endesa (@ACBCOM) October 15, 2023
2️⃣ puntos
1⃣ asistencias
2⃣ recuperaciones
5⃣ valoración
¡Así fue el DEBUT de @rickyrubio9 hace 18 años en acb! #LigaEndesa pic.twitter.com/dbfMBvZpEX
Desde aquel debut en 2005, Rubio ha vivido casi todo lo que baloncesto puede ofrecer: lo bueno, pero también lo malo. Tras una salida complicada de la Joventut en 2009, con 19 años fue elegido en el número cinco del draft de la NBA por Minnesota Timberwolves. Antes de cruzar el Atlántico, pasó dos cursos en el Barcelona. En la NBA jugó 12 temporadas en cuatro franquicias —Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland—, y en 2019, con la selección, fue campeón del mundo y MVP del torneo.
Pero Ricky tuvo que parar. Las lesiones —dos graves de rodilla y una de tobillo— la muerte de su madre en 2016 y la exigencia constante de la élite le consumió. En la concentración previa al Mundial de 2023, su cabeza, que se marchó a “lugares muy oscuros”, dijo basta. “Pasé mucho miedo. Me creí un cobarde. Pero por primera vez me prioricé, pensé en mí primero”, contó más tarde. Se apartó del baloncesto, y en enero de 2024 anunció su retiro de la NBA con un sabor amargo por el rumbo de la competición hacia el negocio. Un mes después, en febrero, fichó por el Barcelona. Pero tampoco allí encontró la calma, y apenas unos meses después, en verano, se tomó un descanso para cuidar su salud mental. “Al acabar la temporada con el Barça estaba perdido. Paré y lo más difícil fue diferenciar la persona del ego. Tenía que sanarme por dentro”, confesó.
Este verano insinuó la retirada con un mensaje enigmático en redes, pero el 22 de julio de 2025 confirmó su regreso al Joventut 16 años después de su salida. “Cada vez veía que la retirada estaba más cerca”, reconoció entonces. Y así, en Granada, donde empezó todo, Ricky Rubio volvió a ser Ricky. “Será mi último club. No hay dudas”, aseguró. En la misma pista donde un niño soñó ser jugador, el hombre que fue campeón, pero que tocó fondo y paró para cuidar su salud mental, volvió a sonreír.
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