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El Cabildo conocía el riesgo de utilizar como almacén una de las capillas quemadas de la Mezquita de Córdoba

La Diócesis informó en primavera al organismo asesor de la Unesco de que había adquirido dos inmuebles para trasladar los enseres

Operarios retiran las vigas de madera calcinadas de los tejados de la Mezquita de Córdoba, este lunes.Foto: Chencho Martínez
Eva Saiz

El presidente de Icomos España, Juan Carlos Molina, ha reconocido esta mañana, tras su visita a la Mezquita de Córdoba para evaluar los daños del incendio del pasado viernes, que la pasada primavera ya abordó con el Cabildo el uso de zonas del monumento como almacén de enseres, entre ellas la capilla donde, según las primeras hipótesis, se originó el fuego por el circuito de una barredora electrónica. El responsable del órgano asesor de la Unesco en materia de conservación, protección y puesta en valor del patrimonio cultural ha indicado que la Diócesis de Córdoba les informó de que habían adquirido dos inmuebles para trasladar allí la maquinaria y otros utensilios.

En conversación telefónica con EL PAÍS, Molina precisa que fue un miembro de la Dióceisis quien, durante la visita que hicieron entonces, reconoció que la capilla “no era el mejor sitio” para almacenar sillas y otros enseres y que estaban pendientes de la adquisición de dos inmuebles para poder sacar esos elementos. El canónigo de la diócesis, José Juan Jiménez Güeto, explicó a este diario tras el incendio que hace tiempo que venía usándose esa capilla como almacén y que estaba indicado en el plan de autoprotección y en el Plan Director, que establece las medidas para la gestión y la protección del templo. También reconoció que la diócesis había adquirido dos inmuebles para trasladar allí la maquinaria y los enseres que se guardan en esa estancia, una de las que resultaron más dañadas por las llamas. “Ese tema lo estuvimos comentando en la última visita”, ha señalado Molina este martes a los medios tras visitar la mezquita. “Y nos consta que estaban detrás de tener ese espacio. Y creo que me estaban comentando que ya lo tenían. Lo han pillado por poco”, ha precisado, haciendo referencia a que, de haberse procedido al cambio de ubicación de ese material a lo largo de este tiempo, el incendio quizás no se hubiera producido.

Operarios trabajan este martes en los tejados Mezquita  de Córdoba donde se produjo el incendio.

Molina ha destacado la colaboración entre su organización y el Cabildo —que se incorporó a Icomos España en enero de 2025—, con el que se ha formado un grupo de trabajo a raíz de una denuncia de la Plataforma Mezquita-Catedral sobre la no restauración de la celosía, la elaboración del Plan Director sin intervención de otras administraciones y la sociedad civil, la colonización de la iconografía católica o el uso del templo como almacén, indican desde esa organización ciudadana. El responsable de Icomos España ha evitado hablar de “errores” por parte de la Iglesia que pudieran haber propiciado el incendio. “No hablaría de errores como tales, la palabra error no la emplearía como tal. Ha habido una amenaza y ha habido un riesgo y ha habido unas consecuencias”, ha indicado.

El dirigente de Icomos ha explicado que esa mesa de trabajo afrontará todo lo relacionado con la prevención. “Vamos a centrarnos en las amenazas, que pueden ser tanto naturales como antrópicas. En este caso ha sido una antrópica, un caso de incendio”, ha explicado Molina, que ha tenido unas palabras de reconocimiento sobre la competencia del equipo técnico del Cabildo a la hora de identificar las vulnerabilidades del edificio.

Sobre el funcionamiento de los mecanismos de prevención y anticipación por parte de los responsables del templo, el presidente de Icomos España también ha mostrado cautela. “El edificio tiene unos protocolos establecidos que, por las primeras impresiones que tenemos, han funcionado bastante bien e iban encaminados a la salvaguarda del edificio”, ha sostenido, si bien ha precisado que su entidad no hará una valoración definitiva hasta que no dispongan de toda la documentación que todavía se está elaborando, “tanto por la Policía Científica como por otros técnicos de evaluación de restauración, como los arquitectos de aquí”.

Juan Carlos Molina (Centro) Presidente de Icomos a nivel nacional, después de su visita a la Mezquita de Córdoba para valorar los daños del incendio, acompañado del deán Joaquín Alberto Nieva (izquierda) y de José Juan Jiménez Güeto (derecha).

En este sentido, Molina ha incidido en que, tras el incendio, lo que se ha constatado es que los planes de salvaguarda han funcionado, pero ha hecho hincapié en la importancia de desarrollar los planes de prevención y autoprotección, esenciales para proteger los edificios y evitar que tengan que entrar en funcionamiento los primeros. Unos planes que, ha sostenido a este diario, “deben estar actualizándose y revisándose constantemente”.

“Lo que hay que implementar ahora y trabajar es en la prevención sobre todo. Y esto pasa por identificar las amenazas y la vulnerabilidad del edificio, y entonces se determinan los riesgos. Y en función de los riesgos se toman las medidas”, ha explicado a este diario Molina, que ha señalado que es en esa fase de prevención en la que su organización va a colaborar con el Cabildo dentro de las tareas destinadas a la recuperación de la parte afectada del templo.

En esa tarea será fundamental la formación en patrimonio al equipo técnico de la Diócesis. “Saber lo que tenemos, qué valores tenemos, qué valores tenemos que proteger, qué puede incidir, qué no puede incidir...”, indica Molina. Una tarea en la que, recalca, Icomos va de la mano del Ministerio de Cultura.

Molina ha podido conocer cómo se están desarrollando las tareas de emergencia sobre la zona afectada, consistentes en eliminar todos los escombros y material inservible para garantizar la seguridad del edificio, que fueron autorizadas el lunes por la Junta de Andalucía y que, según ha constatado, ya han comenzado, y ha explicado en qué deberá consistir el proyector de recuperación: “Primero documentar, tener conocimiento y elaborar posteriormente un estudio, un proyecto de restauración, que tiene sus pasos en cuanto a la evaluación de impacto patrimonial que requiere Unesco”. En este sentido, el responsable de Icomos ha subrayado que su entidad está trabajando con el equipo del Cabildo en la evaluación del impacto patrimonial, una colaboración externa puesto que luego su entidad es la que debe informar sobre el documento final que se elabore.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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