“Será la mejor Ryder Cup de la historia”
Después de las dificultades económicas y políticas encontradas por el camino, todas las entidades implicadas en traer el evento de golf a Girona confían en el gran legado que dejará el torneo


Ha sido un camino de curvas reviradas, de ahora sí y después no, de consigo esto pero falta aquello, aunque al final todo un éxito gracias al trabajo de la mano de las instituciones, gobierno político, entidades públicas y hasta inversores privados, también de la federación española de golf. Así, la Ryder Cup 2031 se celebrará en el club de golf Camiral, en Caldes de Malavella.
“Sí, finalmente lo hemos conseguido. La tenemos, en España, en Catalunya, en Girona y en Camiral. Lo hemos hecho posible. Ha sido una historia larga, pero es una candidatura real y ganadora, y queremos que deje legado”, resolvió Andreu Dalmau, consejero de la Generalitat en el acto que oficializó la Ryder Cup 2031. “Han sido meses de discusiones, pero gracias a la estrecha colaboración de todos, estamos aquí”. Recogió el testigo Guy Kinnings, CEO del European Tour. “Ha sido un proceso muy complejo, pero se ha mostrado una altura de miras y una generosidad enormes. Seguro que esto va a ser una historia de éxito”, señaló Juan Guerrero, presidente de la Federación Española de Golf. “Sí, se me ha quedado el pelo blanco durante el proceso”, bromeó Denis O’Brien, presidente del campo de gol, ovacionado más que ninguno por su paciencia, tesón y mano izquierda, también por las facilidades ofrecidas y voluntad de apoyo. “Se tenían que alinear todos los astros para que se hiciera realidad y nunca es tarde si la dicha es buena”, deslizó Miquel Noguer, presidente diputación de Girona. “Es un trabajo colectivo donde todos hemos puesto nuestro trabajo”, sentenció el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes. “Ahora podemos decir que Cataluña está preparada”, constató Mateu Hernández, director general del Turismo de Barcelona. Un brindis por el golf.
De inicio, el anterior gobierno en la Generalitat, liderado por Pere Aragonés, descartó la opción de celebrarlo en Girona porque la comunidad estaba en sequía, por el impacto medioambiental que podía comportar. Pero un mes después se levantó el veto al renunciar los promotores a crear un tercer campo en el club, que era lo que se pretendía para dar un mayor espectáculo, más terreno para los aficionados y para la colocación de gradas ante la más que segura marabunta de aficionados que acudirán, pues en la anterior edición de Roma, en 2023, congregó a 270.000 espectadores con una audiencia televisiva global y un impacto económico de más de 260 millones de euros. Demasiado dinero y espectáculo para rechazarlo, una vez que Ryder Cup Europe estaba conforme en celebrar el evento en España, único país que puede presumir de albergar el torneo en dos ocasiones, ya que en 1997 y en Valderrama, se festejó una de las ediciones más emblemáticas con el entonces magnético Severiano Ballesteros al frente. “Nos llena de orgullo, esto es maravilloso, la Ryder pondrá a España en el mapa y eso es gracias también a los que han contribuido los jugadores españoles. Empezando por Seve, la figura más importante porque trajo la competición de las islas”, reflexionó el golfista José María Olazabal. “Seve trajo el vínculo. Uno siembra la semilla y otros recogen el fruto”, admitió Rodríguez Uribes.
Sucedió entonces que con el cambio de mando en la Generalitat todo quedó en el aire. Mientras en el plano competitivo se aceptaba que se unieran los dos recorridos de Camiral para escoger los mejores hoyos -aunque Kinnings no quiso revelar todavía si se podrá hacer un campo anexo más, que es el sueño de todos-, Salvador Illa accedió a la presidencia del Govern. Se convino entonces que los campos se regarían con agua regenerada y por lo tanto no potable [algo que ya hace el club desde hace tiempo, como aclaró el propietario del campo, el irlandés Denis O’Brien] y se dio el visto bueno al proyecto. Faltaba ensamblar la parte económica. Y más vericuetos.
El Consejo de Ministros autorizó en junio de 2023 al Consejo Superior de Deportes (CSD) a suscribir los acuerdos necesarios para la inversión pública de cara a esta Ryder. El CSD se comprometía a “la promoción del golf en España durante los siete años anteriores y cinco posteriores al evento”, y el Gobierno a impulsar la designación del torneo como “acontecimiento de excepcional interés público”. Así, de un presupuesto de 130 millones de euros, la Generalitat, con una carta firmada por Illa, se había comprometido a apoyar el proyecto y aportar unos 40 millones [se han quedado en unos 30, reconoció Dalmau]. Sucedió entonces que la Copa del América de vela, también apoyada desde el erario público, no fue todo lo rentable que se esperaba en lo económico ni en lo social, un traspié que -unido a la presiones desde Madrid para que se celebrara en la capital- se compensó con dinero privado, por más que hubiera ciertas reticencias de la organización de la Ryder Cup. “Las apuestas ganadoras en nuestro país se hacen con apoyo público y privado”, señaló Dalmau. “Se tenían que hacer muchos esfuerzos. Instalaciones, ser sostenibles en época de sequía, mucho dinero…, incluso de Damm y Fundació LaCaixa”, constató Noguer.
Pero, al final del camino, se ha dado la Ryder en Girona, en 2031. Era, precisamente, el único hueco que faltaba por dibujar, ya que este año se celebra en Bethpage Black (Nueva York), en 2027 se hará en Adare Manor (Irlanda), en 2029 se festejará en Hazeltine (Minnesota) y en 2033 en The Olympic (San Francisco). “La Ryder es, con argumentos, lo mejor en el deporte, es uno de los mejores eventos deportivos del planeta”, sentenció Kinnings. “Será la mejor Ryder Cup en la historia”, replicó Dalmau, una frase que cogió relevo y eco en todos los ponentes. “Sí, lo va a ser”, cerró Rodríguez Uribes. Así, en esta partida en la que se juega el orgullo, donde Europa se bate contra Estados Unidos, ya ha ganado España y, sobre todo, Girona.
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