Pepe Moral, torero: el miedo al olvido envalentona el ánimo
El sevillano torea mañana en la feria de Málaga y el domingo en Sanlúcar tras sus triunfos en Sevilla y Pamplona


La tarde del pasado 11 de mayo, Pepe Moral (Los Palacios, Sevilla, 38 años) se plantó en la puerta de cuadrillas de La Maestranza con el cartel de perdedor incrustado en la espalda. Hacía tres años que no pisaba el albero sevillano y su nombre estaba perdido en la larga lista de tantos que un día despertaron ilusiones que se marchitaron con el paso del tiempo.
Su carrera -tomó la alternativa el 11 de junio de 2009 en la capital andaluza- ha seguido una línea irregular, una montaña sinuosa en la que se cruzan triunfos esperanzadores, tardes vacías, desánimo personal y desvío del camino que conduce al éxito. Pero, arriba o abajo, la clásica concepción taurina de Moral se ha mantenido intacta.
Quizá, por eso, el paseíllo de aquella tarde, pisada tras pisada, fue la convicción íntima de que el cambio era posible. Pocos lo sabían, pero el torero se encargó de demostrarlo ante dos toros poco colaboradores del legendario hierro de Miura.
Dos orejas en la Feria de Abril, una abierta sonrisa en el semblante de un hombre con cicatrices en el alma, y, de nuevo, la esperanza. Días después, una sustitución en la Feria de Pamplona, y un nuevo triunfo ante un toro de premio; mañana, sábado, está anunciado en la Feria de Málaga, y el domingo, en la corrida Magallánica que se celebra en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
He cambiado mi forma de pensar, de vivir, de alimentarme, me cuido más y estoy cerca de las personas que me quieren”
“Y a la espera de que surjan más sustituciones y se materialicen algunas propuestas para septiembre”, afirma el torero. “Y muy bien de ánimo, mejor de lo que yo mismo preveía antes de Sevilla”, continúa, “porque entonces no tenía más que esa corrida y hoy veo el futuro con más claridad”.
Pregunta. ¿Es cierto que se planteó ese festejo como un punto de inflexión en su carrera?
Respuesta. Sin duda. Torear en Sevilla tras una ausencia tan larga era un compromiso muy serio. Triunfar significaba volver al circuito profesional, y pasar en blanco me obligaría a hacer un replanteamiento de mi vida.
P. ¿Había pensado en abandonar la profesión?
R. No lo sé; no me lo había planteado de ese modo. Estaba seguro de que algo cambiaría y así lo sentía dentro de mí. Tenía muy claro lo que quería. No tenía nada decidido pero, llegado el caso, las circunstancias me hubiera obligado a reflexionar sobre el futuro.
P. No es la primera vez que se le presenta una dificultad de este tipo. Ya en 2014 vivió otra situación similar en la misma plaza.
R. Así es, pero aquel momento fue más duro. Solo había torreado nueve corridas desde la alternativa, y aquella tarde del Corpus en Sevilla sí fue un cara o cruz de verdad. Por fortuna, pude cortar dos orejas a los toros del Conde de la Maza y encauzar mi carrera.

P. De cualquier manera, su trayectoria ha estado plagada de altibajos…
R. En primer lugar, mis temporadas han estado centradas en corridas televisadas en Sevilla, Madrid y Pamplona que me han dado mucha visibilidad, pero el número de festejos siempre ha sido bajo. Y es verdad que he atravesado baches, bien por inoportunas lesiones o por problemas personales.
P. La lesión más grave y que más le perjudicó, fue, quizá, la que sufrió el 10 de febrero de 2019 en Valdemorillo ante un toro de Miura.
R. Sin duda. El toro me partió el ligamento cruzado anterior, los dos meniscos y el cuádriceps de la pierna izquierda. Entré hasta cuatro veces en el quirófano, seguí toreando sin estar plenamente recuperado y aquel duro trance me afectó física y sicológicamente y, en consecuencia, tuvo su repercusión negativa en el ruedo.
P. Y usted mismo ha contado que los dos últimos años no han sido los mejores de su vida en el terreno personal.
R. Así es, y ha sido por dejadez, por no estar centrado como debería, por no hacer las cosas bien, en definitiva. Y me preguntaba por qué ese cambio en mi vida, y llegué a la conclusión de que el causante de todo era yo mismo. Si llevaba un tiempo haciendo lo mismo y no salía del bache, es evidente que el responsable soy yo. Y decidí cambiar de vida. He cambiado mi forma de pensar, de vivir, de alimentarme, me cuido más y estoy cerca de las personas que me quieren. En una palabra, trato de dar importancia a los elementos positivos que me rodean.
P. Parece que ha vivido, al mismo tiempo, un proceso de cambio espiritual…
R. Gracias a un amigo acudí a un retiro religioso de El Camino de Emaús, y ha supuesto para mí un antes y un después en mi vida. Me acercó a Dios y me proporcionó la paz que necesitaba para que todo fluyera mejor.
Un retiro religioso de El Camino de Emaús me acercó a Dios y ha supuesto un ante y un después en mi vida”
P. Se puede afirmar, entonces, que es usted un hombre nuevo.
R. Totalmente. Soy el mismo Pepe Moral de siempre, pero me siento con la ilusión de ese niño que con 10 años empezó a soñar con ser torero.
P. De modo que llegó usted a Sevilla con el ánimo renovado.
R. Lo que puedo decir es que esa tarde la viví muy intensamente; creo que es la más importante de mi trayectoria como torero y que me va a marcar para siempre. Tengo la convicción de que, a partir de Sevilla, todo va a ser diferente, a lo que contribuye, lógicamente, el cambio de mentalidad y de estilo de vida. No sé si el futuro será mejor o peor, pero creo que voy a ser feliz.
P. Por cierto, ¿de qué ha vivido estos dos últimos años en los que ha toreado muy poco?
R. Viajé a Perú, y allí, sobreviviendo, llegué a torear unas 40 corridas y me ha servido como fuente de ingresos. Aquellos escenarios son muy duros por las carreteras, porque no hay enfermerías, por el toro que se lidia, pero también me ha servido para encontrarme a mí mismo y verlo todo más claro.
P. Mañana está anunciado en la feria de Málaga con toros de Murteira Grave; el domingo, en la corrida Magallánica de Sanlúcar de Barrameda, con una encierro de Miura, y, después, a esperar…
R. Voy a poner todo de mi parte. Ser torero es mi vocación y lo que me hace feliz. Y quiero demostrar que sigo siendo válido”.
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